La enfermedad inflamatoria intestinal es una enfermedad de causa desconocida en la actualidad, y la aparición de un brote de la misma puede ser impredecible. De todas formas, existen una serie de factores que pueden desencadenar y agravar los brotes de la enfermedad, y que, por tanto, hay que tener en cuenta con el fin de tratar de evitarlos:
Estrés
Según los diferentes estudios realizados, parece que el estrés o malestar emocional puede influir en el desarrollo de la enfermedad inflamatoria intestinal (E.I.I.), produciendo un mayor riesgo de padecer exacerbaciones de la enfermedad (ver aspectos psicosociales).
Antibióticos
En la actualidad, se considera que la flora bacteriana intestinal puede jugar un papel relevante en el desarrollo de la enfermedad. Como sabemos, las bacterias de la flora intestinal están en un perfecto equilibrio. El empleo de antibióticos puede producir cambios en dicha flora y romper el equilibrio estable existente con la aparición de un mayor riesgo de padecer un brote. Sin embargo, algunos antibióticos se pueden utilizar incluso para tratar la enfermedad o sus complicaciones. Recomendamos, por lo tanto, ante la prescripción de un antibiótico, consultar con el equipo médico para decidir si es conveniente tomarlo o valorar las posibles alternativas.
Antiinflamatorios no esteroideos (AINES)
Como el ácido acetil salicílico (aspirina), el naproxeno, el diclofenaco, etc..., pueden producir también exacerbaciones de la enfermedad por lo que su uso debe estar controlado en pacientes con E.I.I.
Recomendamos, ante la prescripción de cualquier medicamento, notificar el diagnóstico de la E.I.I y/o, ante la duda, consultar con el equipo médico.
Toxiinfecciones intestinales
Nos referimos a las típicas gastroenteritis del verano que, en un paciente con E.I.I., pueden precipitar un brote. En este sentido, hay que tener mucho cuidado con los huevos, mayonesas, verduras frescas mal lavadas, etc...
Otros factores que pueden influir
Cambios de estación: diversos estudios epidemiológicos han sugerido una posible influencia de las estaciones (primavera, verano, otoño e invierno) en la presentación de la enfermedad y en las exacerbaciones de la misma.
La menstruación: el ciclo menstrual puede ser un factor que altere los síntomas de la enfermedad. De hecho, un estudio realizado en 1998 (Kane y colaboradores) demostró que las pacientes con E.I.I., sobretodo las que padecían unaenfermedad de Crohn, tenían con mayor frecuencia una exacerbación de los síntomas antes y durante la menstruación. Por lo tanto, durante esos días, y si han aparecido síntomas de la enfermedad, es conveniente extremar las precauciones en cuanto a la dieta, ejercicio físico, evitar antiinflamatorios etc.
Hábito tabáquico: diversos estudios sugieren que los fumadores tienen un riesgo menor de desarrollar colitis ulcerosa, mientras que el fumar parece estar relacionado con un mayor riesgo de desarrollar enfermedad de Crohn (ver aspectos psicosociales.)
Como conclusión, podríamos decir que las causas de la E.I.I. no se conocen, pero que existen una serie de factores a tener en cuenta con el fin de evitar la aparición de brotes de la enfermedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario