domingo, 29 de junio de 2014

Una lucha continua.

El nombre de Darren Fletcher (Dalkeith, Escocia, 1984) no resulta especialmente conocido en el mundo del fútbol. A pesar de que juega en uno de los clubes más afamados y exitosos de la historia, el Manchester United, el escocés no es una estrella, su nombre no abre informativos, ni tan siquiera está en la carrera por conseguir el balón de oro. Esa es una batalla de gigantes, de Cristiano Ronaldo o de Leo Messi. Fletcher es más terrenal y su presencia en la élite del deporte rey se entiende más meritoria que la del portugués y el argentino, especialmente desde que en diciembre de 2011 se conociese que sufre colitis ulcerosa, una enfermedad que afecta al intestino grueso y que comenzó a padecer en marzo de ese mismo año. Desde entonces, su participación con los diablos rojos y con la selección de su país ha sido casi testimonial, tanto, que hasta su reaparición de ayer, cuando disputó los últimos 20 minutos en el triunfo de su equipo ante el Aston Villa (0-3), llevaba prácticamente un año sin jugar.
Luchador incansable, Darren Fletcher combate diariamente una enfermedad que en el Estado afecta a una de cada 10.000 personas, que no es demasiado popular y de la que se desconoce la causa, así como su cura completa. La enfermedad, crónica, no ha retirado del fútbol al centrocampista escocés, que ayer volvió a demostrar su fuerza de voluntad y su pasión por el deporte que le ha dado tantas alegrías; aunque también ha pasado por momentos de mucho sufrimiento.
La enfermedad del centrocampista escocés se hizo pública en septiembre de 2011

Admirado ahora por la grada de Old Trafford, la relación entre el centrocampista y la hinchada del Manchester United tuvo un comienzo más que complicado. Considerado como uno de los futbolistas escoceses de mayor progresión, su tardío debut -le costó casi tres años estrenarse en partido oficial desde su primera convocatoria- como su pobre rendimiento en los primeros partidos con el United, que los jugó escorado en banda derecha, le hicieron ganarse un irónico mote: el hijo de Fergie por su origen escocés, como el de Sir Alex Ferguson, el hombre que le hizo debutar con la elástica de los diablos rojos el 12 de marzo de 2003 ante el Basilea, en la segunda fase de grupos de la Champions League.
Su presencia en el equipo fue ganando enteros de manera paulatina, sin poder imaginarse en ningún momento lo que le depararía el futuro en modo de enfermedad. Alcanzó su mejor momento deportivo en las temporadas 2008-09 y 2009-10, cuando se convirtió en un referente en el centro del campo del Manchester. Tal fue el nivel que exhibió, que fue incluido en el once de la temporada en la Premier.
Por aquel entonces no podía imaginar, ni de lejos, lo que el destino le depararía. Su intestino grueso comenzó a fallar en marzo de 2011, y aunque en un principio fue tapado por el club y el propio jugador, alegando que sus no convocatorias se debían a distintos problemas gástricos, en diciembre de ese mismo año tuvo que parar definitivamente. Su cuerpo dijo basta.
Tardó 10 meses en volver. Un partido de Champions -el 19 de septiembre de 2012- ante el Galatasaray fue su nuevo bautizo; en Premier, el 24 de noviembre, cuando fue recibido con la grada puesta en pie y con el cántico "There's only one Darren Fletcher" -solo hay un Darren Fletcher-. Sin embargo, su esperada reaparición solo duró unos meses. El 17 de enero de 2013 el Manchester hizo público que el escocés, que con 25 años se convirtió en el capitán más joven de su país, se había sometido a un tratamiento quirúrgico. Dejó el fútbol de inmediato. Ayer, once meses después de aquella noticia, volvió a sentirse futbolista.
Darren Fletcher, durante un encuentro con su equipo, el Manchester United.
http://www.deia.com/2013/12/16/deportes/futbol/una-lucha-continua

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