jueves, 4 de junio de 2015

Los alimentos probióticos podrían aliviar las molestias digestivas del bebé.


Los probióticos son pequeños organismos vivos que están presentes de forma natural en ciertos alimentos, y que pueden llegar a ser beneficiosos para la salud. 
Un nuevo estudio clínico, publicado en Jama Pediatrics, sugiere que una dosis diaria de alimentos con probióticos puede aliviar algunos problemas digestivos característicos de los bebés como los molestos cólicos o el reflujo gastroesofágico. 
Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando son suministrados en cantidades adecuadas, promueven beneficios en la salud del organismo huésped, como contribuir al equilibrio de la microbiota intestinal y potenciar el sistema inmunitario.
Los yogures frescos y ciertos productos derivados de la leche fermentada son ejemplos de alimentos con probióticos.
La investigación tomó como muestra a cerca de 500 niños de menos de una semana de edad. A una parte de ellos se les administró una pequeña dosis diaria de lactobacilos, un género de bacterias que convierten la lactosa y otros monosacáridos en ácido láctico, antes de las comidas, y al resto, un placebo de idéntico sabor. Se pedía a los padres que observaran cómo eran las deposiciones de los pequeños, si vomitaban o si lloraban mucho (llantos posiblemente asociados a retortijones o cólicos).
Después de un mes, los resultados revelaron que los bebés que habían tomado los probióticos presentaban menos llantos, o lloraban menos tiempo que los del grupo del placebo. Además, deponían con más frecuencia. Después de tres meses, también se observó una reducción significativa de frecuencia de vómitos.
Además, la investigación concluyó que los bebés que tomaban probióticos reportaban, en general, menos visitas a los departamentos de urgencias. Como consecuencia, era menos necesario medicarlos por problemas de estómago, y además no se observó ningún efecto secundario.
A pesar de los resultados, los responsables del estudio se muestran prudentes y recomiendan no usar probióticos a la ligera. Así, siempre debe consultarse con el pediatra del pequeño antes de administrarlos. Entre otros motivos, porque si se administra una dosis incorrecta puede causar efectos no deseados en el pequeño. De hecho, las conclusiones del informe señalan que lo que se ha hecho es abrir una vía de investigación nueva, y que ahora hay que validar esos resultados y establecer unos protocolos de actuación más claros.
Los cólicos intestinales, vómitos, el reflujo gástrico y la descomposición son pequeños trastornos relativamente frecuentes en los primeros seis meses de vida, debido a que el aparato digestivo de los pequeños está aún en formación. De hecho, los bebés aún no tienen en su intestino microorganismos que, con el tiempo, aparecerán de forma natural. Aunque en principio estos problemas no son graves por sí solos, representan casi un 20% de los motivos de visita al pediatra durante los 4 primeros meses de vida.
Referencia bibliográfica:

Etapa: 
Introducción de alimentos

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