miércoles, 28 de enero de 2015

EEUU.- La microbiota intestinal influye en la permeabilidad de la barrera entre la sangre y el cerebro .

Un nuevo estudio en ratones, realizado por investigadores del Instituto Karolinska, en Suecia, junto con colegas de Singapur y Estados Unidos, muestra que nuestros microbios intestinales pueden influir en la integridad de la barrera hematoencefálica, que protege al cerebro de sustancias nocivas presentes en la sangre.

Según los autores, los resultados proporcionan evidencia experimental de que nuestros microbios naturales contribuyen al mecanismo que cierra la barrera sangre-cerebro antes del nacimiento y apoyan observaciones previas de que la microbiota intestinal puede afectar al desarrollo del cerebro y su funcionamiento.

La barrera sangre-cerebro es altamente selectiva, impidiendo que moléculas y células no deseadas entren en el cerebro desde el torrente sanguíneo. En el estudio actual, publicado en la revista 'Science Translational Medicine', un equipo de investigación interdisciplinario e internacional demuestra que el transporte de moléculas a través de la barrera sangre-cerebro puede ser controlado por los microbios del INTESTINO, lo que sugiere que juega un papel importante en la protección del cerebro.

Los científicos llegaron a esta conclusión al comparar la integridad y el desarrollo de la barrera sangre-cerebro entre dos grupos de ratones: el primero fue criado en un ambiente en el que se le expuso a las bacterias normales, y el segundo, llamado el de ratones libres de gérmenes, se mantuvo en un ambiente estéril y sin ninguna bacteria.

"Demostramos que la presencia de la microbiota intestinal de la madre al final del embarazo bloquea el paso de anticuerpos marcados al parénquima cerebral [tejido funcional] del feto en crecimiento", dice la primera autora, Viorica Braniste, del Departamento de Microbiología, Tumor y Biología Celular en el Instituto Karolinska. "Por el contrario, en los fetos de la misma edad de madres libres de gérmenes, estos anticuerpos cruzan fácilmente la barrera hematoencefálica y se detectan dentro del parénquima cerebral", añade.

El equipo también detectó que el aumento de la 'permeabilidad' de la barrera sangre-cerebro, observada en ratones libres de gérmenes al inicio de su vida, se mantuvo en la edad adulta. Curiosamente, esta 'permeabilidad' podría ser eliminada si se sometía a los ratones a un trasplante fecal de los microbios intestinales normales.

LAS BACTERIAS, UN COMPONENTE ESENCIAL DEL CUERPO

Aunque todavía queda por determinar los mecanismos moleculares precisos, el equipo de expertos fue capaz de demostrar que las llamadas proteínas de unión estrecha, que se sabe que son importantes para la permeabilidad de la barrera hematoencefálica, registraron cambios estructurales y sus niveles de expresión fueron alterados en ausencia de bacterias.

Según los investigadores, los resultados proporcionan evidencia experimental de que las alteraciones de nuestra microbiota natural pueden tener consecuencias de largo alcance para la función de la barrera sangre-cerebro durante toda la vida.

"Estos hallazgos subrayan la importancia de los microbios maternos durante la vida temprana y que nuestras bacterias son un componente integral de nuestra fisiología del cuerpo", afirma el profesor Sven Pettersson, investigador en el Departamento de Microbiología, Tumor y Biología Celular de Karolinska.

"Teniendo en cuenta que la composición microbioma y la diversidad cambian con el tiempo, es tentador especular que la integridad de la barrera sangre-cerebro también puede fluctuar dependiendo del microbioma. Este conocimiento puede usarse para desarrollar nuevas formas de apertura de la barrera hematoencefálica con el fin de aumentar la eficacia de los fármacos para el cáncer cerebral y diseñar regímenes de tratamiento que refuercen la integridad de la barrera sangre-cerebro", concluye.

WEB: http:// http://www.sepd.es/noticias_id.php?id_noticia=366

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