miércoles, 26 de febrero de 2014

Guía de preparación para la intervención quirúrgica de un niño por edades.

La preparación psicológica de niños y niñas antes de la cirugía es muy importante. Desde el momento en que conocen que van a ser sometidos a una intervención quirúrgica, les surgirán muchas dudas al respecto y es común que puedan sentir temor y ansiedad ante los acontecimientos que se avecinan. Necesitan por tanto de alguien que les informe y tranquilice. Y, sobre todo, deben percibir que su familia tiene el control de la situación, eso les hará sentirse más seguros y confiados en que todo marchará lo mejor posible.
Aunque los profesionales sanitarios responsables de la atención proporcionarán a su hijo o hija toda la información que necesite, en muchos casos y dependiendo de la edad del niño o niña, es mejor que sean padres y madres quienes lo hagan, le ayuden a entender el problema físico que hace necesaria la intervención, aclaren posibles malentendidos y disipen sus miedos.
Para ello es necesario que estén informados previamente sobre todos los aspectos relacionados con la intervención quirúrgica a la que va a ser sometido su hijo o hija, resuelvan sus dudas y, en la medida de lo posible, tengan bajo control su propio miedo y ansiedad. Deben saber que, en la mayoría de las ocasiones, la ansiedad que sienten los niños es el reflejo de la que sienten los adultos. Es muy importante que sean conscientes de que la tranquilidad de sus hijos depende en buena medida del comportamiento que tengan ustedes.
A continuación les facilitamos unas recomendaciones generales que pueden serles de utilidad a la hora de ayudar a su hijo o hija a prepararse para la intervención quirúrgica:
  • No es conveniente, en ningún caso, ocultar la situación. Debe explicarle que visitará el hospital y lo que sucederá durante su estancia allí, usando palabras sencillas y adecuadas a su edad.
  • No le oculte información ni le engañe con la intención de tranquilizarlo, esta forma de actuar puede hacer que pierda la confianza en usted. Por el contrario, una correcta información aumentará su confianza.
  • Dedíquele un tiempo y cree un espacio de confianza, para que formule todas las preguntas sobre los aspectos que le preocupan. Permita que exprese sus miedos, dudas y expectativas ante la intervención.
  • A veces pueden mostrar una actitud retraída y no quieren hablar ni que les hablen sobre el tema. En ese caso no debe presionarle para que lo haga. No es conveniente abrumarle con información que no desea. Compórtese con normalidad y trate de no transmitirle su inevitable inquietud. Pero recuérdele que siempre estará dispuesto a responder cualquier pregunta o duda que tenga.
  • Permita que exprese sus sentimientos. Evite frases como “los valientes no lloran” o similares.
  • Tenga cuidado con su vocabulario y evite darle excesivos detalles que más que informar puedan producirle confusión y ansiedad. Recuerde que los niños y niñas tienen una gran imaginación y pueden fantasear negativamente sobre la experiencia, si no tienen las ideas claras.
  • Resalte los aspectos positivos de la intervención. Explíquele cuáles son las ventajas de ser operado y, sobre todo, vigile que no viva esta experiencia como un castigo, sentimiento muy común en los niños y niñas en esta situación.
  • Aumente su confianza en el personal sanitario e intente favorecer que su hijo o hija tenga del hospital una imagen más cálida y familiar, que fría y técnica. Esto le hará sentirse más seguro y cómodo durante su estancia.
  • Visualice en compañía de su hijo o hija, los materiales audiovisuales que, en función de su edad, hemos preparado para familiarizarle con la vida en el hospital y la intervención quirúrgica. Comente con él las imágenes y conteste a todas sus preguntas.
  • También, los juegos, cuentos y dibujos sobre el hospital y la operación, pueden ayudar a niños y niñas a expresar sus ideas y preocupaciones sobre la intervención, y dará a padres y madres la oportunidad de conocerlas y cambiarlas, si éstas son erróneas.
  • Asegúrele que mientras esté en el hospital, usted u otro familiar le acompañará el mayor tiempo posible. Uno de los temores más habituales de los niños y niñas en esta situación, sobre todo los de edad preescolar, es la separación (o el abandono) de los padres.
  • Llegado el caso, suavice los momentos de separación, por ejemplo cuando su hijo o hija deba entrar en quirófano. Muchos padres y madres dan fuertes abrazos o besos como si no los fueran a ver nunca más y esto puede influir negativamente en su hijo. Una buena forma de actuación en estos casos puede consistir en decirle a su hijo o hija que tiene preparado un cuento, un juego o cualquier otra cosa que pueda gustarle, para cuando salga del quirófano. Decirle esto implica que el niño o niña va a volver, lo cual, en algunos casos y según la edad, favorecerá que se disipe uno de sus más importantes temores.
En qué momento y de qué manera iniciar la preparación, así como la cantidad y tipo de información a proporcionar dependerá de la edad y del propio niño o niña.
Es difícil determinar en cada caso la forma idónea para hacerlo.  Cuando son capaces de tomar sus propias decisiones la mejor solución puede consistir en darle  oportunidad para que pida la información que y cuando desee. Pero habrá que estar atentos ya que a veces por miedo o timidez no la reclaman. En éste caso se deberá buscar la mejor ocasión y hacerlo sin dramatismo y relajadamente.
A continuación y a modo de referencia, le facilitamos unas pautas a tener en cuenta según la edad de su hija o hijo:
Menores de 3 años
Aunque es preciso hablarles de lo que van a experimentar, no es necesario hacerlo con mucha antelación (uno o dos días antes) pues a esta edad aún no han definido los conceptos temporales (días, semanas). Pueden saber a grandes rasgos lo que va a ocurrir: que va a ir al hospital donde le curarán, que puede tener que dormir allí, etc. Pero haga hincapié en aspectos tales como que siempre estará acompañado o que puede llevar consigo su juguete o peluche favorito. Es normal que cambien su comportamiento si advierten cambios en el modo de vida.
Utilice juegos y muñecos para recrear situaciones que habrá de vivir y explíquele por qué ocurren. Por ejemplo, un muñeco que se ha puesto enfermo y lo han de curar en el hospital. Pónganle el termómetro, examínenlo como haría su doctor o doctora, cuídenlo con cariño, etc. Puede usar también libros y materiales audiovisuales adecuados a su edad, así como los incluidos en Mundo de Estrellas.
Preescolares (4-6 años)
Es conveniente empezar la preparación varios días antes y hacerlo poco a poco, comprobando que asimilan adecuadamente la información que van recibiendo. Con seguridad mostrarán interés en hablar del tema. Explíquele lo que ocurrirá usando un lenguaje sencillo, evitando términos como “herida”, “ cortar” u otros que puedan asociar a experiencias desagradables. Tampoco es conveniente utilizar la palabra “dolor”, porque ésta tiene connotaciones muy negativas para el niño. Es mejor hablarle de sensaciones. Por ejemplo, en lugar de decirle “vas a notar dolor” es más conveniente “notarás una sensación de calor” o “como si te pellizcaran”, etc.
Es habitual que a esta edad se adelanten a lo que va a ocurrir utilizando su imaginación. Por ello pueden elaborar ideas distorsionadas sobre la realidad, rellenado con su fantasía aquello que no conocen o comprenden. De aquí la importancia de una adecuada información.
Los cambios de carácter son también frecuentes y suelen estar relacionados con sentimientos de culpa, lo que les puede llevar a entender la operación como un castigo. En otros casos pueden culpar a la familia de lo que ocurre y desarrollar comportamientos agresivos o de rechazo. Es importante que comprendan que la cirugía es sólo una forma de curar y que sentir preocupación o nerviosismo es normal.
Explíquele con términos sencillos qué es la anestesia. Cómo, gracias a una medicina, podrá dormir tranquilamente durante la intervención y cómo despertará junto a usted u otro familiar.
En cualquier caso se sentirá mucho mejor si percibe que tiene el control de la situación y puede prestarles protección.
Pueden usar para ayudarse de los materiales que Mundo de Estrellas pone a disposición de los menores para que se familiaricen con el hospital y todo lo que allí podrán encontrar. Asimismo, pueden utilizar libros ilustrados, materiales audiovisuales y juguetes para que el niño o niña conozca y pueda recrear las situaciones que habrá de enfrentar.
Escolares (6-12 años)
Es conveniente iniciar la preparación en esta edad desde el momento en que se les comunica que hay que realizar la intervención quirúrgica. No se debe mantener una situación de sospecha e incertidumbre innecesaria que hará más difícil su inicio más tarde.
Explique todo el proceso con claridad y sinceridad. No debe ocultar  ni mentir sobre aspectos negativos como que dormirá en el hospital o que sentirá molestias tras la operación. Pero haga hincapié en aspectos positivos como que estará siempre acompañado o que podrá jugar en el Aula del hospital.
En esta etapa les preocupa mucho su imagen corporal, es decir, como se ven y como les ven. Por tanto tendrán miedo de cómo la intervención quirúrgica les puede afectar. Consulte con el equipo que le atiende las posibles secuelas funcionales o estéticas de la intervención. En la mayoría de los casos éstas serán inexistentes o de escasa importancia, por lo que habrá que cerciorarse que la niña o el niño lo comprende así. Las intervenciones en la zona genital son especialmente sensibles. Una información detallada evitará miedos e ideas erróneas sobre el resultado de la operación.
También les puede preocupar la posibilidad de “despertar durante la intervención”. Explíquele que esto es imposible ya que el personal de quirófano controla atentamente su situación hasta que todo termina y que encontrará a su padre, madre u otro familiar a su lado en el momento de despertar.
Es frecuente que manifiesten miedo al dolor. Por ello deben saber que existen medicamentos que pueden disminuirlo o eliminarlo. Nunca debe pedirle que soporte el dolor quejándose poco o que sea “ valiente”. Debe animarle a que se exprese con confianza y proporcionarle la seguridad de que siempre podrán ayudarle en el hospital.
Algunos niños y niñas, pueden resistirse o enfadarse a su llegada al hospital. Mantenga la calma y no se desespere. Recuérdele todo lo que hablaron con anterioridad y converse sobre ello. Anímele a que se relacione con otros pacientes o haga uso de las instalaciones de ocio disponibles en todos nuestros hospitales.
Pida ayuda al personal médico o de enfermería si considera que la información de que dispone, tanto usted como su hija o hijo, es insuficiente. Estarán dispuestos a prestarle colaboración en todo cuanto sea necesario.
No dude en utilizar el material informativo dirigido a estas edades que encontrará en Mundo de Estrellas o el que se les proporcione en su Hospital.
Adolescentes (Más de 12 años)
La normativa actual en nuestra Comunidad Autónoma, contempla el “Consentimiento informado” por parte de la persona menor de edad a partir de ésta edad. Incluyan por tanto a su hijo o hija en todas las conversaciones y decisiones sobre la cirugía.
A esa edad ya conocen bien su cuerpo y cómo funciona, por lo que será consciente de cómo la intervención puede afectar a su organismo y de los riesgos que conlleva. Los adolescentes se preocupan sobre todo de cómo la cirugía puede afectar a su imagen corporal, de los cambios en su vida cotidiana, sus estudios y sus relaciones personales. Es también frecuente en esta etapa de la vida, sentir temor a la desnudez y a que no respeten su pudor.
También resulta muy importante el temor a la pérdida de su independencia. Desearán sentirse suficientemente maduros para afrontar la situación, pero necesitarán más que nunca el apoyo de su familia. Por ello, deben prestarle ayuda sin hacerle sentir que sigue siendo un niño o una niña, evitando la protección excesiva y respetando su intimidad.
Puede ocurrir que se presenten comportamientos propios de niños o niñas de menor edad o traten de llamar la atención de forma no habitual. Todo ello es normal y transitorio. Su apoyo y tranquilidad es fundamental. Nunca debe enfadarse o esperar una actitud “madura”. Como ya hemos visto anteriormente, el ejemplo en el comportamiento es muy importante.
 
Todos los profesionales harán lo posible para que la estancia de su hija o hijo en el hospital resulte lo mas agradable posible. Sin embargo, usted también tiene un importante papel a jugar. Los niños y niñas se recuperan mejor de la anestesia y la cirugía cuando están preparados para ella. No dude en solicitar la información y ayuda que precise al personal sanitario que le atiende.
Algunos centros cuentan con un programa específico para estos casos que puede incluir charlas o visitas por el hospital. Infórmense y utilicen estos servicios si les es posible.
Cuando lleguen al hospital, el personal de enfermería hablará con ustedes y le informarán sobre todo lo relativo a su estancia. Les pedirán información sobre su hijo o hija y le prepararán para la cirugía. Pregúntenles cualquier duda que aún tengan. Antes de la intervención podrán conversar con el equipo de recepción quirúrgica y con el de anestesia, a los que podrán consultar o aportar cualquier dato que crean convenientehttp://www.mundodeestrellas.es/opencms/Familias/la_hospitalizacion/1.consejos/libre_1.html?seccion=interior&indice=1.

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