domingo, 19 de enero de 2020

Enfermedad inflamatoria intestinal.

Enfermedad intestinal inflamatoria (o EII), es un término general que incluye la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Ambas son enfermedades que, por lo general, afectan a personas jóvenes, entre los 20 y 40 años, aunque también se pueden dar en niños y en mayores de 60 años afectando por igual a hombres y mujeres.
La enfermedad de Crohn, y la colitis ulcerosa tienen similitudes: evolucion en brotes con tendencia a la cronicidad y producen una inflamación generalmente que aparece y desaparece en parte del sistema digestivo de los pacientes.
La colitis ulcerosa afecta al intestino grueso (colon y recto), y la enfermedad de Crohn puede afectar cualquier otra parte del sistema digestivo, desde la boca al ano, especialmente el final del intestino delgado, que se une al colon, llamado ileon.
¿Qué puede causar EII?
Se han hecho muchas investigaciones para descubrir qué las produce y así poder curarlas, pero esto de momento no ha sido posible. Se piensa que estas enfermedades están relacionadas con cambios en el sistema de defensa de nuestro cuerpo, en personas con predisposición genética para la enfermedad, provocadas por un desencadenante medioambiental desconocido por ahora, entre los que se han involucrado sobre todo la dieta y las infecciones ( bacterias y virus).
¿Qué síntomas puede causar la EII?
Los síntomas más comunes son diarrea, a veces con sangre y , dolor abdominal. Otros síntomas incluyen pérdida de peso, cansancio y fiebre.
Tanto la enfermedad de Crohn como la colitis ulcerosa son enfermedades crónicas, con períodos de síntomas graves (crisis) y otros en los que los síntomas se atenúan (remisión). A pesar de que los síntomas le pueden hacer sentir mal y dificultar sus actividades diarias, normalmente pueden controlarse con una combinación de cuidados y medicación y solo en determinados casos graves es necesario la hospitalización y, a veces también, cirugía.
Puede sentirse tranquilo al saber que muchas personas, con Ell bien controlada, pueden llevar una vida normal.
¿Qué otros problemas puede causar?
Tanto Crohn como la colitis ulcerosa pueden causar otros problemas o complicaciones. En colitis ulcerosa, el sangrado puede causar anemia.
 En la enfermedad de Crohn, por ejemplo, se pueden producir grietas y un engrosamiento de la pared intestinal que puede producir un estrechamiento de la misma, conocido como estenosis, que puede causar estreñimiento, sensación de hinchazón y dolor.  Además, si el organismo no es capaz de absorber proteínas, vitaminas o minerales, pueden surgir problemas nutricionales.
¿Puede afectar a otras partes de mi cuerpo?

Solo en algunos enfermos de EII, se verán afectadas otras partes del cuerpo. La forma grave de la enfermedad puede asociarse con dolor articular o artritis, lesiones en la piel, inflamación de los ojos, llamada uveitis,   ulceras en la boca, enfermedades hepáticas, cálculos biliares, erupciones en la piel, o cálculos renales.
Algunos de estos problemas pueden mejorar cuando la enfermedad remita, pero a veces necesitarán tomar medicación específica
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico siempre comienza por una adecuada comunicación entre el paciente y el médico, en la que se recojan todos los datos, y por una exploración clínica. Hay algunas aspectos que en la consulta se deben contar al médico, porque pueden producir cuadros que se confundan con una colitis ulcerosa o con una enfermedad de Crohn:
antecedentes que puedan sugerir enfermedad infecciosa o por parásitos, como la aparición al mismo tiempo de otros casos en el ambiente familiar o viajes al extranjero
la toma de medicaciones, especialmente antibióticos, antiinflamatorios, anticonceptivos orales, sales de oro, colchicina……que pueden ser productores de colitis o diarrea
si se fuma o no, ya que el tabaco es muy perjudicial en la enfermedad de Crohn para confirmar el diagnóstico.
Ademas su medico le pedirá pruebas diagnosticas como análisis de sangre y de heces, radiografias, TAC, la endoscopia y la biopsia.
La colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn van a producir alteraciones en los análisis, que pueden ser más o menos graves, como anemia (bajada de glóbulos rojos), leucocitosis (aumento de glóbulos blancos), falta de hierro o de vitamina B12, descenso de la albúmina y a veces alteraciones en las pruebas del hígado. Van a aumentar los que se llaman marcadores de inflamación, de los cuales el más importante y usado es la proteína C reactiva.
Otros análisis son el cultivo de heces (coprocultivo), el examen de parásitos en heces y la detección de toxinas de microbios en la deposición, entre otros.
El estudio endoscópico es la exploración principal en el diagnóstico de la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn ya que además del examen de la mucosa, podemos tomar muestras del tejido lo cual es fundamental para el diagnóstico.
Al principio, basta generalmente con una rectosigmoidoscopia (examen de la parte final del colon). La colonoscopia (examen de todo el colon y del final del intestino delgado) es más importante para saber cuánto colon está enfermo y hacer el seguimiento de posibles complicaciones.
En la enfermedad de Crohn, a veces se solicita una rectosigmoidoscopia para ver si hay enfermedad en el colon, y en casos dudosos una colonoscopia o una enteroscopia (exploración por la boca de todo el intestino delgado) pueden servir para tomar biopsias del intestino delgado.
La colonoscopia permite el examen de todo el colon, pero también podemos explorar el final del intestino delgado ( llamado ileon).
Por ello, la colonoscopia es muy importante en la Colitis Ulcerosa para saber el grado de afectación y cuánto colon está enfermo. Además, en caso de brote, para evitar complicaciones, basta generalmente con una rectosigmoidoscopia, es decir el examen de la parte final del colon, osea recto y sigma.
La colonoscopia también es importante en la enfermedad de Crohn porque la mayoría de pacientes tienen afectado el final del intestino delgado, llamado ileon, con o sin afectación de colon, y con el endoscopio podemos llegar a examinar la zona afectada con toma de biopsias para el diagnóstico.
Como en la enfermedadd e Crohn se pueden afectar otros tramos del tubo digestivo, especialmente intestino delgado, es necesario en ocasiones completar el estudio con técnicas radiológicas y endoscópicas.
La esofagogastroscopia nos ayudará a descartar alteraciones en esófago, estómago y duodeno.
Para el estudio de intestino delgado, sobre todo el intestino por encima del ileon, que no podemos alcanzar con el colonoscopia, inicialmente se plantea un estudio radiológico, que hasta hace poco se realizaba mediante un tránsito intestinal con una papilla de bario y en los últimos años se va sustituyendo por un estudio con RNM llamado enteroRNM para evitar radiaciones.
Otras técnicas que nos permiten estudiar el intestino delgado es la cápsula endoscópica, que consiste en tomar un aparato del tamaño de una cápsula que lleva incluida una cámara, que toma numerosas imagenes que se graban en un video, que luego se analiza detenidamente.
La ecografía y el TAC o escáner tiene gran valor para el diagnóstico de las complicaciones de los pacientes con enfermedad de Crohn, especialmente complicaciones infecciosas dentro del abdomen (abscesos) y, en ocasiones para diferenciarlo de otros procesos con molestias similares, como la apendicitis entre otros.
Una aplicación especial es la ecografía endoanal (a través del ano), en el diagnóstico y seguimiento de las complicaciones anales.
¿Cómo se trata?
Para la mayoría de las personas con EII, especialmente con síntomas de leves a moderados, el tratamiento farmacológico es suficente.
El tipo de tratamiento dependerá de varias factores –  de si tiene enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa, alcance de la enfermedad y del impacto que los síntomas tienen en tu vida diaria.
Para los pacientes con colitis ulcerosa el tratamiento depende de la longitud del colon que ha sido afectada y del grado de inflamación. Por ejemplo, si la inflamación se sitúa en la parte final del intestino, recto, puede tratarse con fármacos administrados directamente en el recto con un enema o supositorio; si la extensión es mayor es necesario tomar la medicación vía oral.
En los casos leves y moderados de colitis ulcerosa y en los casos leves de enfermedad de Crohn es adecuado el tratamiento con salicilatos, mesalazina, medicamentos que son seguros y sin apenas efectos secundarios.
En los casos más graves de Colitis Ulcerosa y Enfermedad De Crohn, son necesarios medicamentos para reducir la actividad del sistema inmunitario, responsable principal de la inflamación.
En los brotes agudos se suelen utilizar los corticoides, que hay que emplear durante periodos cortos para evitar sus efectos secundarios ( diabetes, cara de luna llena, osteoporosis). Otros medicamentos que se utilizan en brotes graves son inmunomoduladores como azatioprina, metotrexate, ciclosporina y, en los últimos años, sustancias biológicas, que son potentes sustancias antiinflamatorias que bloquean directamente determinadas moléculas muy aumentadas en la enfermedad inflamatoria intestinal. En concreto, los fármacos biológicos más utilizados son sustancias que bloquean el sistema inflamatorio TNF-alfa, llamados infliximab y adalimumab.
Todos estos medicamentos, al disminuir la actividad del sistema inmunitario, favorecen el desarrollo de infecciones, entre las que hay que destacar la tuberculosis y hepatitis. Por ello, se insiste, en las medidas preventivas en relación a evitar el desarrollo de tuberculosis y vacunaciones, especialmente de hepatitis viricas
Cuando los síntomas han disminuido, muchas personas toman medicación para evitar recurrencias; esto se llama terapia de mantenimiento.
En ambas enfermedades puede ser necesaria la cirugía si el tratamiento farmacológico no ha sido capaz de obtener los resultados esperados o si han surgido complicaciones. En el caso de la Colitis Ulcerosa sonn pocos pacientes los que necesitan cirugía y suelen ser pacientes con brote grave que no ha respondido al tratamiento médico intensivo. La necesidad de cirugía es mayor en la enfermedad de Crohn, especialmente por cuadros de obstrucción intestinal y por desarrollo de abcesos.
¿Puedo contagiar a alguien?
Ni Crohn ni la colitis ulcerosa son enfermedades contagiosas, es decir, no puedes infectarte de alguien enfermo y tampoco puedes infectar a alguien si tú la tienes. Pero no debemos confundirnos con el hecho de que la tendencia a desarrollar la enfermedad puede ser hereditaria (transferida a través de los genes), ya que familiares de enfermos de EII tienen un riesgo algo mayor para desarrollar la enfermedad.
¿Cuál es su pronóstico?
La EII no es curable, pero es controlable. Es muy importante saber que un paciente con EII tiene un pronóstico de vida igual al de una persona que no la padezca. Sí es cierto que todos los médicos que nos dedicamos a esto, recordamos casos de pacientes que han sido muy complicados, pero esto no es frecuente.
El número de brotes que cada paciente presente es variable, pudiendo oscilar desde uno cada varios años hasta varios brotes anuales.
La cirugía no es curativa en la enfermedad de Crohn, y se precisa tras ella tratamiento de prevención (profilaxis) para evitar que vuelva a aparecer. En la colitis ulcerosa, se puede quitar el colon entero, y en la mayor parte de los pacientes el resultado será buena, pero algunos tendrán inflamación en la zona de intestino delgado que se usa para hacer el nuevo ano, y a esto se llama reservoritis o pouchitis.
Vivir con EII puede ser un reto, que, con apoyo, puede lograrse. Puede que sobre todo en los periodos de brote sienta dolor, síntomas desagradables y angustiantes (como la necesidad urgente de ir al baño) y/o incontinencia o cansancio. (Además tendrá que pensar más en tu alimentación, evitar grasas animales, margarina y alimentos grasos procesados) y seguro que con el autocuidado y el tratamietno médico la enfermedad se contolará y podra desarrolar sus actividades diarias de manera satisfactoria.

jueves, 9 de enero de 2020

Beneficios y riesgos de los tratamientos para la EII.

El Dr. Daniel Carpio Lopez explica cuales son lo riesgos y los beneficios de los diferentes tratamientos actuales para la Enfermedad Inflamatoria Intestinal. Infórmate a través de nuestro canal de Youtube.
Entrevista al Dr. Daniel Carpio López en la que se da respuesta a: 1 - ¿Con las terapias biológicas empleadas en la EII están incrementándose la tasa de tumo...
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El Hospital La Fe lidera el ránking de publicaciones españolas en la Revista Colorectal Disease.


• El equipo de Coloproctología de La Fe ha publicado 15 trabajos en los últimos 5 años, del total de 71 publicaciones españolas
• Esta revista es el órgano de comunicación oficial de la Asociación Europea de Coloproctología (ESCP)


València (08.01.20). El equipo de Coloproctología del servicio Cirugía General y Digestiva del Hospital La Fe de València lidera el ránking de publicaciones españolas en la revista internacional Colorectal Disease, órgano de comunicación de la Asociación Europea de Coloproctología, según un informe publicado por la Asociación Española de Coloproctología.

Concretamente, el Hospital La Fe ha publicado 15 trabajos en los últimos 5 años, del total de 71 publicados por los hospitales españoles. Según este estudio, son en su mayoría letters (34) y artículos originales (32), pero también hay alguna revisión (7). Por detrás de La Fe se encuentran los hospitales Vall d'Hebrón, con 10 publicaciones, Virgen del Rocío y Marqués de Valdecilla, con 9, y Son Espases con 8.

El doctor Eduardo García-Granero, jefe de servicio de Cirugía General y Digestiva del Hospital La Fe, ha destacado “el importante valor científico de estas publicaciones, tanto en volumen, ya que más del 21% de las publicaciones españolas han salido de La Fe, como en rigor científico, ya que también somos los primeros en el ranking de autores”.

Tanto el doctor Eduardo García-Granero como el doctor Matteo Frasson son los autores con más trabajos publicados en la revista Colorectal Disease en estos últimos 5 años, con 10 y 13 artículos respectivamente.
 


miércoles, 11 de diciembre de 2019

Aprobado un fármaco con células madre para las fístulas del Crohn.

La Seguridad Social financiará darvadstrocel, un fármaco desarrollado en España elaborado con células madre de grasa de donantes para curar las fístulas perianales que padecen los pacientes de la enfermedad de Crohn.
 
Investigadores españoles han descubierto y desarrollado un fármaco, darvadstrocel (comercializado como Alofisel), elaborado con células madre obtenidas de la grasa de donante para tratar las fístulas perianales complejas en pacientes con la enfermedad de Crohn. Este nuevo tratamiento, basado en una tecnología desarrollada por el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CESIC), va destinado a pacientes que presentan estas lesiones, pero que no responden a las terapias farmacológicas. Este medicamento, que podría también emplearse en otras enfermedades inflamatorias y autoinmunes, es la primera terapia celular alogénica aprobada en Europa, está ya aprobado por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y será financiado por la Seguridad Social.
Los resultados de los ensayos clínicos sobre el uso de células madre para tratar las fístulas perianales, realizados en varios hospitales de Europa e Israel, se publicaron en la revista The Lancet. Se demostró que con una única inyección se lograba la cicatrización y el cierre de las fístulas en casi el 50% de los pacientes, al reducir la inflamación y favorecer el crecimiento de tejido nuevo.
 
Las fístulas perianales afecta a uno de cada cuatro pacientes de la enfermedad de Crohn y solo en un 50% se logra su remisión con tratamientos farmacológicos.
 
Las fístulas en el recto y los abscesos perianales son de las complicaciones de la enfermedad de Crohn que más afecta a la calidad de vida de los pacientes. Se cree que alrededor de uno de cada cuatro pacientes de enfermedad de Crohn las padece. Los tratamientos farmacológicos que existen solo consiguen curar a un 50% de los afectados. Hasta ahora, la única solución para estos enfermos era la cirugía, a la que muchos tenían que someterse en reiteradas ocasiones.

Esta terapia celular se ha logrado gracias a dos patentes españolas

El fármaco se basa en dos avances científicos patentados y desarrollados por investigadores españoles y que producirá el laboratorio farmacéutico japonés Takeda. Una de las patentes describe cómo la capacidad regenerativa de las células madre mesenquemiales procedentes del tejido adiposo ayuda a tratar las fístulas anales complejas en los enfermos de Crohn. Esta patente se ha desarrollado en la Universidad Autónoma de Madrid en colaboración con la empresa Tigenix-Cellerix, comprada por Takeda.
La otra patente describe la actividad inmunorreguladora de células madre derivadas de la grasa y su uso en el tratamiento de enfermedades inflamatorias y autoinmunes, como es la enfermedad de Crohn. Esta patente pertenece al Instituto de Parasitología y Biomedicina López-Neyra, de Granada, perteneciente al CESIC, también en colaboración con Tigenix-Cellerix.

El intestino, origen de enfermedades como la soriasis y la esclerosis múltiple.


Seguramente usted no lo sabe, pero todos los microbios que habitan en su intestino representan alrededor de un kilo de lo que usted pesa en total. Esta población de bacterias es lo que se conoce como microbiota intestinal y en los últimos años ha demostrado ser tan importante, que algunos investigadores hablan de ella como un "nuevo órgano" o "segundo cerebro" del ser humano. Sí: ese ecosistema autosostenible de "bichos" que quizá a usted le resultan repugnantes es necesario para el buen funcionamiento de su organismo. Y no solo eso: están implicados en la aparición de enfermedades tan actuales como la dermatitis atópica, la soriasis, la esclerosis múltiple, la celiaquía o la diabetes tipo 1, entre otras muchas.
"Hasta ahora conocemos poco porque hace solo 10 años que se estudia la microbiota humana aplicada a la medicina. Pero en el campo de la dermatología, ya hay estudios que demuestran que los pacientes con dermatitis atópica, soriasis y acné tienen una microbiota intestinal diferente", explica Vicente Navarro, director de la Cátedra de Microbiota Humana y Enfermedades Infecciosas de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM).
"En neurología también hay descrita una relación entre la microbiota y la enfermedad. Sobre todo en la esclerosis múltiple, aunque se está empezando a investigar esta relación en el párkinson, el alzhéimer, la epilepsia y el autismo. Y también en otras patologías inflamatorias, como la enfermedad de Crohn [una inflamación crónica del tracto intestinal] o la celiaquía. Son un grupo muy diverso de enfermedades que en general comparten un mecanismo inmunológico-alérgico. Por eso también se habla de que la rinitis alérgica o el asma pudieran tener que ver con la microbiota intestinal", añade.

Países desarrollados

Todas estas enfermedades, además, tienen una similitud: son propias de los países desarrollados (especialmente las de tipo inmunológico-alérgico) y, también, mucho más prevalentes en las últimas décadas. "Por eso se piensa que hay un componente en la dieta de las personas -la comida tiene "bichos", gérmenes- que hace que estas enfermedades aparezcan. Quienes vivimos en países desarrollados tenemos el mismo número de bacterias en el intestino que los países menos desarrollados, pero mucha menos biodiversidad. Nuestra biodiversidad es casi la mitad que la de ellos. Y, cuando esto pasa, en general esto se relaciona con la enfermedad", cuenta el doctor Navarro.
"Hay enfermedades por falta de bacterias. El gran error de los últimos 50 años ha sido el consumo de una dieta muy industrializada"
Francisco Guarner
Investigador del VHIR (Vall d’Hebron Institut de Recerca) del grupo de fisiología y fisiopatología digestiva
Suscribe esta idea Francisco Guarner, investigador del VHIR (Vall d’Hebron Institut de Recerca) del grupo de fisiología y fisiopatología digestiva, quien asegura que actualmente "hay enfermedades por falta de bacterias". "Hemos dejado de dar de comer a nuestras bacterias 'buenas'. Cuando solo comemos pan blanco, huevo o carne y renunciamos a los vegetales, lo absorbemos todo nosotros y no damos trabajo a esas bacterias buenas, que acaban atrofiándose. Y entonces pasan a proliferar aquellas que comen solo moco intestinal", cuenta Guarner, quien destaca que el "gran error" de los últimos 50 años ha sido el consumo de una "dieta muy industrializada", de la cual se han eliminado "muchísimas frutas y vegetales naturales".
Según este experto, además el "mal uso" de los antibióticos (son necesarios y salvan vidas, sí, pero se han utilizado de manera "poco selectiva", advierte) ha causado la muerte masiva de millones bacterias inofensivas en el intento de matar solo la que causaba la infección de turno.

Preparados probióticos

Pero, si la microbiota intestinal alterada se relaciona con la aparición de enfermedades, ¿es posible revertir estas dolencias modificando la microbiota? "En la soriasis solo hay un ensayo clínico que demuestra que con un preparado probiótico concreto [los probióticos son microorganismos vivos que pueden estar en los alimentos, medicamentos o complementos de la dieta], a las 12 semanas, el paciente tiende a normalizar la microbiota y, con ello, la enfermedad mejora", comenta el doctor Navarro. Este estudio fue publicado hace pocas semanas en la revista 'Acta Dermato-Venereologica'.
También con la celiaquía en niños se han hecho avances. "La enfermedad mejora con probióticos. Hay un estudio realizado hace tres años en EEUU sobre autismo -los pacientes con autismo tienen la microbiota alterada- y parece ser que con el uso de una mezcla probiótica disminuye la agresividad e hiperactividad de estos niños", añade Navarro. Sin embargo, no es posible de momento revertir el trastorno del espectro autista. Y tampoco enfermedades como la esclerosis múltiple.
"Un ensayo clínico demuestra que un preparado probiótico puede mejorar la soriasis"
Vicente Navarro
Cátedra de Microbiota Humana y Enfermedades Infecciosas de la UCAM
"En esclerosis múltiple no hay ensayos clínicos que incluyan un gran número de pacientes para intentar modificar esa microbiota. Sí hay estudios de laboratorio con ratas en los que se demuestra que, cuando se les hace una transposición de heces de pacientes con esclerosis múltiple, estas ratas empiezan a desarrollar la enfermedad. Pero no hay un ensayo clínico que demuestre que utilizando un probiótico se cura la enfermedad", cuenta el profesor de la Universidad Católica San Antonio de Murcia.

Cambio de paradigma

Todos estos hallazgos, no obstante, señalan un camino por el que seguir. "Son nuevas vías terapéuticas. Estamos hablando de enfermedades de causa multifactorial. Esto es, sabemos que hay componentes hereditarios, inflamatorios, de medio ambiente, autoinmunes... Y parece que uno de esos componentes es la microbiota intestinal. Los investigadores estamos utilizando mecanismos para cambiar la microbiota, y uno de ellas podría ser la dieta", cuenta Navarro.
El mismo explica que el 57% de los genes que tenemos en el cuerpo son bacterianos: es decir, las bacterias han logrado incrustar parte de su material genético en nuestro código genético y actualmente representan más que nuestros genes humanos. "Está claro que tanta bacteria tiene que estar implicada en la salud y enfermedad. Se ha demostrado que el intestino influye en la piel y en el cerebro", dice el doctor. ¿Por qué? "Porque en el intestino tenemos el 80% del sistema linfático, los ganglios sin activar están en la mucosa intestinal. Y, cuando detectan una bacteria nueva o con algún cambio, se produce una alteración de la permeabilidad intestinal".
Esta alteración permite que los elementos dañinos pasen a la sangre a través de unos pequeños agujeros en la pared intestinal, provocando diferentes daños a nivel sistémico. Los principales motivos por los cuales se puede dar esta patología son las dietas desequilibradas, los tratamientos antibióticos, el estrés o una excesiva higiene. "Todo esto nos pone en contacto con algo nuevo que puede cambiar en los próximos años el paradigma de muchas enfermedades", concluye el doctor Navarro.

El "segundo cerebro"

El intestino es, después del cerebro, el órgano que más neuronas tiene: por eso también se conoce como el "segundo cerebro" del ser humano. "El intestino tiene toda una red de neuronas conectadas capaces de tomar decisiones sin contar con el cerebro. El 99% de lo que hace el intestino lo decide hacer él solo", señala Francisco Guarner, investigador del VHIR (Vall d’Hebron Institut de Recerca) del grupo de fisiología y fisiopatología digestiva. Un ejemplo: cuando una persona vive una situación de estrés, es frecuente que el intestino grueso provoque una diarrea. "El intestino sabe que estás estresado y prefiere vaciar, así como también cierra un poco el estómago. El intestino está tomando permanentemente decisiones", añade Guarner.
¿Entonces pueden nuestras emociones afectar al sistema digestivo? Algunas sí. "El estrés es una emoción muy estudiada porque se da en otros mamíferos. También influye el placer: hay muchas vías de placer que comienzan en el intestino y van hacia el cerebro", cuenta Guarner. ¿Y al revés: lo que hay en nuestro intestino influye en nuestros rasgos de personalidad? "Antes del 2010 la respuesta era no, pero desde ese año la respuesta es probablemente sí", explica el médico.

Un experimento del 2010 probó que los ratones con la microbiota intestinal alterada tenían un comportamiento distinto

En el 2010 se hizo un experimento con ratones a través del cual se comprobó que aquellos roedores que no estaban colonizados por bacterias tenían una conducta anormal: se movían mucho y se quedaban quietos en medio de las jaulas. Normalmente los ratones se van a las esquinas, pero los que tenían una microbiota alterada no se comportaban así. "Con este experimento se vio que había una conducta en los roedores que no estaba mediada por los genes de sus padres, sino por la colonización bacteriana. Esto levantó mucho revuelo, se está estudiando pero, de momento, no está claro qué trascendencia tiene en el ser humano", dice este digestólogo.
Sí se ha visto, sin embargo, que las personas con algunas enfermedades mentales o neurodegenerativas (párkinson, depresión, alzhéimer) o con el trastorno del espectro autista tienen una colonización bacteriana anormal, si bien no se ha conseguido revertirlas incluso corrigiendo estas alteraciones. Aun así, otros experimentos sí han demostrado que se puede reducir la ansiedad, por ejemplo, gracias a preparados probióticos.

¿Qué pasa con la higiene?

Según explica Martin J. Blaiser en el libro 'SOS Microbios' (Debate), las "plagas modernas" (obesidad, diabetes infantil, asma, fiebre del heno, alergias a determinados alimentos, reflujo esofágico, cáncer, enfermedad celíaca, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, autismo, eczemas) tienen que ver, para muchas personas, con la "hipótesis de la higiene". Es decir, muchos padres creen que, debido a que "hemos dejado el mundo demasiado limpio", los sistemas inmunitarios de los hijos se han quedado inactivos. Pero Blaiser no comparte esta explicación.
Para este médico las causas de estas enfermedades son "el uso excesivo de antibióticos en humanos y animales, las cesáreas y el uso generalizado de desinfectantes y antisépticos". También advierte de que la pérdida de diversidad de nuestro microbioma "afecta al metabolismo, la inmunidad y la cognición". "Si no cambiamos nuestros hábitos, nos veremos en una situación aún peor. Tan lúgubre como una ventisca en un paisaje helado, que he dado en llamar invierno antibiótico", sostiene.
Los microbios, dice Blaiser,  ayudan a mantener estable la presión arterial a través de receptores especializados ubicados en los vasos sanguíneos. "Estos sensores detectan pequeñas moléculas creadas por los microbios que recubren el intestino. Su respuesta a estas moléculas regula la presión arterial. Así, después de comer, la tensión puede bajar", dice Blaiser. Según él, es muy posible que en un futuro haya tratamientos mejores para la hipertensión utilizando estas bacterias.