martes, 15 de abril de 2014

Varía el efecto del embarazo en la enfermedad intestinal inflamatoria.


Por Jennifer Cash
NUEVA YORK (Reuters Health) - Algunas formas de enfermedadintestinal inflamatoria (EII) serían una amenaza mayor queotras, según sugiere un estudio de Estados Unidos sobre casi400.000 mujeres.
Los autores observaron que uno de los dos principales tiposde EII, la colitis ulcerosa, estuvo más asociada que el otro conlas complicaciones gestacionales graves.
"Una embarazada enferma no ayuda a una gestación en curso",dijo por correo electrónico la doctora Shannon Clark, obstetrade la División de Medicina Materna y Fetal del área de medicinade University of Texas, Galveston.
La enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa son las dosformas principales de EII.
Ambas afectan el aparato digestivo, aunque la Fundación parael Tratamiento de la Enfermedad de Crohn y la Colitis de EstadosUnidos define a la colitis ulcerosa como una enfermedad crónicadel intestino grueso, mientras que la enfermedad de Crohn es unaenfermedad inflamatoria de todo el tracto gastrointestinal.
Sus causas aún se desconocen y no existe cura. En EstadosUnidos, esos trastornos afectan a 200 de cada 100.000habitantes. Las dos formas de EII están asociadas conenfermedades oculares, cutáneas, articulares y hepáticas.
Y, en general, la EII está asociada con complicacionesrelacionadas con la inflamación y el flujo sanguíneo, segúnpublica en Journal of Perinatology el equipo del doctor DariosGetahun, investigador del Grupo Médico de California del Sur deKaiser Permanente, Pasadena.
Hasta un tercio de las embarazadas con EII padecerá un brotede la enfermedad durante la gestación, según comentó Clark, queno participó del estudio.
Los autores revisaron las historias clínicas de 395.781mujeres con una gestación de feto único que tuvieron a sus bebésen los centros de Kaiser Permanente de California del Sur entreel 2000 y el 2012.
El equipo detectó EII en 130 de cada 100.000 embarazos.
Esas mujeres registraron tasas más altas de ciertascomplicaciones gestacionales: eran un 46 por ciento máspropensas a tener un bebé más pequeño para la edad gestacionalque las mujeres sin EII o eran un 32 por ciento más propensas atener un parto prematuro espontáneo y tenían casi el doble deriesgo de sufrir de ruptura prematura de la placenta.


Los autores comentaron que los partos antes de términotendían a no ser muy prematuros (ocurrían a las 34-36 semanas deembarazo), según aclararan los autores. (Un embarazo es atérmino cuando alcanza las 39-40 semanas).
El aumento del riesgo fue estadísticamente significativosólo en las embarazadas con colitis ulcerosa.
Por ese motivo, según publica el equipo, los médicosdeberían tener en cuenta el tipo de EII de sus pacientes cuandoplanifican el tratamiento durante el embarazo.
"Un diagnóstico de EII significa que una embarazada tendríaque utilizar un tratamiento farmacológico durante el embarazopara controlar los síntomas", indicó Clark.
"Si los síntomas de EII no están controlados, o laenfermedad está 'activa', al momento de la concepción, la mujerseguirá teniendo los síntomas de la enfermedad durante elembarazo", explicó Clark.
La doctora Leah Battista, especialista en medicinamaternofetal del Grupo Médico de Kaiser Permanente, Californiadel Sur, y que no participó del estudio, recomendó que lasmujeres con EII se aseguren de que la enfermedad esté enremisión por lo menos seis meses antes de quedar embarazadas.

FUENTE: Journal of Perinatology, online 20 de marzo del2014.
http://www.eleconomista.es/empresas-finanzas/noticias/5707085/04/14/Varia-el-efecto-del-embarazo-en-la-enfermedad-intestinal-inflamatoria.html#.Kku8tbg9OPPBHT6





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