viernes, 3 de julio de 2015

«Hay que individualizar cada caso para 'desescalar' o disminuir el tratamiento»

Ángela Martínez Herreros Médico     La médico Ángela Martínez Herreros. :: a.m.h.


  • La especialista en Aparato Digestivo asistirá a un congreso en Lisboa como premio por ganar un concurso con un caso clínico de La Rioja

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Apenas ha terminado la residencia en el Hospital San Pedro y Ángela Martínez Herreros ya cuenta en su haber con un premio médico. Se trata del mejor caso clínico sobre enfermedad inflamatoria intestinal que presentó en una reunión médica especializada que tuvo lugar en Olite (Navarra) hace algunas semanas. El premio, la asistencia a un cotizado congreso europeo sobre estas dolencias que tendrá lugar en Lisboa en noviembre.
- ¿Cómo fue la 'competición'?
- Era un concurso de casos clínicos sobre enfermedades inflamatorias intestinales dirigido a médicos residentes de las comunidades de La Rioja, Navarra y Aragón. Me seleccionaron, fuimos tres los finalistas que expusimos en Olite los tres casos clínicos y gané yo.
- El caso lleva por título 'Desescalar un tratamiento no siempre conlleva una mala evolución'. ¿A qué se refiere?
- El caso clínico presentado remitía a un paciente con enfermedad inflamatoria intestinal de tipo colitis ulcerosa que durante los primeros años de evolución del tratamiento presentó muchos brotes, con pocos periodos de remisión. La enfermedad no se controlaba bien durante los primeros años, por lo que necesitó una medicación bastante agresiva. Por hechos que acontecieron durante la evolución de la enfermedad, hubo que retirar alguna de esas medicaciones más agresivas y, sin embargo, el paciente no empeoró. Y actualmente el paciente se mantiene en remisión clínica con un tratamiento más 'suave'.
- ¿Ese empleo de medicación más 'suave', menos agresiva, es lo que llaman 'desescalar'?
- Claro. Una vez que estamos ya con terapias más fuertes, más potentes, es conveniente saber cuándo podemos desescalar o disminuir esa medicación agresiva para evaluar los beneficios y las desventajas de dichos tratamientos.
- Pero siempre basándose en cada caso concreto, ¿no?
- Sí, generalmente disminuir el tratamiento se realiza analizando la enfermedad, los brotes que ha tenido, la propia gravedad, la afectación... Hay que individualizar cada caso para tomar la decisión de desescalar, de disminuir esos tratamientos.
Más casos
- En los últimos años han crecido los casos de enfermedad inflamatoria intestinal, ¿a qué achacan el aumento de incidencia?
- Principalmente, a que se sabe mucho más de la enfermedad inflamatoria intestinal porque se estudia mucho. Antes no se consideraba una enfermedad rara, pero se pensaba menos en ella. Y luego, tienen mucho que ver los factores ambientales, como son la higiene, el tabaco, la dieta, la flora intestinal... Todos estos factores ambientales influyen mucho en la enfermedad inflamatoria intestinal y un cambio en todos estos factores puede aumentar la prevalencia.
- ¿Qué datos se manejan en La Rioja sobre la enfermedad inflamatoria intestinal?
- El año pasado, en el 2014, en La Rioja se diagnosticaron 35 nuevos casos de colitis ulcerosa y 20 de enfermedad de Crohn. En total, en el año 2014, se atendieron unas 2.100 consultas de enfermedad inflamatoria intestinal. Desde el 2008 La Rioja cuenta con una consulta monográfica en la que sólo se atienden a pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal.
- ¿Qué sintomatología presentan estas dolencias?
- Hay dos variantes principales de la enfermedad inflamatoria intestinal: la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. En cuanto a síntomas, son algo diferentes. La colitis ulcerosa, que afecta al intestino grueso, al colon, suele presentar dolor abdominal, diarrea, a veces acompañada de sangrado y mucosidad... Y todo durante bastante tiempo de evolución, hasta meses. En cambio, en la enfermedad de Crohn, como la afectación puede ser de cualquier parte del tubo digestivo, la clínica varía bastante según cuál sea la parte afectada.
- ¿Son enfermedades crónicas?
- Sí, tienen un curso evolutivo que alternan entre afectación, lo que llamamos los brotes, y no afectación, que es la remisión. Generalmente, casi todos los casos conllevan un tratamiento crónico, de mantenimiento; cuando el paciente presenta un brote, se intensifica la medicación para después volver al mantenimiento y que el paciente siga en remisión. Son enfermedades crónicas para las que el paciente va a necesitar medicación de por vida. Pero como se ha estudiado tanto sobre la enfermedad inflamatoria intestinal, ahora el abanico de tratamientos es muchísimo más amplio, la calidad de vida del paciente mejora mucho y generalmente se pueden controlar con tratamiento médico sin tener que recurrir a la cirugía.

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