martes, 31 de enero de 2017

Rectitis.

Información general

La rectitis es la inflamación del recto, que es la estructura que forma parte del sistema digestivo inferior. Se encuentra entre el colon y el ano y es una de las partes que atraviesan las heces para salir del organismo.
La rectitis puede provocar dolor, molestias y, posiblemente, la necesidad constante de defecar. Por lo general, esta afección se trata con medicamentos y cambios en el estilo de vida; no suele ser necesario realizar una intervención quirúrgica.

Causas

Generalmente, existen afecciones médicas subyacentes responsables de la rectitis, entre ellas, las siguientes:
  • infecciones de transmisión sexual (ITS)
  • enfermedades autoinmunitarias, como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa
  • enfermedad inflamatoria intestinal (EII)
  • traumatismo anal
  • infecciones que no se transmiten por vía sexual, como la salmonela y la sigelosis
  • infecciones rectales por Clostridium difficile que se producen después de usar antibióticos
  • radioterapia para tratar cáncer de ovario, de recto o de próstata
  • amigdalitis estreptocócica en niños
Según Mayo Clinic, aproximadamente el 30 por ciento de las personas que padecen enfermedad inflamatoria intestinal también tienen rectitis en algún momento (Mayo Clinic). Entre los traumatismos anales, pueden incluirse lesiones producto del uso de enemas o del sexo anal.

Síntomas

El síntoma más frecuente es el tenesmo, es decir, la necesidad constante de defecar. El tenesmo es consecuencia de la inflamación y la irritación del recto y el revestimiento rectal.
Entre los demás síntomas, se incluyen los siguientes:
  • dolor en el recto, el ano o la región abdominal
  • hemorragia rectal
  • eliminación de moco a través del recto
  • heces muy blandas
  • diarrea

Tratamiento

El objetivo del tratamiento es reducir la inflamación, controlar el dolor y eliminar la infección. Los tratamientos específicos dependen de la causa de la rectitis. Tratar las afecciones subyacentes permite disminuir los síntomas.
Se utilizan varios tipos de medicamentos para tratar la rectitis.
  • Los medicamentos antinflamatorios, como los corticoesteroides, reducen la inflamación y alivian el dolor.
  • Por su parte, los antibióticos y los antimicóticos eliminan las ITS y otros tipos de infecciones.
  • Los inmunodepresores tratan los síntomas de la enfermedad de Crohn y otras enfermedades autoinmunitarias.
El médico le recetará medicamentos según los síntomas y la causa subyacente. Los medicamentos pueden administrarse por vía oral, tópica o a través de un enema. Con el enema, el tratamiento puede aplicarse directamente en el recto.
Quizás le recomienden tomar baños de asiento con agua tibia para reducir la inflamación del área. Los recipientes para estos baños están disponibles en tiendas de suministros médicos para atención en el hogar y pueden colocarse en la taza del inodoro.

Cirugía

Quienes tienen colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn y rectitis frecuente tal vez deban someterse a una intervención quirúrgica. La colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn son dos enfermedades autoinmunitarias que afectan el tubo digestivo.
La inflamación y las llagas en el tubo digestivo pueden provocar un dolor intenso, desnutrición y pérdida de peso. En algunos casos, el único tratamiento que ofrece resultados supone la extirpación del área dañada.

Estilo de vida

Existen ciertos cambios en el estilo de vida que permiten aliviar el dolor que produce la rectitis,
como adoptar un régimen alimentario a base de alimentos blandos. Durante los episodios de diarrea, evite los alimentos picantes, ácidos o grasos.
Beba mucho líquido y no consuma gaseosas con cafeína, café ni té. Beber líquido favorece la evacuación y previene la deshidratación producto de las heces blandas y frecuentes. La cafeína puede irritar el sistema digestivo.
Preste atención al momento en el que se producen los síntomas. Si los síntomas empeoran después de consumir productos lácteos, quizás tenga intolerancia a la lactosa. En este caso, puede consumir productos sin lactosa o a base de leche de soya.
Use preservativo cuando tenga sexo anal para reducir el riesgo de contraer una infección de transmisión sexual.

Complicaciones

En la mayoría de los casos, los medicamentos y los cambios en el estilo de vida ofrecen resultados. En casos poco frecuentes, la rectitis puede causar complicaciones.
Según el National Digestive Diseases Information Clearinghouse [Centro Coordinador Nacional de Información sobre las Enfermedades Digestivas, NDDIC], entre las complicaciones pueden incluirse las siguientes:
  • úlceras: llagas abiertas en el recto y el colon
  • abscesos: áreas infectadas llenas de pus
  • anemia: cantidad insuficiente de glóbulos rojos producto de la hemorragia rectal
Para evitar complicaciones, infórmele al médico todos los síntomas lo antes posible. Mientras más precoz sea el tratamiento, mayores serán las probabilidades de que se recupere por completo.

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