jueves, 16 de enero de 2014

El ejercicio físico y EII.

Desde hace tiempo, se recomienda el ejercicio físico moderado para una vida más saludable. Incluso, se ha sugerido un efecto beneficioso del mismo en la prevención de diversas enfermedades crónicas, como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes melitus y la artritis reumatoidea. También, en los últimos años, se han realizado diversos estudios para valorar los efectos beneficiosos del ejercicio en esta enfermedad crónica que nos ocupa, como es la enfermedad inflamatoria intestinal. A continuación, nombraremos los más importantes:

1. En un estudio realizado por un grupo canadiense en 1999 (Collen P y colaboradores), se demostró que los pacientes que padecían una enfermedad de Crohn eran capaces de tolerar perfectamente un ejercicio de baja intensidad (pasear) y con una duración de 12 semanas. En este estudio, se demostró que el ejercicio físico realizado durante dicho tiempo no aumentaba el riesgo de padecer exacerbaciones de la enfermedad. Además, el ejercicio mejoró el estrés de los pacientes estudiados.

2. Por otro lado, en otro estudio realizado en 1998 (Richard Robinson y colaboradores) se demostró que un programa de ejercicio físico realizado en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal, era un método potencialmente efectivo para aumentar la masa ósea de estos pacientes, y por tanto, un método que producía un menor riesgo de padecer osteoporosis y fracturas de los huesos.




  En general, el ejercicio físico moderado es saludable y recomendable en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal en fase de remisión, incluso, puede tener diversos efectos beneficiosos para la salud, como así demuestran diversos estudios. Sin embargo cuando se padece un brote de la enfermedad, se recomienda disminuir la actividad física del paciente. "Durante un brote es mejor el descanso", aunque esto no quiere decir que el paciente se "meta en la cama" sino que sería recomendable priorizar las actividades cotidianas. Según la intensidad del brote y el tipo de trabajo que se realiza, podría ser recomendable coger la baja laboral de forma puntual, ya que de esta forma se podría garantizar un tratamiento lo más completo posible: tratamiento según la indicación médica e intensificar el reposo intestinal a través de la dieta y de la disminución de la actividad física y/o intelectual.


http://www.ua-cc.org/aspectos3.jsp

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