miércoles, 8 de junio de 2016

La enfermedad inflamatoria intestinal perjudica la rutina diaria de los pacientes, especialmente durante los brotes.

La enfermedad inflamatoria intestinal (enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa) perjudica la rutina diaria de los pacientes, especialmente durante los brotes, siendo la diarrea, sangrado rectal, dolor abdominal, cansancio y sangre algunos de sus principales síntomas.
En este sentido, la llegada del verano implica un aumento de la preocupación para estos pacientes, ya que necesitan una mayor planificación para minimizar el impacto de las vacaciones y los viajes en el curso de su enfermedad. Y es que, un paciente activo puede mejorar el control de los síntomas de su enfermedad en distintas situaciones de su vida, como las vacaciones, y percibir pronto los beneficios de su tratamiento.
Por ello, la Confederación de Asociaciones de Enfermos de Crohn y Colitis Ulcerosa de España (ACCU España), en colaboración con AbbVie, ha ofrecido unas pautas para los pacientes sobre lo que es recomendable hacer y lo que deben evitar durante las vacaciones.
En concreto, destacan la importancia de informar al médico de las características del viaje; llevar un informe actualizado con la enfermedad que se padece, la medicación, el teléfono y el correo electrónico de contacto del centro donde realizan el seguimiento de tu enfermedad; y viajar con un documento o tarjeta que acredite ser beneficiario de asistencia sanitaria y una cartilla de vacunación en regla.
LLEVAR LOS MEDICAMENTOS A MANO
También es importante mantener los medicamentos en tu bolso de mano; si se toman tratamientos para controlar la respuesta inmunológica, que estén registrados en una tarjeta en lengua inglesa: averiguar qué médico se tiene asignado en el país de destino ante cualquier imprevisto que pueda surgir; y contar con unas instrucciones individualizadas por parte del médico para saber cómo actuar en caso de presentarse un brote.
Asimismo, durante la estancia, en países tropicales o en vías de desarrollo se recomienda siempre beber agua embotellada y alimentos bien cocinados, intentar no comer alimentos crudos, evitar helados, pelar toda la fruta y extremar medidas higiénicas para evitar la diarrea del viajero. Es importante evitar el café y el té por ser bebidas estimulantes.
Ahora bien, si se sufre un brote, el primer objetivo es evitar la deshidratación, ya que un principio puede ser complicado diferenciar esta fase de una gastroenteritis o diarrea del viajero. Por ello, hay que planificar las rutas y excursiones, teniendo en cuenta la ubicación de los aseos o estaciones de servicio.
Actualmente, muchos países, como Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia, Canadá y Francia, disponen de webs y aplicaciones para móviles con geolocalización de lavabos cercanos al paciente. Se trata de iniciativas similares a la campaña 'No Puedo Esperar', que ACCU Cataluña creó en 2013.
Finalmente, los expertos han aconsejado que a la vuelta del viaje se pida cita con el gastroenterólogo para realizarse estudios e heces (coprocultivos, huevos, parásitos) o análisis de sangre

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