jueves, 7 de agosto de 2014

Derechos de los niños hospitalizados.

  • A que no se le hospitalice salvo en el caso de que no pueda recibir los cuidados necesarios en su casa o en un ambulatorio.
    • A la hospitalización diurna, sin que ello suponga una carga adicional a los padres.
    • A estar acompañado de sus padres o de la persona que los sustituya el mayor tiempo posible durante su permanencia en el hospital. El ejercicio de este derecho no debe perjudicar ni obstaculizar la aplicación de los tratamientos a los que hay que someter al niño.
    • A recibir una información adaptada a su edad, su desarrollo mental y su estado afectivo y psicológico.
      A una recepción y seguimiento individuales, destinándose en la medida de lo posible los mismos enfermeros y auxiliares para dicha recepción y los cuidados necesarios.
    • A negarse (por boca de sus padres o de la persona que los sustituya) a ser sujeto de investigación, y a rechazar cualquier cuidado o examen cuyo propósito primordial sea educativo o informativo y no terapéutico.
    • Derecho de sus padres o de la persona que los sustituya a recibir todas las informaciones relativas a la enfermedad y al bienestar del niño, siempre y cuando el derecho de éste al respeto de su intimidad no se vea afectado por ello.
    • Derecho de los padres o de la persona que los sustituya a expresar su conformidad con los tratamientos que se aplican al niño.
    • Derecho de los padres o de la persona que los sustituya a una recepción adecuada y a su seguimiento psicosocial a cargo de personal con formación especializada.
    • A no ser sometido a experiencias farmacológicas o terapéuticas. Sólo los padres o la persona que los sustituya tendrán la posibilidad de conceder su autorización así como de retirarla.
    • Derecho del niño, cuando está sometido a experimentación terapéutica, a estar protegido por la declaración de Helsinki de la Asamblea Médica Mundial y sus subsiguientes actuaciones.
    • A no recibir tratamientos médicos inútiles y a no soportar sufrimientos físicos y morales que puedan evitarse.
    • Derecho y medios de contactar con sus padres o con la persona que los sustituya en momentos de tensión.
    • A ser tratado con tacto, educación y comprensión y a que se respete su intimidad.
    • A recibir los cuidados prodigados por un personal cualificado, que conozca las necesidades de cada grupo de edad en el plano físico y afectivo.
    • A ser hospitalizado junto a otros niños, evitando todo lo posible su hospitalización entre adultos.
    • A disponer de locales amueblados y equipados, de modo que respondan a sus necesidades en materia de cuidados, de educación y de juegos, así como de las normas oficiales de seguridad.
    • A proseguir su formación escolar y a beneficiarse de las enseñanzas de los maestros y del material didáctico que las autoridades escolares pongan a su disposición con la condición de que dicha actividad no cause perjuicios a su bienestar y/o no obstaculice los tratamientos que se siguen.
    • A disponer de juguetes adecuados a su edad, libros y medios audiovisuales.
    • A poder recibir estudios en caso de hospitalización parcial (hospitalización diurna) o de convalecencia en su propio domicilio.
    • A la seguridad de recibir los cuidados que necesita, incluso en el caso de que fuese necesaria la intervención de la justicia si los padres o la persona que los sustituya se los niegan por razones religiosas, de retraso cultural, de prejuicios, o no están en condiciones de dar los pasos oportunos para hacer frente a la urgencia.
    • A la necesaria ayuda económica, moral y psicosocial para ser sometido a exámenes y/o tratamientos que deban efectuarse necesariamente en el extranjero.
    Extracto de los de la Carta Europea de los Niños Hospitalizados. Resolución del Parlamento Europeo (13 de mayo de 1986)

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