jueves, 14 de enero de 2016

La colitis ulcerosa controla la vida de la mitad de sus pacientes.

13 enero 2016
19:26
La monitorización farmacológica, el control estricto y el conocimiento del perfil del paciente, son las formas recomendadas por los especialistas para intervenir de forma precoz la colitis ulcerosa, y resolver los principales síntomas de los pacientes. «Esta patología cursa a brotes, y en ocasiones afecta de forma notable a la calidad de vida del paciente», explica el doctor Julián Panés, jefe del Departamento de Gastroenterología del Hospital Clínic de Barcelona, durante su intervención en el Congreso Europeo de Gastroenterología. «Resulta fundamental informar al paciente para que se involucre en todos los pasos de su tratamiento, tanto en el marco de la consulta con el especialista, como en su casa, para mantener la enfermedad bajo control, y estar atento a su evolución».
La colitis ulcerosa es una enfermedad inflamatoria intestinal que afecta aproximadamente a 200 personas de cada 100.000 en Occidente. La extensión de la enfermedad es el principal factor predictivo de su evolución a largo plazo, por lo que la relación médico-paciente y la educación sanitaria son factores que pueden ayudar a abordar el trastorno, incluyendo atención psicológica.
Según los datos revelados durante el simposio organizado por AbbVie, el 55% de los pacientes con colitis ulcerosa afirma haber padecido alguna alteración en su calidad de vida. Los síntomas más molestos que señalan la mayoría de los pacientes son la urgencia para ir al baño y el dolor, algo que solo el 6% de los médicos y el 11% de las enfermeras consideran el dolor uno de los síntomas más limitantes, mientras que los más comunes de un paciente con colitis ulcerosa son diarrea mucosanguinolenta, dolor abdominal y urgencia rectal. Además en ocasiones afecta a la pérdida de peso, produce fiebre (en casos de brotes graves) y afecta al estado general. Todo ello repercute en la calidad de vida del paciente.
Aunque el doctor Panés señala que «con diagnóstico temprano y con un empleo adecuado de todas las opciones terapéuticas se puede mejorar notablemente la calidad de vida del paciente», los pacientes también sufren problemas de autoestima, pues en el 38% de los casos ha disminuido. En cuanto a sus relaciones personales, el trabajo y los ratos de ocio, todos estos aspectos se ven afectados constantemente por la patología, de tal forma que el 41% de los pacientes considera que su enfermedad determina el tipo de trabajo que desempeñan, y el 55% ha tenido que solicitar una baja laboral a causa de su enfermedad. «La mejora de la comunicación entre el paciente y su médico o enfermera especialista y la educación sanitaria del paciente, son fundamentales para un correcto abordaje», concluye el doctor Panés.

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