viernes, 20 de diciembre de 2013

Nutrición en la enfermedad de Crohn.

La afectación del intestino delgado en la EC puede agravar de forma considerable los problemas nutricionales de estos pacientes al comprometer la absorción y digestión de nutrientes. La prevalencia de malnutrición en las series publicadas oscila entre el 20-85%, esto es debido a las diferencias en la gravedad, localización, extensión, edad y respuesta al tratamiento.
Los déficits de hierro y ácido fólico son los más frecuentes y en menor grado los de vitamina D, zinc, magnesio, calcio y vitamina A.
El aspecto que diferencia especialmente a los niños en relación a los adultos con EC es el retraso del crecimiento. Aproximadamente el 25% de los pacientes con EII debutan antes de los 18 años hasta el 46% de los diagnosticados de EC presentan una disminución de la velocidad de crecimiento antes del comienzo de cualquier otra sintomatología y sólo el 12% tienen una velocidad de crecimiento normal en el momento del diagnóstico.Esto contrasta con los pacientes con CU en los que sólo el 10% presentan disminución de la velocidad de crecimiento al diagnóstico.
Un reto para el gastroenterólogo pediátrico es conseguir que el niño afecto de EC alcance la talla esperada de adulto. El despistaje precoz del hipocrecimiento en cualquier niño es fundamental para su futuro, de tal modo que una velocidad de crecimiento inferior a 4-5 cm/año o el decalaje de más de una desviación estándar en la curva de talla obligan a la investigación de EC, aunque aparentemente no manifiesten otros síntomas.
El tratamiento dietético de los pacientes con EC tiene dos objetivos:

  • Prevenir y/o corregir los déficits nutricionales con el propósito de asegurar un crecimiento y estado nutricional adecuados.
  • Constituir una alternativa eficaz al tratamiento farmacológico, en particular a los esteroides, para el control de la enfermedad. Esta modalidad se denomina tratamiento nutricional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario