lunes, 29 de septiembre de 2014

Una enfermedad autodestructiva: La enfermedad de Crohn

 ¿Cómo puede nuestro propio cuerpo causarnos una enfermedad? ¿Cuál es su desencadenante para que ocurra en unas personas y no en otras? ¿Cómo podemos combatirla?
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La enfermedad de Crohn es una enfermedad poco conocida, con este artículo trataremos de acercarnos un poco más a ella.
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¡Esta enfermedad crónica se produce por ataque de nuestro propio sistema inmunitario! Este ataca a nuestro propio cuerpo por error y destruye el tejido corporal sano provocando una inflamación crónica en el tracto gastrointestinal, lo que conduce al engrosamiento de la pared intestinal. Se incluye dentro del grupo de las enfermedades inflamatorias intestinales (EII).
La enfermedad fue descrita por primera vez por Giovanni Battista Morgagni (1682-1771). John Berg¡ en 1898 y el cirujano polaco Antoni Lesniowski en 1903 describieron más casos de la dolencia. En 1932 la información fue publicada otra vez por Burrill Bernard Crohn y sus colegas Ginzburg y Oppenheimer, y del apellido del primero proviene el nombre más conocido de la enfermedad. A veces puede encontrarse bajo el nombre de enteritis regional o de colitis granulomatosa.
Tipos según su localización:
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  • Ileocolitis, es la forma más común, afecta la parte inferior del intestino delgado (íleon) y el intestino grueso (colon).
  • Enteritis de Crohn, afecta al intestino delgado en general.
  • Ileítis, que afecta al íleon o porción final del intestino delgado.
  • Enfermedad de Crohn gastroduodenal, que causa inflamación en el estómago y la primera parte del intestino delgado, denominada duodeno.
  • Yeyunoileítis, que ocasiona parches de inflamación desiguales en la mitad superior del intestino delgado (yeyuno)
  • Colitis de Crohn (granulomatosa), que afecta al colon.
  • Crohn en estado crítico estenosante, se han documentado pocos casos en el mundo y se da cuando la enfermedad no responde a ningún tratamiento, en este caso se procedería a la cirugía si el área afectada no fuese muy extensa.
Causas:
La causa exacta que provoca esta enfermedad se desconoce. Se trata de un ataque de las células inmunitarias hacia nuestro propio tejido (trastorno autoinmunitario). Lo siguiente parece jugar un papel decisivo en la provocación de esta enfermedad: -Los genesy los antecedentes familiares -Los factores ambientales -Tendencia del cuerpo a reaccionar de forma exagerada a bacterias normales de los intestinos -Tabaquismo -Alcohol La enfermedad puede aparecer a cualquier edad, pero suele hacerlo entre los 15 y los 35 años.
Síntomas:
Estos dependen de la parte del tracto gastrointestinal que afecta. Pueden ir desde leves a graves y se producen por periodos de ausencia y presencia. Los principales son: dolor abdominal con cólicos, fiebre, fatiga, inapetencia, dolor con las deposiciones, diarrea acuosa y pérdida de peso. Otros pueden ser: estreñimiento, inflamación de los ojos, fístulas, hinchazón y dolor articular, úlceras bucales, sangrado rectal y en heces, protuberancias o llagas, encías inflamadas.
Tratamiento:
Dieta: consumir alimentos que ayuden a mejorar los síntomas, como probióticos y el aminoácido L-glutamina, principal carburante del intestino delgado. También ayudan la ingesta de ácidos grasos esenciales, omega 3 y 6, que restauran la mucosa intestinal. Reducir el consumo de alimentos con fibra.
Medicamentos:
-Analgésicos como: los aminosalicilatos (5-ASA) y los corticosteroides, estos úlimos para casos más graves.
-Medicamentos que calman la reacción inmunitaria del cuerpo: azatioprina o 6-mercaptopurina.
-Antibióticos que tratan los abscesos o fístulas.
-Terapia biológica para tratar pacientes con enfermedad de Crohn grave que no responden a ningún otro tipo de medicamento. Los medicamentos en este grupo abarcan Infliximab (Remicade), adalimumab (Humira), certolizumab (Cimzia) y natalizumab (Tysabri).
-Cirugía: en algunos casos se necesita para extirpar una parte dañada (resección del intestino).

No existe cura para la enfermedad de Crohn. La enfermedad se caracteriza por períodos de actividad (brotes) e inactividad (remisión). Estos períodos varían según los pacientes. Las fases de remisión se caracterizan por la ausencia de síntomas, mientras en las fases de actividad se presentan mayoritariamente dolores abdominales, diarrea, vómitos, obstrucciones, fiebre, pérdida de apetito y pérdida de peso. Por ello es muy importante continuar tomando medicamentos por largo tiempo para tratar de impedir que los síntomas de la enfermedad reaparezcan.
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