martes, 11 de agosto de 2015

Fístula anal.


¿Qué es una fístula anal?
EL ano es la apertura externa a través de la cual se expulsan las heces del cuerpo. Justo dentro del ano hay una cantidad de pequeñas glándulas. Si se bloquea alguna de estas glándulas, se puede formar un absceso – una cavidad infectada. Un absceso anal se trata normalmente mediante un drenaje quirúrgico, aunque algunos se drenan espontáneamente. Alrededor del 50% de los abscesos se pueden convertir en fístulas, en las que un pequeño túnel conecta la glándula infectada dentro del ano con una apertura en la piel alrededor del ano.
¿Qué causa una fístula anal?
La mayoría de las fístulas son resultado de un absceso anal. Hay una pequeña cantidad de fístulas que con menos frecuencia son causadas por otros procesos como la enfermedad de Crohn, enfermedades de transmisión sexual, trauma, tuberculosis, cáncer, o divertículos.
¿Cuáles son los síntomas de una fístula anal?
Los siguientes pueden ser síntomas o señales de una fístula anal:
  • Abscesos anales recurrentes
  • Dolor e hinchazón alrededor del ano
  • Dolor cuando se defeca
  • Hemorragia
  • Secreción con sangre o con mal olor (pus) de una apertura alrededor del ano. El dolor puede disminuir una vez que la fístula se drena.
  • Irritación de la piel alrededor del ano debido a las secreciones constantes
  • Fiebre, tembleques, y una sensación generalizada de cansancio. (No obstante, estos pueden ser síntomas de muchas enfermedades.)
Debes de ir a ver a tu médico si notas cualquiera de estos síntomas.
¿Cómo se diagnostica una fístula anal?
Tu médico suele poder diagnosticar una fístula anal exminando la zona alrededor del ano. Él o ella buscará una apertura externa en la piel. Si se puede ver una, tu médico tratará de determinar la profundidad y la dirección del tracto de la fístula. A menudo se puede hacer que salgan secreciones de la apertura externa.
Algunas fístulas pueden no ser visibles en la superficie de la piel. En este caso, tu médico puede necesitar hacer pruebas adicionales, empezando con una endoscopia del ano, en la que se utiliza un instrumento especial para ver dentro del ano y del recto. Tu médico también puede pedir que te hagan una ecografía o una resonancia magnética de la zona del ano para definir mejor el tracto de la fístula.
Si se encuentra una fístula, tu médico también querrá hacerte más pruebas para ver si la enfermedad está relacionada a la enfermedad de Crohn, una enfermedad inflamatoria del intestino. Alrededor del 25% de la gente con la enfermedad de Crohn desarrollan fístulas. Entre estas pruebas están los análisis de sangre, los rayos-X, y una colonoscopía. La colonoscopía, en la que se inserta un instrumento flexible y ligero en el colon a través del ano, se realiza bajo una sedación consciente, un tipo de anestesia ligera.
¿Cuales son los tratamientos para una fístula anal?
Se suele necesitar una operación quirúrgica, realizada por un especialista de colon y recto, para manejar la fístula anal. Durante la operación quirúrgica, el médico evaluará la profundidad y extensión del tracto de la fístula. La mayoría de las fístulas se tratan mediante una fistulotomía, en la que la piel y el músculo por encima del túnel se cortan, convirtiéndolo en un surco abierto. Esto permitirá de el tracto de la fístula se cure de dentro a afuera. Una fístula más compleja puede necesitar que se ponga un drenaje especial – un seton – durante al menos seis semanas, después de la cual se hace una reparación quirúrgica definitiva. La cirugía para la fístula se hace de manera ambulatoria. Los túneles de una fístula que sean muy grandes o profundos pueden necesitar una estancia corta en el hospital.
¿Se necesita un tratamiento de seguimiento?
Después de tu operación quirúrgica para la fístula, tu médico te puede recomendar poner a remojo la zona afectada en un baño de agua templada y también tomar ablandadores de heces o laxantes durante una semana. Como puedes experimentar algún dolor o incomodidad en la zona después de la cirugía, tu médico puede recetarte pastillas para el dolor. La mayoría de las fístulas responden bien al tratamiento quirúrgico.
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