Clásicamente se había considerado que parte de los pacientes de la enfermedad de Crohn empeoraba durante el embarazo o el puerperio. Lo cierto es que “el mayor control de la enfermedad y los tratamientos actuales hacen que hoy en día el embarazo no suponga un problema”, afirma Yago González Lama, responsable de Relaciones Institucionales de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) y especialista de Digestivo del Hospital Universitario Puerta de Hierro, de Madrid.
En general, “la enfermedad de Crohn no empeora en la mujer por el hecho de quedarse embarazada. La evolución del embarazo es habitualmente buena, siempre y cuando la mujer se quede embarazada cuando la enfermedad está controlada (en remisión)”, indica Javier Gisbert, presidente del Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (Geteccu).
Riesgos y problemas
Si por el contrario, la mujer se queda embarazada cuando la patología está activa, el control va a ser más complicado. “En estos casos hay un pequeño aumento del riesgo de parto prematuro y de que el bebé nazca con bajo peso”, explica el experto de Geteccu.
Por ello, desde este grupo recomiendan que no se queden embarazadas cuando la enfermedad está activa y que esperen un periodo entre 3 y 6 meses tras alcanzar la remisión para hacerlo.
“En ningún caso se ha descrito un mayor riesgo de malformaciones en los bebés de embarazadas con Crohn”, añade Gisbert.
Controlar los brotes
González corrobora que la actividad de la enfermedad es un problema para la madre y para el feto. Por ello, “es clave que se planifique el embarazo cuando la paciente se encuentre en remisión y asegurar que esa situación se mantenga durante el embarazo”.
Aunque se sigan estos consejos, pueden surgir brotes durante el embarazo. “En estos casos lo prioritario es controlar la enfermedad de la madre de forma contundente y precoz. El peor enemigo del bebé es el descontrol o la actividad de la patología de la madre. Por ello hay que llevar un control un poco más exhaustivo”, advierte Gisbert.
Después, a la hora del parto, no hay mayor complicación, más que una matización: a pacientes con enfermedad perianal activa se les suele recomendar la cesárea.
Medicamentos
Durante el embarazo puede ser necesario tomar algún medicamento. En general, no hay contraindicaciones con los medicamentos empleados para la enfermedad de Crohn. Aqunue, González indica que “existe alguno, como el metotrexato, que puede causar malformaciones”. Hay que tener claro que en ningún caso se debe de hablar de una seguridad al cien por cien pero, en general, se piensa que el riesgo de la actividad de la enfermedad es claramente superior al del empleo de la mayor parte de los tratamientos”.
Gisbert insta a consultar al especialista antes de suspender un fármaco, ya que si lo hace de forma inadecuada puede aumentar el riesgo de padecer un brote, y este brote complicaría la evolución del embarazo.
¿Nacerá el bebé con la enfermedad?
En cuanto a la probabilidad de que el hijo nazca con la enfermedad, Gisbert explica que “si la madre tiene la enfermedad de Crohn, el riesgo de que el bebé nazca con la patología es de un 3 por cientoaproximadamente. Sin embargo, si los dos padres tienen la enfermedad, este riesgo se incrementa hasta el 25-30 por ciento”.
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