sábado, 17 de marzo de 2018

Tratamiento Biológico: un mar de dudas.

Hemos querido titular así esta entrada del blog porque en un mar de dudas se encuentran algunos pacientes ante la indicación médica de iniciar un tratamiento biológico.
Suelen ser dudas y/o miedos comunes y que muchos de ellos comparten. Como por ejemplo: en qué consisten estos tratamientos biológicos, tendrán efectos secundarios, son seguros, son para toda la vida, etc. entre otras muchas. Y cómo se puede apreciar es mucha la incertidumbre que este tipo de tratamiento plantea. Por tanto, nos hemos propuesto ir aclarando la mayoría de ellas a través de esta entrada del blog. De la misma manera, si nos planteáis nuevas, intentaremos ir resolviéndolas.
Dudas
Dudas, miedos incertidumbre suelen ser comunes ante el inicio de un tratamiento biológico
En el Servicio de Medicina Digestiva a menudo los pacientes con Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) – en sus dos manifestaciones: Enfermedad de Crohn (EC) y Colitis Ulcerosa (CU) – pueden precisar en sus tratamientos la introducción de estos fármacos. Ya sean en su forma intravenosa cómo pueden ser el infliximab o vedolizumab, o bien de forma subcutánea como el adalimumabgolimumabcertolizumab y ustekinumab principalmente. A todos ellos los conocemos como terapia biológica.

¿Qué es un fármaco biológico?

Podríamos decir que son moléculas complejas derivadas de fuentes vivas bien sean seres humanos , animales o microorganismos. Actúan sobre dianas mucho más específicas que los fármacos convencionales. En nuestro caso que regulan la actividad inflamatoria bloqueando unas sustancias que hay en nuestro organismo encargadas de la respuesta inflamatoria.
En la Enfermedad Inflamatoria Intestinal el primer fármaco de este grupo y primer tratamiento biológico en obtener la indicación para la enfermedad de Crohn y, por tanto, en obtener el permiso de comercialización por la Agencia Europea del Medicamento y la Agencia Española del Medicamento fue el Infliximab, que se comercializó bajo el nombre de Remicade. A día de hoy muchos especialistas afirman que este hecho supuso una modificación muy importante en el curso y pronóstico de la enfermedad para muchos pacientes, poco respondedores a las terapias hasta entonces existentes.
Unos años después de este primer fármaco, Infliximab, que se administra de forma intravenosa, y que los pacientes de nuestra Unidad se administran en el Hospital de Día; se aprobó el uso de otro antiTNF, el Adalimumab (Humira). La novedad principal fue que simplificó la vía de administración, pasando a ser un inyectable de vía subcutánea. A ambos se les conoce también como anticuerpos monoclonales.
¿A que nos referimos si decimos antiTNF cuando hablamos de un tratamiento biológico?
¿A que nos referimos si decimos antiTNF cuando hablamos de un tratamiento biológico?
Por la historia natural de aparición y uso de estos primeros biológicos que se desarrollaron y que nos escucháis nombrarlos casi de forma coloquial son los “anti-TNF“. Son de los que disponemos una experiencia clínica mayor y un número mayor de datos arrojados por los numerosos estudios científicos que existen.
Aún con todo ellos, en nuestra Unidad disponemos de otras moléculas también biológicas aprobadas y en uso. Además de otras que se están desarrollando, encontrándose en fases de ensayo clínico (en muchos de ellos tenemos la suerte de participar)
Para acabar os dejamos una pequeña explicación, casi como curiosidad que nos ayuda a entender de donde vienen esos nombres tan complejos que llevan este tipo de fármacos. Se denominan anticuerpos monoclonales. De estos existen muchos otros de los que conocemos en enfermedad inflamatoria intestinal y están aprobados para otras patologías.
Qué son los anticuerpos Monoclonales
Qué son los anticuerpos Monoclonales
Os recomendamos que visitéis la web de la Unidad de Farmacia Hospitalaria donde explican de forma clara este concepto y otros también importantes y de mucha vigencia, cómo que son los fármacos biosimilares.

¿Son una cura definitiva para Colitis Ulcerosa y Crohn?

Es importante remarcar que los fármacos biológicos han supuesto un gran avance para el control de la enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa. Pero aún no se trata de la cura definitiva de las mismas. Por desgracia no son siempre eficaces, ni se observa una respuesta idéntica en todos los pacientes. Además tras su retirada o suspensión la enfermedad puede volver a activarse y aparecer.

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