domingo, 19 de enero de 2020

Enfermedad inflamatoria intestinal.

Enfermedad intestinal inflamatoria (o EII), es un término general que incluye la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Ambas son enfermedades que, por lo general, afectan a personas jóvenes, entre los 20 y 40 años, aunque también se pueden dar en niños y en mayores de 60 años afectando por igual a hombres y mujeres.
La enfermedad de Crohn, y la colitis ulcerosa tienen similitudes: evolucion en brotes con tendencia a la cronicidad y producen una inflamación generalmente que aparece y desaparece en parte del sistema digestivo de los pacientes.
La colitis ulcerosa afecta al intestino grueso (colon y recto), y la enfermedad de Crohn puede afectar cualquier otra parte del sistema digestivo, desde la boca al ano, especialmente el final del intestino delgado, que se une al colon, llamado ileon.
¿Qué puede causar EII?
Se han hecho muchas investigaciones para descubrir qué las produce y así poder curarlas, pero esto de momento no ha sido posible. Se piensa que estas enfermedades están relacionadas con cambios en el sistema de defensa de nuestro cuerpo, en personas con predisposición genética para la enfermedad, provocadas por un desencadenante medioambiental desconocido por ahora, entre los que se han involucrado sobre todo la dieta y las infecciones ( bacterias y virus).
¿Qué síntomas puede causar la EII?
Los síntomas más comunes son diarrea, a veces con sangre y , dolor abdominal. Otros síntomas incluyen pérdida de peso, cansancio y fiebre.
Tanto la enfermedad de Crohn como la colitis ulcerosa son enfermedades crónicas, con períodos de síntomas graves (crisis) y otros en los que los síntomas se atenúan (remisión). A pesar de que los síntomas le pueden hacer sentir mal y dificultar sus actividades diarias, normalmente pueden controlarse con una combinación de cuidados y medicación y solo en determinados casos graves es necesario la hospitalización y, a veces también, cirugía.
Puede sentirse tranquilo al saber que muchas personas, con Ell bien controlada, pueden llevar una vida normal.
¿Qué otros problemas puede causar?
Tanto Crohn como la colitis ulcerosa pueden causar otros problemas o complicaciones. En colitis ulcerosa, el sangrado puede causar anemia.
 En la enfermedad de Crohn, por ejemplo, se pueden producir grietas y un engrosamiento de la pared intestinal que puede producir un estrechamiento de la misma, conocido como estenosis, que puede causar estreñimiento, sensación de hinchazón y dolor.  Además, si el organismo no es capaz de absorber proteínas, vitaminas o minerales, pueden surgir problemas nutricionales.
¿Puede afectar a otras partes de mi cuerpo?

Solo en algunos enfermos de EII, se verán afectadas otras partes del cuerpo. La forma grave de la enfermedad puede asociarse con dolor articular o artritis, lesiones en la piel, inflamación de los ojos, llamada uveitis,   ulceras en la boca, enfermedades hepáticas, cálculos biliares, erupciones en la piel, o cálculos renales.
Algunos de estos problemas pueden mejorar cuando la enfermedad remita, pero a veces necesitarán tomar medicación específica
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico siempre comienza por una adecuada comunicación entre el paciente y el médico, en la que se recojan todos los datos, y por una exploración clínica. Hay algunas aspectos que en la consulta se deben contar al médico, porque pueden producir cuadros que se confundan con una colitis ulcerosa o con una enfermedad de Crohn:
antecedentes que puedan sugerir enfermedad infecciosa o por parásitos, como la aparición al mismo tiempo de otros casos en el ambiente familiar o viajes al extranjero
la toma de medicaciones, especialmente antibióticos, antiinflamatorios, anticonceptivos orales, sales de oro, colchicina……que pueden ser productores de colitis o diarrea
si se fuma o no, ya que el tabaco es muy perjudicial en la enfermedad de Crohn para confirmar el diagnóstico.
Ademas su medico le pedirá pruebas diagnosticas como análisis de sangre y de heces, radiografias, TAC, la endoscopia y la biopsia.
La colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn van a producir alteraciones en los análisis, que pueden ser más o menos graves, como anemia (bajada de glóbulos rojos), leucocitosis (aumento de glóbulos blancos), falta de hierro o de vitamina B12, descenso de la albúmina y a veces alteraciones en las pruebas del hígado. Van a aumentar los que se llaman marcadores de inflamación, de los cuales el más importante y usado es la proteína C reactiva.
Otros análisis son el cultivo de heces (coprocultivo), el examen de parásitos en heces y la detección de toxinas de microbios en la deposición, entre otros.
El estudio endoscópico es la exploración principal en el diagnóstico de la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn ya que además del examen de la mucosa, podemos tomar muestras del tejido lo cual es fundamental para el diagnóstico.
Al principio, basta generalmente con una rectosigmoidoscopia (examen de la parte final del colon). La colonoscopia (examen de todo el colon y del final del intestino delgado) es más importante para saber cuánto colon está enfermo y hacer el seguimiento de posibles complicaciones.
En la enfermedad de Crohn, a veces se solicita una rectosigmoidoscopia para ver si hay enfermedad en el colon, y en casos dudosos una colonoscopia o una enteroscopia (exploración por la boca de todo el intestino delgado) pueden servir para tomar biopsias del intestino delgado.
La colonoscopia permite el examen de todo el colon, pero también podemos explorar el final del intestino delgado ( llamado ileon).
Por ello, la colonoscopia es muy importante en la Colitis Ulcerosa para saber el grado de afectación y cuánto colon está enfermo. Además, en caso de brote, para evitar complicaciones, basta generalmente con una rectosigmoidoscopia, es decir el examen de la parte final del colon, osea recto y sigma.
La colonoscopia también es importante en la enfermedad de Crohn porque la mayoría de pacientes tienen afectado el final del intestino delgado, llamado ileon, con o sin afectación de colon, y con el endoscopio podemos llegar a examinar la zona afectada con toma de biopsias para el diagnóstico.
Como en la enfermedadd e Crohn se pueden afectar otros tramos del tubo digestivo, especialmente intestino delgado, es necesario en ocasiones completar el estudio con técnicas radiológicas y endoscópicas.
La esofagogastroscopia nos ayudará a descartar alteraciones en esófago, estómago y duodeno.
Para el estudio de intestino delgado, sobre todo el intestino por encima del ileon, que no podemos alcanzar con el colonoscopia, inicialmente se plantea un estudio radiológico, que hasta hace poco se realizaba mediante un tránsito intestinal con una papilla de bario y en los últimos años se va sustituyendo por un estudio con RNM llamado enteroRNM para evitar radiaciones.
Otras técnicas que nos permiten estudiar el intestino delgado es la cápsula endoscópica, que consiste en tomar un aparato del tamaño de una cápsula que lleva incluida una cámara, que toma numerosas imagenes que se graban en un video, que luego se analiza detenidamente.
La ecografía y el TAC o escáner tiene gran valor para el diagnóstico de las complicaciones de los pacientes con enfermedad de Crohn, especialmente complicaciones infecciosas dentro del abdomen (abscesos) y, en ocasiones para diferenciarlo de otros procesos con molestias similares, como la apendicitis entre otros.
Una aplicación especial es la ecografía endoanal (a través del ano), en el diagnóstico y seguimiento de las complicaciones anales.
¿Cómo se trata?
Para la mayoría de las personas con EII, especialmente con síntomas de leves a moderados, el tratamiento farmacológico es suficente.
El tipo de tratamiento dependerá de varias factores –  de si tiene enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa, alcance de la enfermedad y del impacto que los síntomas tienen en tu vida diaria.
Para los pacientes con colitis ulcerosa el tratamiento depende de la longitud del colon que ha sido afectada y del grado de inflamación. Por ejemplo, si la inflamación se sitúa en la parte final del intestino, recto, puede tratarse con fármacos administrados directamente en el recto con un enema o supositorio; si la extensión es mayor es necesario tomar la medicación vía oral.
En los casos leves y moderados de colitis ulcerosa y en los casos leves de enfermedad de Crohn es adecuado el tratamiento con salicilatos, mesalazina, medicamentos que son seguros y sin apenas efectos secundarios.
En los casos más graves de Colitis Ulcerosa y Enfermedad De Crohn, son necesarios medicamentos para reducir la actividad del sistema inmunitario, responsable principal de la inflamación.
En los brotes agudos se suelen utilizar los corticoides, que hay que emplear durante periodos cortos para evitar sus efectos secundarios ( diabetes, cara de luna llena, osteoporosis). Otros medicamentos que se utilizan en brotes graves son inmunomoduladores como azatioprina, metotrexate, ciclosporina y, en los últimos años, sustancias biológicas, que son potentes sustancias antiinflamatorias que bloquean directamente determinadas moléculas muy aumentadas en la enfermedad inflamatoria intestinal. En concreto, los fármacos biológicos más utilizados son sustancias que bloquean el sistema inflamatorio TNF-alfa, llamados infliximab y adalimumab.
Todos estos medicamentos, al disminuir la actividad del sistema inmunitario, favorecen el desarrollo de infecciones, entre las que hay que destacar la tuberculosis y hepatitis. Por ello, se insiste, en las medidas preventivas en relación a evitar el desarrollo de tuberculosis y vacunaciones, especialmente de hepatitis viricas
Cuando los síntomas han disminuido, muchas personas toman medicación para evitar recurrencias; esto se llama terapia de mantenimiento.
En ambas enfermedades puede ser necesaria la cirugía si el tratamiento farmacológico no ha sido capaz de obtener los resultados esperados o si han surgido complicaciones. En el caso de la Colitis Ulcerosa sonn pocos pacientes los que necesitan cirugía y suelen ser pacientes con brote grave que no ha respondido al tratamiento médico intensivo. La necesidad de cirugía es mayor en la enfermedad de Crohn, especialmente por cuadros de obstrucción intestinal y por desarrollo de abcesos.
¿Puedo contagiar a alguien?
Ni Crohn ni la colitis ulcerosa son enfermedades contagiosas, es decir, no puedes infectarte de alguien enfermo y tampoco puedes infectar a alguien si tú la tienes. Pero no debemos confundirnos con el hecho de que la tendencia a desarrollar la enfermedad puede ser hereditaria (transferida a través de los genes), ya que familiares de enfermos de EII tienen un riesgo algo mayor para desarrollar la enfermedad.
¿Cuál es su pronóstico?
La EII no es curable, pero es controlable. Es muy importante saber que un paciente con EII tiene un pronóstico de vida igual al de una persona que no la padezca. Sí es cierto que todos los médicos que nos dedicamos a esto, recordamos casos de pacientes que han sido muy complicados, pero esto no es frecuente.
El número de brotes que cada paciente presente es variable, pudiendo oscilar desde uno cada varios años hasta varios brotes anuales.
La cirugía no es curativa en la enfermedad de Crohn, y se precisa tras ella tratamiento de prevención (profilaxis) para evitar que vuelva a aparecer. En la colitis ulcerosa, se puede quitar el colon entero, y en la mayor parte de los pacientes el resultado será buena, pero algunos tendrán inflamación en la zona de intestino delgado que se usa para hacer el nuevo ano, y a esto se llama reservoritis o pouchitis.
Vivir con EII puede ser un reto, que, con apoyo, puede lograrse. Puede que sobre todo en los periodos de brote sienta dolor, síntomas desagradables y angustiantes (como la necesidad urgente de ir al baño) y/o incontinencia o cansancio. (Además tendrá que pensar más en tu alimentación, evitar grasas animales, margarina y alimentos grasos procesados) y seguro que con el autocuidado y el tratamietno médico la enfermedad se contolará y podra desarrolar sus actividades diarias de manera satisfactoria.

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