miércoles, 20 de septiembre de 2017

¿Necesito tratamiento psicológico si tengo Colitis Ulcerosa o Enfermedad de Crohn?

Desde el tratamiento psicológico basado en la evidencia científica, se planifican las acciones más indicadas para que el paciente consiga:
  • Adaptarse mejor a las consecuencias de la enfermedad.
  • Aceptar las molestias y limitaciones que la enfermedad conlleva.
  • Afrontar las demandas de la enfermedad, por el estrés que la propia enfermedad produce.
  • Disminuir el miedo, la ansiedad, depresión y otras emociones negativas.
  • Reducir el dolor y otros síntomas propios de la enfermedad.
  • Aprender cómo comunicarse con la familia, los amigos, tu pareja o los compañeros de trabajo, acerca de lo que te pasa.
EII-cuadro
Tú médico debe ser quién confirme y explique lo necesario acerca de esta enfermedad, y en su caso, haga un diagnóstico diferencial con otras enfermedades que tienen síntomas similares, como en el caso del Síndrome del Intestino Irritable. Si necesita más información, acuda a su médico.
El tratamiento psicológico es, sin duda, un aporte fundamental en el afrontamiento de la enfermedad.

Decálogo de recomendaciones psicológicas

1. Cada paciente con Enfermedad de Crohn o Colitis Ulcerosa es distinto, no pienses que lo que le pasa a otro paciente de la sala de espera, te va a pasar a ti.
2. El tratamiento psicológico te va a beneficiar. Ten en cuenta que el no ser consciente de cómo nos afecta una enfermedad es común en las personas y, por supuesto, también en pacientes con EII.
3. Aceptar las molestias y limitaciones de la enfermedad mejorará tu bienestar.
4. Hablar sobre tu enfermedad y expresar tus sentimientos es bueno, pero hablar sólo de ella o quejarte constantemente, es contraproducente.
5. Identificar las situaciones más difíciles para ti con respecto a tu enfermedad y buscar soluciones para resolverlas.
6. No pensar que cualquier sensación o signo de la enfermedad que aparezca (cansancio, dolor, heces más liquidas …) son peligrosos y provocarán un brote.
7. Asumir que irás con frecuencia al baño y no obsesionarte con contar las veces que vas o mirar las heces. Todo ello no es signo de que estés empeorando, sólo un síntoma de tu enfermedad.
8. No evitar actividades, ni sitios donde pueda ser difícil encontrar un baño.
9. Seguir haciendo una vida lo más normal posible, sin obsesionarte con la enfermedad, reincorporando actividades agradables (salir con amigos, hacer deporte, viajar, etc.) y prestar más atención a todo lo bueno que hay en tu vida.
10. Contar con un tratamiento psicologico basado en la evidencia científica, es una decisión importante para afrontar tu enfermedad.

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