miércoles, 21 de noviembre de 2018

Somos Bacterias: La flora intestinal composición e importancia para la salud.

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Bacterias intestinales al microscopio




Bacterias, nuestro intestino continente más bacterias por centímetro cuadrado que las que podemos encontrar en el suelo, subsuelo y océanos (1). Durante años hemos pensado que estas bacterias eran simples compañeras que estaban ahí para descomponer la comida, pero las últimas investigaciones le confieren cada vez más importancia en el mantenimiento de la salud y el buen funcionamiento del cuerpo y el sistema inmunitario

Comienzo con esta entrada la serie "Somos Bacterias", varias entradas dedicadas a la flora intestinal, a conocer un poco más sobre sus tipos y sus funciones, los beneficios que aportan en el funcionamiento óptimo del cuerpo humano y por ultimo los efectos del abuso del uso de antibióticos sobre ella y sobre nuestra salud. España es uno de los 
países de Europa con mayores tasas de consumo de antibióticos de Europa (2), veremos como nos afectan. Los últimos datos sobre las funciones de la flora bacteriana intestinal, para mi son sorprendentes.

Las bacterias, los primeros organismos vivos (3)

Las células procariotas (células únicas sin núcleo) fueron los primeros y más simples organismos vivos del planeta. A medida que fueron evolucionando se desarrollaron dos tipos de células procariotas, las archaeas y las bacterias. Ambas perduran hasta nuestros días, pero algunas de las primeras bacterias evolucionaron a células más complejas con núcleo (células eucariotas) y hacia organismo pluricelulares (compuestos por muchas células).

Según la Teoría de la endosimbiosis seriada de Lynn Margulis (hoy ampliamente aceptada), algunas bacterias ingirieron a otras más pequeñas y en vez de destruirlas crearon una especie de simbiosis trabajando por el bien común, apareciendo las células con mitocondrias y las células con cloroplastos. Las células con mitocondrias evolucionaron hacia animales y hongos, y las de cloroplastos a plantas. Podríamos decir que nuestras células contienen pequeñas bacterias en su interior en forma de mitocondrias, encargadas de generar la energía que nutre al funcionamiento celular (ATP). No sólo tenemos bacterias en nuestro interior, si no que en cierto modo "somos bacterias".

celular procariotas eucariotas endosimbiosis mitoncondrias cloroplastos
Evolución de las células procariotas a eucariotas. Teoría de endosimbiosis seriada de Linn Margulis. Fuente

Pero además de tener a parientes de las bacterias dentro de nuestras células, en nuestro cuerpo hay 10 veces más bacterias que células propias. Estamos completamente rodeado de bacterias tanto en la superficie externa de la piel como el la superficie interna de tubo digestivo, desde la boca y nariz hasta el ano y en la vagina.  En el intestino viven 100 billones de bacterias de hasta 1000 tipos distintos de especies y más de 7.000 cepas diferentes (4). La mayoría de estas bacterias son "amigas", y muchas de ellas colaboran con el buen funcionamiento de nuestros organismo.

Bacterias intestinales: Un nuevo órgano metabólico

La comunidad científica internacional ha pasado en los últimos años de no prestar demasiada atención a la flora intestinal y considerarla un comensal sin una función destacada, a considerarla hoy en día un autentico «órgano metabólico» (1), con funciones en la nutrición, en el desarrollo y crecimiento, en la regulación de la inmunidad, el sistema endocrino y la inflamación sistémica. Los animales hoy somos considerados superorganismos regulados en parte por los micororganismos (microbiota) que hospedamos en nuestro tubo digestivo (1).

Se piensa que las alteraciones en la flora intestinal (disbiosis) podrían estar contribuyendo a algunas epidemias contemporáneas de los países desarrollados como son las alergias, el asma y la obesidad. La disbiosis también se está asociando con trastornos gastrointestinales como el hígado graso no alcohólico, la enfermedad celíaca y el síndrome de intestino irritable (1), aunque muchas de estas enfermedades tienen múltiples candidatos a ser responsables como el estrés, la contaminación, los disruptores endocrinos... y en ello andan los investigadores. Probablemente en todas exista un componente multifactorial.

Composición de la flora bacteriana intestinal (microbiota)

En el ecosistema intestinal humano dominan tres divisiones bacterianas a nivel filogenético:
  1. Las Bacteroidetes (que incluyen el genero bacteroides),
  2. Las Firmicutesque incluyen entre otros al género clostridiums y también al orden lactobacillales  (incluidas los Lactobacillus componentes de muchos probióticos)
  3. Y en menor grado Actinobacteriasque incluyen entre otras a las del género Bifidobacterium, también componentes de muchosprobióticos y yogures.(4) 
Por el momento, se ha establecido que los seres humanos podemos ser divididos según nuestra flora intestinal en 3 tipos de enterotipos dependiendo del tipo de bacteria predominante en nuestro intestino (5), una suerte de grupo sanguíneo bacteriano:
  • El enterotipo 1 ó A de predominio del género Bacteroides en un 20-30%, mas relacionadas con dietas ricas en grasas y proteinas.
  • El enterotipo 2 ó B dominado por las bacterias Prevotellas en un 10-15% más frecuentes en vegetarianos y en culturas más tradicionales asiáticas.
  • El enterotipo 3 ó C con predominio de Ruminococcus, aunque también de otras especies como Staphylococcus y Gordonibacter. Parece ser el más común.
Fuente endocrinologopediatra.wordpress.com 

Se ha visto que la proporción de algunos tipos de bacterias, en concreto de firmicutes/bacteroides está relacionada con determinadas patologías. Así a mayor cantidad de firmicutes respecto a bacteroides se relaciona con determinadas situaciones como la obesidad (1).

La excepción a esta regla son un tipo de firmicutes que es beneficioso para la salud intestinal que son las del orden lactobacillalescaracterizan por ser bacterias acidolacticas (BAL), ya que descomponen los hidratos de carbono (muchos no digeribles) produciendo ácido láctico, sustancia que permite controlar el crecimiento de otras bacterias patógenas, sobre todo las proteolíticas como las del genero clostridiums (y otras) que degradan proteínas y producen sustancias toxicas como fenoles, indoles y amoniaco, que si se producen y absorben en grades cantidades generan endotoxemia (autointoxicación) y mal funcionamiento de la mucosa intestinal. Las BAL son muy sensibles a los antibióticos, pero podemos ingerirlas con alimentos fermentados. Dentro de este orden están los géneros como Enterococcus,  Streptococcus,  Leuconostoc,  Lactococcus  y Lactobacillusalgunos de ellos componentes de muchos probióticos como veremos en la ultima parte de la serie.

Los investigadores están solo empezando a conocer cuales son las implicaciones de estas combinaciones de bacterias, qué hace qué sean diferentes en cada persona, qué relación tienen con las enfermedades y con las respuestas inmunitaria, y lo más importante, si se puede modificar de forma permanente la flora para mejorar la salud o curar algunas enfermedades y qué combinaciones serán las más adecuadas y beneficiosas.

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