domingo, 30 de marzo de 2014

Artritis asociada con la enfermedad intestinal inflamatoria.

¿Qué es?
La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) son dos trastornos: la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerativa, caracterizadas por la inflamación del tubo digestivo. Se cree que son trastornos autoinmunes en los cuales el sistema inmune del cuerpo ataca al tubo digestivo y otras pares del cuerpo.
En algunos casos, algunas personas con la enfermedad intestinal inflamatoria tienen un tipo de artritis similar a la artritis reumatoide, aunque existen diferencias importantes. En el caso de la artritis asociada con la EII, la inflamación tiende a afectar solo algunas articulaciones grandes y generalmente no afecta ambos lados del cuerpo de la misma manera. Por ejemplo, podría afectar la rodilla de una pierna y al tobillo de la otra. En la artritis reumatoide, se ven afectadas más articulaciones, especialmente las pequeñas articulaciones de la mano y de la muñeca, además de las articulaciones de ambos lados del cuerpo, que se ven igualmente afectadas. Un anticuerpo comúnmente presente en la sangre de personas con artritis reumatoide, por lo general no está presente en la sangre de personas con artritis asociada con la EII. A diferencia de la artritis reumatoide, la artritis asociada con la EII podría afectar la parte inferior de la columna vertebral, especialmente las articulaciones sacroilíacas, además de estar relacionada con un gen (llamado HLA-B27).
Los problemas intestinales causados por la enfermedad intestinal inflamatoria por lo general aparecen mucho antes de que se desarrolle la artritis. Ocasionalmente, primero aparece la artritis y la enfermedad intestinal inflamatoria se diagnostica meses o hasta años más tarde.
Síntomas
Además de los síntomas de la EII sobre el tubo digestivo (como diarrea con sangre, cólicos abdominales severos y fiebre), las personas con artritis asociada con la EEI tienen dolor, inflamación (hinchazón), rigidez (particularmente en la mañana) en las articulaciones inflamadas. Los síntomas tienden a variar con el tiempo, a veces mejoran y otras empeoran. A menudo los síntomas en las articulaciones se relacionan con los síntomas intestinales; es decir, las articulaciones tienden a ser más dolorosas y se inflaman cuando los síntomas gastrointestinales empeoran. Los motivos de la visita al médico incluyen dolor en la parte inferior de la espalda en la mañana que mejoran al hacer ejercicios físicos y “gelling”, que significa ponerse más rígido después de un periodo de inactividad.
Diagnóstico
No existe examen que pueda confirmar el diagnóstico de la artritis asociada con la enfermedad intestinal inflamatoria. Su médico le preguntará sobre su historia clínica, especialmente si presenta enfermedad intestinal inflamatoria. Su médico buscará síntomas típicos y lo examinará para detectar de articulaciones inflamadas (hinchadas).
Duración
La artritis asociada con la EII tiende a ser crónica, aunque podría mejorar y empeorar con el paso del tiempo. En ocasiones,  ciertos tratamientos pueden hacer que la artritis ceda o hasta que desaparezca. Por ejemplo, si a un paciente con colitis ulcerativa se le efectúa colectomía (extirpación del colon), la artritis podría desaparecer.
Prevención
Se desconoce la manera de prevenir la artritis asociada con la EII.
Tratamiento
No existe un buen tratamiento para la artritis asociada con la EII. El dolor en las articulaciones podría calmarse con un medicamento antiinflamatorio no esteroide (AINE), como el ibuprofeno o el naproxeno. La EII puede causar hemorragia (sangrado) del tubo digestivo, que puede empeorar con medicamentos anticoagulantes. Todo AINE podría empeorar la inflamación intestinal causada por la enfermedad intestinal inflamatoria.
En casos más graves, las inyecciones de corticosteroides en la articulación inflamada pueden brindar alivio inmediato, aunque temporal. Otros medicamentos que podrían ayudar incluyen los que se usan para la enfermedad intestinal, como la sulfasalazina (Microsulfan), la azatioprina (Azasan) o los corticosteroides orales. Los medicamentos usados para el tratamiento de la artritis reumatoide, como el metotrexato (Folex, Methotrexate LPF, Rheumatrex) pueden también resultar efectivos. Finalmente, los nuevos agentes, como las inyecciones de adalimumab (Humira), el etanercept (Enbrel) y el infliximab (Remicade) podrían ser efectivos para la artritis asociada con la EII. El Infliximab y el adalimumab están aprobados para los casos severos de la enfermedad de Crohn.
Si las articulaciones están muy dañadas, podría ser beneficiosa la cirugía en la articulación, incluida el reemplazo de la articulación.
Es importante lograr un equilibrio entre el descanso y el ejercicio físico. Su médico podría derivarlo a un fisioterapeuta, terapeuta ocupacional o podólogo. Las tablillas, las plantillas correctoras o los aparatos ortopédicos pueden brindar un tipo de alivio que no logran brindar los medicamentos.
Cuándo llamar a un profesional
Llame a su médico de inmediato si presenta síntomas de la EII (incluidos diarrea crónica, calambres abdominales severos, pérdida de peso no intencional o fiebre recurrente) o síntomas de artritis (incluidos dolor en las articulaciones o movimiento limitado).
Pronóstico
Con tratamiento, el pronóstico de la artritis relacionada con la EII es generalmente bueno, aunque la condición es bastante variable. Los casos severos podrían estar asociados con daño significativo en la articulación y la necesidad de una cirugía en los próximos años, mientras otros casos son mucho más leves.


http://www.vidaysalud.com/su-salud-de-a-a-z/enfermedades-y-condiciones/a-c/artritis-asociada-con-la-enfermedad-inflamatoria-intestinal/

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