jueves, 6 de junio de 2019

Esa bacteria llamada Helicobacter Pylori.

Seguro que has oído hablar del Helicobacter pylori porque alguien cercano a ti o incluso tú mismo convivas con esta bacteria. Hasta puede que esté dentro de tu organismo y lo desconozcas. ¿Sabías que es una de las infecciones humanas más prevalentes y que afecta al 60% de la población humana y que en poblaciones con nivel socioeconómico más bajo y peores condiciones sanitarias puede llegar al 80%?
Se encuentra en la capa mucosa que recubre el interior del estómago, la que se encarga de proteger tanto al mismo como al duodeno. La infección por su causa no provoca enfermedades en la mayoría de las personas, pero sí en otras. De hecho, está relacionada con la mayoría de las úlceras de estómago y del intestino delgado. También se asocia al mal aliento, a la gastritis aguda y crónica, y en especial a la gastritis crónica atrófica, el cáncer gástrico, la hiperplasia nodular gástrica, los adenomas gástricos y el linfoma MALT.

Causas y síntomas de la Helicobacter Pylori

Aunque aún no se sabe la razón exacta del contagio, sí se conce que la infección por el microorganismo generalmente se produce en la infancia. Su transmisión puede ocurrir de una persona contaminada a una sana por medio de la boca o del contacto con vómitos o heces. En el caso de las heces, generalmente bajo la forma de aguas o alimentos contaminados.
La mayoría de las personas con infección por Helicobacter nunca presenta signos ni síntomas. No se sabe por qué ocurre esto, pero puede que algunas personas nazcan con una resistencia mayor a los efectos nocivos de esta bacteria.
Cuando se produce la infección, los signos y síntomas de la infección son:
  • Dolor o ardor en el abdomen
  • Dolor abdominal más agudo con el estómago vacío
  • Náuseas
  • Pérdida de apetito
  • Eructos frecuentes
  • Hinchazón
  • Adelgazamiento involuntario
Debes pedir consulta inmediata con el médico si tienes:
  • Dolor abdominal intenso o persistente
  • Dificultad para tragar
  • Heces con sangre o de color negro alquitranosas
  • Vómitos con sangre o de color negro, o vómitos con la apariencia de granos de café

Factores de riesgo

Los factores de riesgo para la infección por Helicobacter Pylori están relacionados con las condiciones de vida en tu infancia, tales como:
  • Vivir en condiciones de hacinamiento. Si vives en una casa con muchas otras personas, tienes más riesgo de una infección por Helicobacter.
  • Vivir sin una fuente de agua limpia. Tener un suministro de agua limpia y potable contribuye a reducir el riesgo.
  • Vivir en un país en vías de desarrollo. Donde el hacinamiento y las condiciones de vida insalubres pueden ser más frecuentes y por lo tanto más riesgo de infección
  • Vivir con una persona que tiene infección por H. pylori.

Diagnóstico y tratamiento de la Helicobacter Pylori

Existen varias pruebas que pueden detectar su presencia y será el médico el que determine cuál de ellas debe realizarse.
Entre ellas destacan:
  • Test del aliento con urea marcada con carbono 13.
  • Determinación del antígeno de Helicobacter Pylori en heces.
  • Test seroló. Consiste en la determinación en sangre de la presencia de anticuerpos frente al Helicobacter Pylori.
  • Test invasivo (endoscopia digestiva alta). En muchas ocasiones es necesario realizar una gastroscopia para poder examinar directamente el estómago por dentro. En estas circunstancias es posible determinar la presencia del Helicobacter pylori tomando una pequeña muestra del tejido gástrico y realizando un test de ureasa, que es un test parecido al del aliento, en el que se pone en contacto la muestra de tejido con un medio que contiene urea marcada..
Su tratamiento dependerá de cada paciente en concreto pero como norma general se basa en la toma de tres medicamentos con una pauta de administración de entre 7 a 14 días. Se prescribe un inhibidor de la bomba de protones (omeprazol, pantoprazol o lansoprazol), más dos antibióticos, como claritromicina y amoxicilina o claritromicina y metronidazol.
Evidentemente el objetivo del tratamiento es resolver la infección por la bacteria, es decir, eliminarla en el 100% de los casos tratados. Pero esto es un objetivo que no siempre se consigue en la práctica diaria, debido al desarrollo de resistencia a los antibióticos por parte de la bacteria.
Una vez diagnosticada la infección y tratada es necesario confirmar que se haya eliminado la infección. Para ello, habrá que esperar al menos 4 semanas sin tomar antibióticos y 14 días sin consumir omeprazol o derivados. El test del aliento con C13 es la mejor opción para confirmar la erradicación de la infección, pudiendo usarse la detección de antígeno en heces monoclonal como alternativa.

Pautas dietéticas

Los pacientes  que tengan la infección por Helicobacter pylori no necesitan ningún tipo de restricción dietética, se aconseja llevar una dieta variada y equilibrada y excluir de la dieta sólo los alimentos que el paciente considera que le sientan mal.
Algunas recomendaciones generales son:
  • Evita las comidas abundantes. Coma en cantidad moderada y varias veces al día; lo ideal es repartirlas en 5-6 tomas
  • Come despacio y en un ambiente tranquilo. Mastique bien.
  • Bebe suficiente cantidad de agua, en pequeñas cantidades, fuera de las comidas, 30 o 60 minutos antes o después
  • Evita los zumos de naranja, tomate y las bebidas gaseosas.
  • Realiza cocinados sencillos: hervidos, en su jugo, plancha, vapor, horno y evite los fritos, rebozados, empanados, salsas, guisos y en general todas aquellas cocciones que lleven adición de grasas y aceites.
  • Utilice la sal, especias y condimentos con moderación
  • Evita los alimentos estimulantes (café, té, refrescos de cola, alcohol, chocolate…).
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