Barcelona, 8 feb (EFE).- Un estudio liderado por el grupo de Fisiología Digestiva del Vall d'Hebron Instituto de Investigación, de Barcelona, ha identificado ocho biomarcadores que podrían mejorar el diagnóstico de la enfermedad de Crohn y el diseño del tratamiento, evitando pruebas diagnósticas invasivas.
La doctora Chaysavanh Manichanh, responsable de la línea de investigación de Microbiota Intestinal del citado grupo de Fisiología Digestiva, ha liderado el estudio, publicado hoy en la revista científica Gut.
Los ocho biomarcadores se corresponden con los siguientes ocho grupos de microorganismos: Faecalibacterium, Peptostreptococcaceae, Anaerostipes, Methanbrevibacter, Christensenellaceae, Collinsella, Fusobacterium y Escherichia, siendo estos dos últimos los más detectados en los pacientes de Crohn.
Se trata del primer estudio en el que se han recogido muestras de pacientes -415 muestras de excrementos de 178 participantes- a lo largo de un año, un diseño que ha permitido a los investigadores detectar los biomarcadores en el 80 % de las muestras, a pesar de los cambios en la microbiota (microflora) característicos de esta patología.
En total, los investigadores de Vall d'Hebron han gestionado 2.045 muestras de excrementos de pacientes europeos, para comparar una muestra de población afectada por la enfermedad con otra de personas sanas.
Para ello, también han trabajado con muestras de pacientes del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Vall d'Hebron con una enfermedad inflamatoria intestinal, de la cual las formas principales son la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.
Esto ha permitido identificar los biomarcadores de la enfermedad de Crohn y validar los resultados con muestras de pacientes enfermos de Bélgica, de personas con síndrome del intestino irritable de Vall d'Hebron, de personas sanas del Reino Unido y de pacientes con anorexia de Alemania.
Una parte de las muestras analizadas y secuenciadas de pacientes con la enfermedad de Crohn se han comparado con los resultados de otros estudios ya publicados de personas sanas de Reino Unido.
Los biomarcadores que proponen los autores del estudio no se deberían detectar en las secuencias de personas sanas.
Los investigadores destacan que los resultados del estudio confirman que la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa son enfermedades clínicamente similares pero con una microbiota muy diferente, "un factor que hay que tener en cuenta a la hora de diseñar el tratamiento de los pacientes", ha considerado la doctora Manichanh.
Estas dos enfermedades digestivas son crónicas, su causa es desconocida y, entre sus principales síntomas, destacan el dolor abdominal, diarreas, fiebre, pérdida de peso y hemorragia rectal.
La enfermedad de Crohn puede afectar desde la boca hasta el ano y evoluciona con brotes, mientras la colitis ulcerosa afecta exclusivamente al colon. EFE.
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