lunes, 14 de marzo de 2016

"Si se confiara más en el investigador la ciencia sería más barata y productiva"

recisesads se puso en marcha en 2014 y se extenderá a lo largo de tres años más Se trata del único proyecto de estas características en Andalucía y uno de los dos que existen en España
V. GOMARIZ BELDA GRANADA | ACTUALIZADO 12.03.2016 - 09:37 
-¿Cómo surge el proyecto Precisesads? 
-Surge de una convocatoria que salió del programa de terapias avanzadas de la Unión Europea.
 Se remonta a mucho tiempo atrás la idea de que las enfermedades autoinmunes sistémicas tienen
 mucho en común. Probablemente la manera de reclasificar dichas enfermedades no sea haciéndolo 
a nivel individual sino poniendo a todas juntas y encontrando qué es lo que todas ellas tienen en 
común. Creo que enfermedades de este tipo tienen muchas cosas en común relacionadas tal vez 
con la etología misma. Los individuos se van a separar de acuerdo a las vías patogénicas que 
están involucradas en que la enfermedad se desarrolle clínicamente. 

-¿Son las enfermedades raras la base de esta propuesta? 
-Son enfermedades relativamente raras, unas lo son y otras no. Depende mucho, hay factores
 genéticos y étnicos que tienen que ver con ello. En Europa la artritis reumatoide es mucho más
 frecuente mientras que en países como Estados Unidos o México el lupus es más corriente entre
 la población afroamericana que en la europea. Visto así, la definición de rara es demasiado
 arbitraria. Mejor compleja. 

-¿Por qué así? 
-Porque hay muchos factores que la causan. Son enfermedades que se deben a mutaciones muy
 poco frecuentes que se dan en lugares donde la población es muy homogénea. Muchas veces un
 gen determinado es el causante. Son enfermedades que en su mayoría aparecen al nacimiento o
 a edades muy tempranas, salvo excepciones como la enfermedad de Huntington, que se desarrolla 
mucho más tarde. De este modo, las enfermedades complejas requieren del medio ambiente y de
 la respuesta que tiene el individuo genéticamente. Además la expresión clínica como tal es algo
 limitada para lo que realmente existe detrás a nivel molecular en cada una de ellas. El seguimiento
 de las mismas es muy diferente. 

-El proyecto llega a su ecuador tras dos años de trabajo, ¿qué balance hace de este periodo? 
-Muy positivo. La primera parte del proyecto ha sido el completar el reclutamiento de pacientes. La 
respuesta de los grupos clínicos ha sido excelente. Agradezco muchísimo a los pacientes el que se
 presten en un momento dado a que nosotros podamos aumentar el conocimiento y este vaya en
 favor de ellos mismos. Es lo que buscamos y lo que queremos hacer. Ojalá en España y Europa los
 políticos dejaran de pensar en sus propios nacionalismos a la hora de valorar la investigación para
 no jugar con ella. Tienen que pensar que todos somos seres humanos y que el bienestar de todos 
es lo que está en juego. 

-¿Se ha encontrado algún problema? 
-La investigación precisa de menos bloques administrativos. En España si se le diera más confianza
 al investigador para que éste pueda tomar ciertas decisiones sobre qué ordenador comprar o a
 qué persona reclutar -que es lo que pasa en otros países-, sería más barato, productivo y
 seguramente mucho más competitivo. No son lógicas las auditorías para tan solo 300 euros. Hay 
gente muy bien preparada en este país pero hace falta más flexibilidad. 

-En el caso de Precisesads hasta 28 entidades de todo el mundo están implicadas en el 
proyecto, ¿cómo se coordina todo ese trabajo? 
-Los mails funcionan perfectamente, ha sido algo muy importante para establecer las colaboraciones.
 La industria farmacéutica ha tenido una entrada muy importante. El programa de terapias 
innovadoras está funcionando bastante bien, al menos en nuestro caso. Tenemos a gente muy
 bien preparada. Por mi parte requiere bastante trabajo y dedicación, hay algunas cosas importantes
 como las cuestiones éticas que tenemos que cumplir y que hay que tener bien claras y adecuarlas
 a la legislación de cada país. Los políticos no caen en que todos somos seres humanos y que 
enfermamos en las mismas cosas. Ese es el problema principal. Lo que nos detiene son las 
cuestiones locales y lo que nos permite el avance son las colaboraciones internacionales. La ciencia
 es común a todo el conocimiento, es universal. No hay monopolios de inteligencia. 

-¿Qué papel juega Genyo en todo esto? 
-Al estar yo aquí coordino el proyecto. Nosotros hacemos mucho del trabajo. Recibimos muestras 
de centros hospitalarios de Granada y Málaga, estamos muy en el centro de muchas de las cosas 
que se van a hacer. Tenemos un nuevo instrumento que es único en España para analizar las células
 extraídas en cada una de las muestras. Genyo es el corazón del proyecto. 

-¿Cuál es el gran reto en estos dos años de trabajo que restan? 

-Que la idea cuaje, que podamos a analizar los datos. Hay obstáculos administrativos como
 convocatorias para comprar instrumentación que conllevan tiempo. Una vez superado eso, tenemos
 ya muestras que se están procesando... Finalmente habrá que entender los datos extraídos.

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