Las Enfermedades Autoinmunes (EA) o sistémicas, causadas por el sistema inmunitario que ataca las células del propio organismo, han aumentado de manera alarmante en las últimas décadas.
Una de estas patologías sistémicas que más ha incrementado el número de casos, es la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII).
En el desarrollo de este tipo de patologías hay dos factores primordiales: la genética (40%) y el ambiente (60%). A los que habría que sumar la inmunodeficiencia y los factores hormonales.
Todos estos elementos en interacción con la genética, provocan que ciertos genes "despierten" y desencaden enfermedades. A este proceso se le denomina epigenética.
Distribución de las enfermedades autoinmunes en función del sexo, la edad y la zona geográfica
Diversos estudios han encontrado diferencias en cuanto al sexo y la edad a la hora de padecer EA. Las personas mayores y las mujeres presentan mayor tendencia a desarrollar enfermedades autoinmunes.
Esto podría explicarse porque los factores hormonales parecen jugar un papel importante. Los estrógenos tendrían un efecto "facilitador", mientras que la testosterona actuaría como un "protector". Debido a esta circunstancia, es muy importante destacar que las mujeres con patologías autoinmunes han de quedarse embarazadas cuando la enfermedad esté inactiva. Se han descrito casos en los cuales el cuerpo de la madre detecta al feto como un cuerpo extraño, y el sistema inmunitario actúa provocando un aborto.
Además el lugar donde se vive influye en la aparición de este tipo de patologías. Se ha demostrado que la vitamina D tiene un potente efecto sobre la inmunidad. Por ello, las personas que viven en zonas donde hay pocas horas de luz solar, presentan más alteraciones del sistema inmunológico y enfermedades sistémicas.
Hipótesis de la higiene
En 1989 David Strachan sugirió que el aumento del asma o las alergias, se relacionaba con una menor exposición a los gérmenes, a los animales y un exceso de limpieza.
Stranchan dedujo que una exposición repetida a deteminados microbios desde edades tempranas, ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y a evitar que este reaccione de manera desmesurada ante alérgenos potenciales.
Esta teoría también se ha utilizado para explicar el aumento de la incidencia de las enfermedades autoinmunes en los países desarrollados, donde son más frecuentes que en los que están en vías de desarrollo.
Sistema digestivo y microbiota
El aparato digestivo tiene dos funciones principales: captar los nutrientes y luchar contra elementos patógenos.
La disminución de la capacidad para luchar contra bacterias nocivas, provoca que el intestino reduzca la posibilidad de luchar contra las infecciones y por consiguiente, una disminución de la flora intestinal.
La microbiota o flora intestinal, está compuesta por un conjunto de microorganismos, que ayudan a digerir los alimentos, a producir determinados nutrientes y a proteger al organismo de elementos patógenos.
Se ha comprobado que hay alimentos y agentes externos que favorecen la inflamación intestinal e influyen directamente en la microbiota.
Tabla de alimentos que favorecen y protegen de la inflamación:
Pro-Inflamatorios | Antiinflamatorios |
Carne roja | Fruta y verdura |
Altas cantidades de alcohol | Cúrcuma |
Gluten | Ajo/Cebolla |
Azúcar | Ácidos grasos omega 3 (pescado azul) |
Tabaco | Vino |
Un alto nivel de grasa corporal es capaz de activar el sistema inmune porque incrementa la producción de determinadas hormonas. También el ejercicio intenso es proinflamatorio, mientras que el ejercicio moderado es un reductor de la inflamación.
Mente y enfermedades autoinmunes
El sistema nervioso modula el sistema inmune, y se estimulan mutuamente debido a que funcionan de arriba a abajo, y de abajo a arriba.
Está comprobado que el estrés agudo es positivo y estimula la inmunidad. Mientras que el estrés crónicoes negativo, porque influye directamente en el sistema inmunitario.
La ansiedad, la depresión y la inflamación están altamente relacionadas, ya que las sustancias inflamatorias que genera el sistema inmunológico dañan el aparato digestivo y a su vez, afectan al sistema nervioso.
Fuente: Charla médica de la XXVI Convención de ACCU en mayo de 2016, "Inmunidad Intestinal y Ambiente" impartida por el Dr. Fernando Fariñas (experto en inmunología y enfermedades infecciosas).
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