lunes, 30 de octubre de 2017

Investigadores descubren un vínculo entre el metabolismo de la vitamina A y la inflamación intestinal nociva.

Investigadores descubren un vínculo entre el metabolismo de la vitamina A y la inflamación intestinal nociva
Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad Case Western Reserve en Cleveland, Ohio, descubrieron un vínculo entre el metabolismo incontrolado de la vitamina A y la inflamación dañina en el intestino. El descubrimiento agrega detalles clave sobre la relación entre la dieta y las enfermedades inflamatorias, como la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), y podría ayudar a los médicos a enfocarse en estrategias nutricionales para los pacientes.
El metabolismo de la vitamina A comienza con betacaroteno. El betacaroteno es el nutriente de pigmento rojo anaranjado en las plantas y frutas que le da a ciertos alimentos su color característico, como las zanahorias y las calabazas.
El betacaroteno, también conocido como provitamina A, se transforma en vitamina A en el intestino delgado. La vitamina A luego se transporta a otros tejidos para apoyar muchas funciones, como la visión saludable.
Sin embargo, parte de la vitamina A permanece en el intestino. Aquí, este nutriente se usa para producir un factor de crecimiento u hormona para las células inmunes. Esta hormona provoca que las células inmunes proliferen y las active, causando inflamación en el intestino cuando hay demasiada vitamina A.
En el estudio, " Factor de transcripción ISX media la conversación cruzada entre dieta e inmunidad ", publicado en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias , los investigadores describieron un importante punto de ramificación en la ruta metabólica de la vitamina A. Este punto de ramificación depende de una proteína única llamada ISX. Al estudiar ratones modificados genéticamente para carecer de ISX, el equipo descubrió que esta proteína ayuda al cuerpo a mantener un proceso equilibrado entre el betacaroteno y la inflamación intestinal.
"La vitamina A existe en la dieta como betacaroteno, que se convierte enzimáticamente por las células que recubren el intestino. El contenido de betacaroteno en los alimentos naturales es variable y está sujeto a las fluctuaciones estacionales ", dijo Ni Made Airanthi (Ila) Widjaja-Adhi, PhD, autor principal del estudio y becario postdoctoral, y Marcin Golczak, PhD, coautor y profesor asistente de farmacología en la Escuela de Medicina Case Western Reserve, dijo en un comunicado de prensa .
"Describimos en este estudio un mecanismo para hacer frente a esta fluctuación, para mantener la inmunidad en la barrera intestinal", agregó Widjaja-Adhi.
Los investigadores demostraron que ISX enciende y apaga genes implicados en el metabolismo de la beta-caroteno-vitamina A. Específicamente, ISX desactiva un gen que expresa la enzima Bco1, que es clave para convertir el betacaroteno en vitamina A.
La proteína ISX detecta la absorción de beta-caroteno por el intestino delgado después de una comida al apagar el gen que codifica Bco1. De esta forma, ISX "apaga" la transformación del betacaroteno ingerido en vitamina A. En otras palabras, ISX produce la cantidad correcta de betacaroteno que se enviará al cuerpo para satisfacer sus necesidades de vitamina A. Como consecuencia, la mayor parte del betacaroteno se elimina del intestino.
Los ratones sin ISX produjeron en exceso vitamina A. Incapaz de desconectar el gen que codifica Bco1, la vitamina A permaneció en el intestino delgado en grandes cantidades.
Esto desencadenó células inmunes cercanas en el intestino delgado. Como resultado, las células inmunes activadas y multiplicadas fueron atraídas al intestino, lo que provocó inflamación. Los ratones que carecían de ISX tenían inflamación severa en el intestino delgado, que luego se extendió al páncreas cercano.
Los autores demostraron que las células inmunes en el intestino delgado pueden reaccionar de forma exagerada a las dietas ricas en betacaroteno cuando ISX está ausente. Los hallazgos implican ISX como un enlace clave entre la dieta y la inmunidad intestinal.
"Demasiada vitamina A puede promover la enfermedad inflamatoria", dijo Johannes von Lintig, PhD, profesor asociado de farmacología en la Escuela de Medicina Case Western Reserve y autor principal del estudio. "En estudios futuros, el ratón deficiente en ISX será un modelo versátil para estudiar los detalles moleculares de la intrigante interacción entre la dieta y la inmunidad gastrointestinal".
Las alteraciones en el "gen ISX" se han asociado con trastornos inflamatorios como la enfermedad de Crohn. Una mejor comprensión de los factores moleculares que controlan la inmunidad intestinal ayudará al desarrollo de estrategias de intervención nutricional para mejorar la salud ", agregó Von Lintig.

Descubren cómo la microbiota intestinal regula el sistema inmunitario.

CRISTINA SÁEZ
Descubren cómo la microbiota intestinal regula el sistema inmunitario

Investigadores del Institut d’Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer (IDIBAPS), en Barcelona, y de la Universidad de Calgary, en Canadá, han descubierto un mecanismo por el que la microbiota intestinal regula la respuesta inmunitaria del organismo en enfermedades autoinmunes. Este mecanismo, afirman los investigadores, abre la vía a desarrollar nuevos tratamientos terapéuticos para enfermedades como la colitis ulcerosa o el Crohn.
En un estudio con ratones y publicado en Cell, los científicos han hallado que, cuando algunas células de defensa se equivocan y comienzan a atacar a otras células en el intestino provocando inflamación y enfermedades como colitis o Crohn, determinadas bacterias de la microbiota son capaces de “reclamar” a un tipo de glóbulos blancos, los linfocitos T, para que acudan al intestino, aplaquen la rebelión y supriman la colitis en los roedores.
“Creemos que este mecanismo está probablemente involucrado en prevenir que mucha gente desarrolle EII”, dice Kathy McCoy, de la Escuela de medicina Cumming de la Universidad de Calgary.
Determinadas bacterias de la microbiota son capaces de reclamar a un tipo de glóbulos blancos para que acudan al intestino y aplaquen la rebelión autoinmune
No obstante, este mecanismo beneficioso que ayuda a combatir enfermedades autoinmunes intestinales tiene una contrapartida. Según han visto los investigadores, esos glóbulos blancos, los linfocitos T, encargados de frenar la inflamación, también pueden reaccionar de forma exagerada ante células del páncreas y causar diabetes tipo 1.
Clave para la supervivencia
La microbiota intestinal, el conjunto formado por billones de microorganismos que habitan en el intestino, realiza funciones clave para la supervivencia, como proporcionar al organismo nutrientes y vitaminas, ayudar a digerir alimentos o educar al sistema inmunitario para que desarrolle su función. En este sentido, diversos estudios epidemiológicos recientes han constatado que cuando se producen alteraciones o desequilibrios en la microbiota intestinal, aumenta el riesgo de sufrir enfermedades autoinmunes, como asma, celiaquía o enfermedad inflamatoria intestinal.
“Sin microbiota, no se desarrolla correctamente el sistema inmunitario. Y eso se sabe desde los experimentos realizados a mediados del siglo pasado en que criaban ratones sin gérmenes y estos enfermaban y morían, incapaces de hacer frente a ningún patógeno”, explica Pere Santamaría, líder de grupo en Idibaps y profesor catedrático en la Universidad de Calgary.
(ktsimage / Getty Images/iStockphoto)
“Sabíamos, pues, que la microbiota intestinal estaba implicada en la regulación del sistema inmunitario pero se desconocía cómo de forma específica las bacterias regulaban e influían en las enfermedades. Y eso es, precisamente, lo que hemos descubierto”, afirma Santamaría, que ha liderado el estudio.
Así, han hallado que, cuando algunos glóbulos blancos comienzan a atacar las células del intestino, produciendo inflamación, una proteína de una especie de bacterias muy común en el intestino de los ratones y también de los humanos, llamada Bacteroides, penetra en la barrera intestinal y “llama” a los linfocitos CD8, otro tipo de células de defensa., que son capaces de reconocer estas proteínas. Al detectarlas, se dirigen al intestino y allí frenan la inflamación.
Los linfocitos que protegen contra la colitis también pueden causar diabetes tipo 1
“Estos linfocitos existen en el organismo porque protegen al individuo contra la colitis, que es un tipo de enfermedad inflamatoria intestinal. No obstante, hemos visto que el precio que hay que pagar es que a veces esos linfocitos CD8 también reaccionan con un antígeno muy parecido que está expresado en las células del páncreas. Y en ese caso pueden causar diabetes tipo 1”, añade este investigador.
El problema yace en que las proteínas que expresa la bacteria de la microbiota son casi idénticas a las expresadas por las célula del organismo, en este caso del páncreas, lo que puede crear confusión en los linfocitos CD8 y dar lugar a enfermedades autoinmunes.
“Si hemos encontrado el ejemplo de esta enfermedad –asegura Santamaria en referencia a la colitis ulcerosa- es muy probable que haya muchos más ejemplos por descubrir que explicarían las asociaciones entre la presencia o ausencia de ciertas bacterias en la composición de la microbiota y cambios en la incidencia y prevalencia de ciertas enfermedades autoinmunes a nivel de la población”.
El descubrimiento de este mecanismo abre la puerta a desarrollar tratamientos para tratar estas enfermedades autoinmunes
Los investigadores apuntan que el hecho de que las células de defensa CD8 desempeñen una acción antiinflamatoria en el intestino pero proinflamatoria en el páncreas tiene una explicación evolutiva.
“El cuerpo no necesita células que reaccionen contra el propio cuerpo y nos provoquen diabetes. De ser así solo, la evolución las hubiera eliminado. Si se han desarrollado y persisten es porque tienen un papel beneficioso para nuestra supervivencia. Hace cientos de miles de años era más peligroso tener una colitis ulcerosa que una diabetes tipo 1. Quizás por eso aún sigamos teniendo estas células, aunque el precio que paguemos sea que quizás algún día atacarán al páncreas”, afirma Santamaría.
El descubrimiento de este mecanismo abre la puerta a desarrollar tratamientos para tratar estas enfermedades autoinmunes. De hecho, este mismo grupo ha desarrollado una plataforma terapéutica basada en nanopartículas que podría aplicarse para emular o potenciar la acción de la microbiota y contribuir a la supresión de la colitis.
El cuerpo no necesita células que reaccionen contra el propio cuerpo y nos provoquen diabetes. De ser así solo, la evolución las hubiera eliminado. Si se han desarrollado y persisten es porque tienen un papel beneficioso para nuestra supervivencia”
PERE SANTAMARÍA
Líder del estudio
http://www.lavanguardia.com/ciencia/cuerpo-humano/20171030/432483141811/microbiota-intestinal-regula-sistema-inmunitario-colitis-ulcerosa-diabetes.html

RESUMEN VIII JORNADA APPEII.


El pasado sábado 28 de Octubre tuvo lugar nuestra VIII Jornada. Como en jornadas anteriores fue un éxito en cuanto a la participación de público.
La presentación de esta jornada corrió a cargo de nuestra vicepresidenta Lucia Biendicho y pudimos contar como moderadora de lujo con la Dra. Pilar Codoñer que siempre es grato poder tenerla con nosotros.
En cuanto a las ponentes, estuvieron con nosotros tres fantásticas Dras. que dieron luz a unos temas siempre tan interesantes como complejos.
En primer lugar la Dra. Donat nos habló de un tema tan ambiguo como  es llegar a diferenciar un dolor abdominal si es orgánico o funcional.
La imagen puede contener: 3 personas, personas sonriendo, personas de pie
La Dra. Carmen Jovaní trató un tema siempre candente como es la alimentación y su posible influencia en personas con EII, nos explicó la importancia de las diferentes dietas posibles dependiendo de la fase en la cual se encuentra la enfermedad y la necesidad de llevar o no una dieta cuando el paciente está asintomático.
Por otra parte la Dra. Beltrán nos puso al día  de los diferentes fármacos que existen en el mercado. También nos explicó la posibilidad cada día mas cercana de personalizar los tratamientos dependiendo de cada paciente y sus circunstancias.
Para cerrar esta jornada contamos con la Dra. Inmaculada Calvo del servicio de reumatología del Hospital La Fe de Valencia y trató la relación en algunos pacientes con reuma asociado a la EII.
Una vez terminada las exposiciones se pasó como siempre a un turno de preguntas por parte de los asistentes .
Y para finalizar nuestra presidenta M.Carmen tuvo unas palabras muy emotivas que dedicó a todos los que formamos parte de APPEII y que nos emocionaron. Gracias una vez mas por ser el motor de APPEII.

La imagen puede contener: 2 personas, personas sentadas e interior

Nuestro agradecimiento a la casa NestléHealthScience, a El Corte Inglés por cedernos un espacio donde poder realizar nuestras jornadas siempre de una forma totalmente altruista y a la Asociación de Comercios MultiPaterna. Y a todos los asistentes a esta jornada porque nos dan fuerzas y ánimos para seguir realizando estas jornadas. Gracias a todos.cvp

domingo, 29 de octubre de 2017

La Disbiosis Intestinal: una gran desconocida.

Con este extraño nombre se define un importante desequilibrio de la flora intestinal, que puede estar provocado por causas diversas. El efecto de ciertos medicamentos (antibióticos), el estrés, así como el exceso de proteínas y azúcares simples en la dieta, hábitos muy frecuentes en la población occidental, pueden ser algunos de los factores causantes de la disbiosis intestinal.
Los cambios en la concentración de las bacterias intestinales pueden contribuir al desarrollo o empeoramiento de muchos trastornos o enfermedades crónicas y degenerativas intestinales; desde la hinchazón abdominal y estreñimiento crónico hasta la enfermedad inflamatoria intestinal (síndrome de colon irritable) e incluso migrañas y enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide.
Estudios realizados indican que las dietas prebióticas (ricas en fibra) y probióticas (basadas en lácteos y leches fermentadas) favorecen el crecimiento de las bacterias intestinales beneficiosas. Por el contrario, las dietas hiperproteicas, pueden aumentar la producción de sustancias nocivas (amoníaco, aminas,…) por parte de las bacterias intestinales.
“La proteína no digerida es fermentada por las bacterias del colon con la consiguiente producción de tóxicos, tales como amoníaco, aminas… El amoníaco modifica la morfología y el metabolismo de las células intestinales, reduciendo su vida útil y favoreciendo el crecimiento de células intestinales cancerosas, el exceso de aminas parece tener implicación en ciertos tipos de migrañas asociadas a la dieta”.
Así mismo, las dietas bajas en fibra o ricas en azúcares simples (presentes en mermeladas, zumos y refrescos), favorecen la disbiosis intestinal al aumentar la actividad de bacterias intestinales patógenas, secretoras de tóxicos.

Disbiosis intestinal y calidad de vida.
La disbiosis intestinal tiene sus peores consecuencias con el paso de los años, no sólo debilitando nuestra salud, sino también acelerando nuestro envejecimiento.
Cuando el intestino se inflama no absorbe adecuadamente y entonces aparece fatiga general e hinchazón abdominal, pudiendo producir alergias alimentarias y nuevos síntomas con afectación de órganos a distancia (artritis, fibromialgia…). Además las deficiencias en nutrientes pueden causar otros síntomas:
  • Déficit de Magnesio: Espasmos musculares.
  • Déficit de Cobre: Incremento de colesterol.
  • Déficit de Litio: Desórdenes emocionales.
Por otra parte, las fugas de toxinas a través de la pared intestinal (debido a la hinchazón) sobrecargan el hígado, con lo que disminuye la capacidad depuradora y la tolerancia a las sustancias químicas cotidianas.
Se hace pues imprescindible cuidar nuestros estilos de vida, prestándole especial atención a nuestra alimentación, para tener un envejecimiento saludable. Potenciar la medicina preventiva y personalizada y adoptar algunas medidas sencillas,   prolongará, sin duda, los años de bienestar. Hábitos individuales y sociales (alimentación, ejercicio, sueño, actividades de entretenimiento,…) aportan vitalidad y animan a seguir activos.
Para aquellas personas que presenten molestias digestivas, dolor abdominal tras las comidas, malas digestiones, etc. se ofrece la realización de un perfil de disbiosis que incluye cultivos microbiológicos específicos que permiten la determinación de la concentración de cada una de las especies que conforman la flora intestinal. Así mismo se realiza un estudio micológico con objeto de evaluar la presencia de levaduras, hongos, parásitos y virus entre otros.


Frases para reflexionar.

Nunca se ha logrado nada sin ENTUSIASMO.
 (Emerson)

jueves, 26 de octubre de 2017

Sanidad recuerda la importancia de vacunarse contra gripe a los grupos de riesgo.

También hay otras medidas higiénicas a tener en cuenta para evitar la transmisión del virus, como taparse la boca al toser o al estornudar.

-Efe16/10/2017 a las 11:19

El año pasado, la campaña de vacunación comenzó a finales de octubre.
El año pasado, la campaña de vacunación comenzó a finales de octubre.Oliver Duch
El Ministerio de Sanidad ha recordado este lunes que los grupos de riesgo, las personas a partir de los 65 años y el personal sanitario, deben vacunarse para prevenir la gripe, y ha aconsejado que lo hagan a partir de la tercera semana de este mes de octubre.
Para afrontar la temporada en curso ya están disponibles cuatro millones de dosis de vacunas, con una composición distinta a la del año anterior, según informa Sanidad en una nota. "La vacunación es una de las medidas de salud pública más eficaces para prevenir la aparición de enfermedades e incluso la muerte en algunos casos", ha asegurado.
En el caso de la gripe puede evitar la aparición de complicaciones causadas por el virus que provoca esta enfermedad respiratoria, frente a la que los antibióticos no resultan efectivos.
Pero hay otras medidas higiénicas a tener en cuenta para evitar la transmisión del virus, como taparse la boca al toser o al estornudar, preferiblemente con pañuelos desechables; lavarse con frecuencia las manos, sobre todo después de haber tosido o estornudado, y procurar no reutilizar los pañuelos empleados. Estas medidas son fundamentales porque esta enfermedad se transmite por el aire al toser y estornudar.
Los principales síntomas son fiebre de hasta 39 grados, escalofríos, dolor de cabeza, musculares, estornudos, tos intensa y persistente, rinorrea, lagrimeo y faringitis leve.
Estos síntomas pueden confundirse con los de otras patologías respiratorias, como el catarro común, por lo que se recomienda consultar al médico de Atención Primaria o al pediatra.
La enfermedad tiene una evolución de cinco a siete días, aunque algunos de los síntomas suelen durar entre dos y tres semanas.
Los grupos de riesgo pueden vacunarse gratuitamente con las vacunas proporcionadas por el Sistema Nacional de Salud y estos son: personas mayores, preferentemente a partir de los 65 años (la pasada temporada se vacunó el 55,5 % de las personas con esta edad y más años), pero también menores de esa edad que presentan un alto riesgo de complicaciones derivadas de la gripe. Entre ellos están los niños (mayores de 6 meses) y adultos con enfermedades crónicas cardiovasculares (excluyendo hipertensión arterial aislada), neurológicas o pulmonares, incluyendo displasia bronco-pulmonar, fibrosis quística y asma. También, los niños mayores de 6 meses y adultos con enfermedades metabólicas, con obesidad mórbida, insuficiencia renal, hemoglobinopatís y anemias, asplenia, patología hepática crónica y enfermedades neuromusculares graves. Además, personas con inmunosupresión (incluida la originada por la infección de VIH, por fármacos o en los receptores de trasplantes), con cáncer, con implante coclear o en espera del mismo, y con trastornos y enfermedades que conllevan disfunción cognitiva.
A esta lista hay que sumar mujeres embarazadas en cualquier trimestre de gestación.
Otro grupo que se debe vacunar es el que conforman los trabajadores de los centros, servicios y establecimientos sanitarios o los de geriátricos o están empleados en centros de atención a enfermos crónicos. Asimismo, estudiantes en prácticas en centros sanitarios o que cuidan en domicilios a pacientes de alto riesgo.
Se recomienda también la vacunación personas que trabajan en servicios públicos esenciales, como fuerzas de seguridad, bomberos, personal de Protección Civil o de emergencias sanitarias o instituciones penitenciarias.
A estos hay que sumar los trabajadores expuestos directamente a aves o a cerdos en granjas o explotaciones avícolas o porcinas y también a aves silvestres.
Con respecto a la vacuna utilizada en la temporada anterior, se ha producido un cambio en la composición de las vacunas para esta temporada 2017-18: el componente A(H1N1) que anteriormente era cepa A/California/7/2009, se ha sustituido por A/Michigan/45/2015.
La actividad gripal en la temporada anterior fue baja y se asoció a una circulación mayoritaria de virus de la gripe A(H3N2).
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martes, 24 de octubre de 2017

Proctitis.

LO QUE NECESITA SABER:

La proctitis es una condición en la cuál usted tiene inflamación en el revestimiento del recto. El recto es la parte final del intestino grueso que termina en el ano. Si la inflamación continúa hacia el interior del colon, se le llama proctocolitis. La proctitis podría ser una condición de corto o largo plazo.

¿Qué provoca la proctitis?

  • Enfermedades intestinales: La colitis ulcerativa y la enfermedad de Crohn son condiciones autoinmunes que provocan la proctitis.
  • Infecciones: Las infecciones intestinales o las de transmisión sexual (ETS) podrían provocar proctitis.
  • Medicamentos: Estos incluyen los AINEs, antibióticos, quimioterapia y el medicamento que se utiliza para limpiar los intestinos.
  • Trauma: Esto puede ocurrir debido a una lesión o por poner objetos en el recto.
  • Tratamientos con radiación: La radiación en el área pélvica podría dañar los tejidos del recto y los vasos sanguíneos, provocando proctitis. Eso podría ocurrir meses o años después del tratamiento.
  • Alergias a los alimentos: Estos podrían afectar fácilmente cualquier parte del intestino y provocar proctitis y proctocolitis.

¿Cuáles son los signos y síntomas de la proctitis?

  • Fiebre, diarrea o estreñimiento
  • Dolor e inflamación abdominal
  • Ingle y ganglios linfáticos rectales inflamados
  • Pus, mocos o sangre que sale del recto o en las evacuaciones intestinales
  • Comezón, dolor o enrojecimiento en el recto o ano
  • Sensación de que el recto no está vacío después de tener una evacuación intestinal o esforzarse para mover los intestinos
  • No poder controlar las evacuaciones intestinales

¿Cómo se diagnostica la proctitis?

El médico lo examinará y le revisará el abdomen y la ingle. El podría preguntarle acerca de otras condiciones de salud, incluyendo sus viajes o actividades previas. Esto también incluye las exposiciones y contactos, enfermedades o tratamientos que pueda haber tenido. Su médico podría revisar su recto metiendo un dedo protegido con un guante en el ano. Es posible que usted necesite hacerse alguno de los siguientes estudios:
  • Pruebas de laboratorio: Estos podrían realizarse para encontrar si la proctitis se debe a una bacteria o a alergias. Podría tomarse una muestra de sangre, evacuación intestinal o secreción.
  • Exámenes de alergias: Esto se podría realizar si el médico piensa que la proctitis se debe a una alergia a alimentos. El podría hacer un examen en la piel o pedirle que no consuma ciertos alimentos. Pregunte al médico por mas información acerca de los exámenes de alergias.
  • Anoscopia: Durante este examen se coloca un tubo corto cuidadosamente en el ano y en el recto. Esto le permite a los médicos ver en el interior de estos.
  • Endoscopia: Se coloca en el ano un tubo largo y delgado con una cámara pequeña en el extremo. Los médicos buscarán problemas en el recto y colon. Se podría tomar una muestra pequeña de tejido del intestino y mandarse a examinar.

¿Cómo se trata la proctitis?

El tratamiento dependerá de la causa de la proctitis. La proctitis leve que se provoca por la radiación podría resolverse sin tratamiento. En otros casos, el tratamiento puede incluir cualquiera de los siguientes:
  • Antibióticos: Este medicamento se administra si una infección bacterial está provocando la proctitis. Tómelos tal como le indiquen.
  • Medicamentos antivirales: Este medicamento se administra si una infección viral está provocando la proctitis.
  • Medicamentos antiinflamatorios: Este medicamento ayuda a evitar la inflamación.
  • Medicamentos antiúlceras: Este se administra en forma de píldora, supositorio o enema para cubrir el intestino y ayudar a evitar mas daño al tejido. También podría ayudar a la sanación del tejido.
  • Esteroides: El medicamento esteroideo ayuda a disminuir la inflamación.
  • Cirugía: Es posible que necesiten realizarle una cirugía si otros tratamientos fallaron. Podría realizarse una cirugía para extraer la parte dañada del intestino.
  • ¿Qué mas podría usarse para tratar la proctitis?

    Si hay sangrado, el médico podría recomendar lo siguiente:
    • Formalina: Esto es una solución química que se aplica en las paredes del recto para disminuir el sangrado. Este tratamiento podría usarse para la radiación de la proctitis.
    • Terapia por calor: Este tratamiento usa calor para controlar el sangrado y la diarrea que provoca la radiación. La terapia de calor incluye la terapia por láser o coagulación por plasma de argón (APC). Consulte con su médico para más información sobre la terapia por calor.
    • Oxigenoterapia hiperbárica (OHB): Esto se usa para aumentar el oxígeno en el cuerpo. La OHB podría ayudar a promover la curación de tejidos dañados por radiación.

    ¿Cuáles son los riesgos de la proctitis?

    Algunos exámenes o procedimientos que se realizan en el interior de los intestinos podrían provocar una perforación (desgarre) y estrechamiento. Si no recibe tratamiento, la proctitis podría provocar mas sangrado o úlceras y la formación de cicatrices. La cicatrización del tejido podría conllevar al estrechamiento del recto. Los gérmenes que están provocando la infección podrían entrar al tejido y ocasionar abscesos (acumulación de pus). Una fístula (conexión anormal) podría formarse del ano o recto a la piel u otro órgano. Si usted es mujer, una fístula podría conectarse del recto a la vagina.

    ¿Cómo puedo ayudar a tratar o evitar la proctitis?

    • Pregunte por medicamentos para ayudar a calmar los síntomas: Si usted está estreñido, pregunte por suplementos de fibra. Si tiene dificultad para controlar los intestinos, pregunte por medicamentos de formación de heces. Pregunte al médico acerca de un buen producto de cuidado de la piel, para usar si la piel está irritada alrededor del ano.
    • Pregunte acerca de medicamentos para ayudar a evitar la proctitis: Si usted está recibiendo radiación, estos medicamentos podrían ayudar a evitar que usted tenga proctitis después de la terapia.
    • Practique relaciones sexuales seguras: No tenga relaciones sexuales con una persona que tenga ETS. Esto incluye por vía oral o anal. No tenga contacto sexual mientras usted o su pareja están recibiendo tratamiento para las ETS. Use un condón de látex nuevo o un método adecuado cada vez que tenga contacto sexual.
    • Revísese regularmente: Programe revisiones regulares de salud sexual si usted cambia con frecuencia de pareja sexual.
    • Lávese las manos frecuentemente: Utilice agua y jabón. Use un gel desinfectante para las manos cuando no hay jabón ni agua disponible. Esto prevendrá la propagación de gérmenes. Siempre lávese las manos después de usar el baño, cuando maneje alimentos y antes y después de tener contacto sexual. Limpie los asientos de los baños, las llaves del agua y las manijas de las puertas con frecuencia.

    ¿Cuándo debo comunicarme con mi médico?

    • Tiene sangrado o dolor durante y después de tener contacto sexual.
    • Tiene signos y síntomas nuevos que no mejoran o están empeorando.
    • Usted tiene preguntas o inquietudes acerca de su condición o cuidado.

    ¿Cuándo debo buscar atención inmediata o llamar al 911?

    • Tiene dolor abdominal o rectal intenso que no desaparece.
    • Tiene sangre, pus o secreción con mal olor saliendo del ano o recto.
    • Tiene dolor en las articulaciones, ganglios linfáticos inflamados o sudores nocturnos.
    • Tiene inflamación o dolor en los genitales o sangrado inusual.
    • Sus evacuaciones intestinales son negras o contienen sangre.
    • https://www.drugs.com/cg_esp/proctitis.html

Rectitis.


Información general

La rectitis es la inflamación del recto, que es la estructura que forma parte del sistema digestivo inferior. Se encuentra entre el colon y el ano y es una de las partes que atraviesan las heces para salir del organismo.
La rectitis puede provocar dolor, molestias y, posiblemente, la necesidad constante de defecar. Por lo general, esta afección se trata con medicamentos y cambios en el estilo de vida; no suele ser necesario realizar una intervención quirúrgica.
CAUSAS

Causas

Generalmente, existen afecciones médicas subyacentes responsables de la rectitis, entre ellas, las siguientes:
  •  infecciones de transmisión sexual (ITS)
  •  enfermedades autoinmunitarias, como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa
  •  enfermedad inflamatoria intestinal (EII)
  •  traumatismo anal
  •  infecciones que no se transmiten por vía sexual, como la salmonela y la sigelosis
  •  infecciones rectales por Clostridium difficile que se producen después de usar antibióticos
  •  radioterapia para tratar cáncer de ovario, de recto o de próstata
  •  amigdalitis estreptocócica en niños
Según Mayo Clinic, aproximadamente el 30 por ciento de las personas que padecen enfermedad inflamatoria intestinal también tienen rectitis en algún momento (Mayo Clinic). Entre los traumatismos anales, pueden incluirse lesiones producto del uso de enemas o del sexo anal.
SÍNTOMAS

Síntomas

El síntoma más frecuente es el tenesmo, es decir, la necesidad constante de defecar. El tenesmo es consecuencia de la inflamación y la irritación del recto y el revestimiento rectal.
Entre los demás síntomas, se incluyen los siguientes:
  •  dolor en el recto, el ano o la región abdominal
  •  hemorragia rectal
  •  eliminación de moco a través del recto
  •  heces muy blandas
  •  diarrea
  • Tratamiento

    El objetivo del tratamiento es reducir la inflamación, controlar el dolor y eliminar la infección. Los tratamientos específicos dependen de la causa de la rectitis. Tratar las afecciones subyacentes permite disminuir los síntomas.
    Se utilizan varios tipos de medicamentos para tratar la rectitis.
    •  Los medicamentos antinflamatorios, como los corticoesteroides, reducen la inflamación y alivian el dolor.
    •  Por su parte, los antibióticos y los antimicóticos eliminan las ITS y otros tipos de infecciones.
    •  Los inmunodepresores tratan los síntomas de la enfermedad de Crohn y otras enfermedades autoinmunitarias.
    El médico le recetará medicamentos según los síntomas y la causa subyacente. Los medicamentos pueden administrarse por vía oral, tópica o a través de un enema. Con el enema, el tratamiento puede aplicarse directamente en el recto.
    Quizás le recomienden tomar baños de asiento con agua tibia para reducir la inflamación del área. Los recipientes para estos baños están disponibles en tiendas de suministros médicos para atención en el hogar y pueden colocarse en la taza del inodoro.
    CIRUGÍA

    Cirugía

    Quienes tienen colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn y rectitis frecuente tal vez deban someterse a una intervención quirúrgica. La colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn son dos enfermedades autoinmunitarias que afectan el tubo digestivo.
    La inflamación y las llagas en el tubo digestivo pueden provocar un dolor intenso, desnutrición y pérdida de peso. En algunos casos, el único tratamiento que ofrece resultados supone la extirpación del área dañada.

    Estilo de vida

    Existen ciertos cambios en el estilo de vida que permiten aliviar el dolor que produce la rectitis,
    como adoptar un régimen alimentario a base de alimentos blandos. Durante los episodios de diarrea, evite los alimentos picantes, ácidos o grasos.
    Beba mucho líquido y no consuma gaseosas con cafeína, café ni té. Beber líquido favorece la evacuación y previene la deshidratación producto de las heces blandas y frecuentes. La cafeína puede irritar el sistema digestivo.
    Preste atención al momento en el que se producen los síntomas. Si los síntomas empeoran después de consumir productos lácteos, quizás tenga intolerancia a la lactosa. En este caso, puede consumir productos sin lactosa o a base de leche de soya.
    Use preservativo cuando tenga sexo anal para reducir el riesgo de contraer una infección de transmisión sexual.