lunes, 22 de diciembre de 2014

Qué hay que saber sobre el consumo de dulces durante la Navidad.

17/12/2014
Las Fiestas de Navidad son una época del año en la que predominan las comidas en familia, que pueden ser muy copiosas y abundantes. Este hecho, junto con los alarmantes datos de sobrepeso y obesidad infantil (un estudio elaborado por la Organització Mundial de la Salut (OMS) sitúa España como el tercer país de la Unión Europea con una mayor tasa de obesidad infantil y Europa se sitúa en segundo lugar a nivel mundial después de América)nos llevan a reflexionar sobre lo que se come durante estos días.
Algunos de los alimentos que más consumen son diferentes tipos de dulces. No se trata de eliminarlos de la mesa familiar, sino de consumirlos de un modo más responsable y moderado, para poder continuar disfrutando de estos alimentos y de su asociación con toda la cultura gastronómica que comportan.
Por eso, en primer lugar, es necesario conocer un poco mejor este tipo de productos. Se debe tener presente que, un aspecto importante en éstos y en cualquier otro tipo de alimentos es su calidad. Los ingredientes utilizados para elaborarlos determinan, no sólo su calidad organoléptica, sino también, en muchas ocasiones, su calidad nutricional.
En el caso de los turrones, los más tradicionales están hechos, principalmente, a base de frutos secos y azúcar o miel. Estos ingredientes hacen que sean alimentos muy energéticos, ricos en azúcares, pero también se debe destacar su aporte de ácidos grasos e insaturados, beneficiosos para nuestro organismo. Otras variedades de turrones pueden incorporar huevo, chocolate, frutas, cereales inflados, licores, etc. Cada uno tendrá unas características diferentes, pero siguen siendo muy energéticos.
 
Los polvorones, de la misma forma que los turrones, tienen una elevada proporción de frutos secos en sus ingredientes, pero que también pueden incorporar otras grasas, como la manteca de cerdo. Eso hace que incorporen ácidos grasos saturados ycolesterol, que no se encuentran en los turrones.
 
Además, durante estos días, también predominan bombones, barquillos, pasteles diversos, etc. que hacen aumentar el consumo de grasas y azúcares de nuestra alimentación habitual. 
 
Como se ha comentado anteriormente y como se detalla en las guías alimentarias sobre alimentación saludable, no es cuestión de no comer ninguno de estos alimentos, sino de utilizar algunas estrategias para no hacer un consumo excesivo de ellos. A continuación, se proponen algunos consejos.
 
El primer aspecto donde se puede incidir es en la compra. Si en casa no se dispone de una cantidad excesiva de este tipo de alimentos, su consumo será más moderado. Comprar los dulces necesarios para comer en días señalados, ni tener muchos antes de las Fiestas, ni que queden muchos de ellos en la despensa.
 
El siguiente punto puede ser la planificación de las comidas festivas. Es necesario intentar que no todos los platos del menú sean muy abundantes y energéticos. Se puede intentar hacer entrantes más ligeros y ofrecer postres a base de fruta. 
 
Lógicamente, una alimentación saludable es una cuestión de la frecuencia en la que se come cada alimento, pero también de la cantidad. Si nos gustan los dulces, podemos intentar comerlos en una cantidad más moderada. La ración habitual de turrón acostumbra a ser de unos 30g (una décima parte de una barra de unos 300g), mientras que la de polvorones son 1 o 2 piezas.
 
Por último, el hecho de mantener algunos hábitos ayuda a no descontrolarse tanto respecto a las rutinas cotidianas. No saltarse comidas, hacerlas en los horarios habituales, retirar la comida de la mesa si se alarga la sobremesa y no guardar los dulces al alcance de todo el mundo pueden ser algunas de las actitudes que ayuden a no comer en exceso. Además, buscar tiempo para hacer ejercicio físico durante las vacaciones también es necesario para un correcto estado de salud.

Dulces de Navidad y diabetes

De forma adicional, ya que todos estos productos tienen una cantidad destacable de azúcares, os damos algunas pautas a tener en cuenta para personas diabéticas.
En el momento de escoger qué tipo de turrones o dulces de Navidad comprar, se debe tener en cuenta que los productos etiquetados “sin azúcar” son los que contienen menos de 0,5g de azúcar por cada 100 g de alimento.  No se deben confundir con los etiquetados “sin azúcar añadido”, en los cuales no se añade ningún tipo de azúcar durante la elaboración, pero pueden contener azúcares propios de los alimentos que lo componen.
Finalmente, los etiquetados como “bajo contenido en azúcar” son aquellos que contienen 5 g de azúcar por cada 100g de alimento. Se recomienda leer las etiquetas atentamente y fijarse en el valor de hidratos de carbono total, no sólo mirar el contenido en azúcares porque a menudo el etiquetado de estos productos induce al error. Los diabéticos pueden consumir turrones normales sin ningún problema, únicamente deben controlar más las raciones. 

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