lunes, 30 de diciembre de 2013

APPEII CON LUZ. UN ABRAZO .

Un ejemplo de superación

Una vida con mucha Luz

Una joven viguesa afectada desde niña por la enfermedad de Crohn y obligada a estar unida a una mochila en la que porta las bolsas que le nutren narra su empeño diario por superar las dificultades y cumplir sus sueños

30.12.2013 | 14:39
Luz María Lorenzo en el Hospital Povisa de Vigo. // Marta G. Brea
Luzi tiene 24 años y desde los 7 sufre los estragos de una enfermedad incurable y cruel llamada Crohn. Tras ser sometida a 17 operaciones en las que le fueron extirpando casi todo el intestino, desde hace un año se ve obligada a alimentarse a través de una sonda. Durante este tiempo, Luzi ha demostrado una sorprendente capacidad de superación y se ha empeñado en llevar una vida lo más normal posible y siempre con una sonrisa. Hace un mes dijo adiós al pesado carrito de hospital que precisaba para llevar la nutrición gracias a una mochila con la que va a pasear, de compras y hasta de pubs.
Lo primero que le pasa a uno por la mente cuando conoce a Luz es lo acertados que estuvieron sus padres al elegir su nombre hace 24 años. No importa que sea una habitación de hospital el lugar donde esta joven viguesa se encuentre; ella sonríe por doquier, bromea con médicos, enfermeras y con el resto de los pacientes, reta a su propia enfermedad y mira la vida con un optimismo apabullante. No es metafórico que todo parezca brillar a su alrededor, es que incluso ha decorado la habitación del hospital con motivos navideños. "Si voy a estar aquí unos días, mejor que esté bonito", asegura sin rastro de resignación mientras permanece ingresada por una infección que, debido a su debilitado sistema inmunológico, precisó de un mes para recuperarse.
Luz María Lorenzo, Luzi -como prefiere que le llamen todos- sufre desde los 7 años los estragos de la enfermedad de Crohn, una dolencia incurable y cruel que causa inflamación e irritación en cualquier parte del tubo digestivo y que, en los casos más severos, como es el suyo, la única solución pasa por la cirugía. Luzi lleva 17 operaciones en las que le han ido extirpando tramos del intestino hasta quedarse con apenas un trocito, lo que le obliga a alimentarse por vía parenteral a través de una sonda desde hace un año.
Hasta hace solo un mes, se veía obligada a ir siempre acompañada de un pesado carro de hospital en el que colgaba las bolsas de la nutrición. Esa tremenda carga, no impidió que Luzi tratara de seguir su vida de la forma más normal posible. "Incluso fui a la playa con él; la gente se te queda mirando alucinada, pero una vez que te acostumbras ya te da igual", afirma.

http://www.farodevigo.es/sociedad-cultura/2013/12/30/vida-luz/940051.html 

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