viernes, 9 de diciembre de 2016

Helocobacter pylori y úlceras pépticas .

¿Qué es la úlcera péptica?

Una úlcera péptica es una llaga en el revestimiento del estómago o el duodeno, que es donde comienza el intestino delgado. Con menos frecuencia, una úlcera péptica puede aparecer justo por encima del estómago en el esófago, que es el tubo que conecta a la boca con el estómago.
Las úlceras pépticas en el estómago se llaman úlceras gástricas. Las úlceras que se producen en el duodeno se llaman úlceras duodenales. Las personas pueden sufrir de una úlcera gástrica y duodenal a la misma vez. También pueden presentar una úlcera péptica más de una vez en sus vidas.
Las úlceras pépticas son comunes. Cada año en los Estados Unidos, cerca de 500,000 personas desarrollan una úlcera péptica.1

¿Cuáles son las causas de las úlceras pépticas?

La bacteria llamada Helicobacter pylori (H. pylori) es una de las mayores causas de las úlceras pépticas. Otra causas comunes, son los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE por sus siglas), tal como la aspirina y el ibuprofeno. Es poco común que los tumores cancerosos o no cancerosos en el estómago, duodeno o páncreas causen úlceras.
Dibujo del aparato digestivo en la que se señalan el esófago, estómago, hígado, vesícula, duodeno, páncreas, intestino delgado, intestino grueso, recto y ano. Un dibujo agrandado del estómago muestra una úlcera péptica en la que se señala la úlcera.
La bacteria "H. pylori" puede causar úlceras pépticas—llagas en el revestimiento del estómago o duodeno.
Las úlceras pépticas no son causadas por estrés ni por comer comidas picantes, pero ambas pueden empeorar los síntomas de la úlcera. Fumar y tomar bebidas alcohólicas puede empeorar las úlceras y hasta evitar que sanen.

¿Qué es H. pylori?

H. pylori es un tipo de bacteria—un germen que puede causar infección. La infección por H. pylori es común, sobre todo en países en vías de desarrollo, y usualmente comienza durante la niñez. Los síntomas por lo general no aparecen hasta alcanzar la edad adulta, aunque la mayoría de personas nunca presentan síntomas.
H. pylori causa más de la mitad de las úlceras pépticas en todo el mundo.2 La bacteria causa las úlceras pépticas al dañar el revestimiento mucoso que protege el estómago y el duodeno. El daño al revestimiento mucoso permite que los potentes ácidos estomacales atraviesen el sensible revestimiento debajo del estómago y duodeno. Juntos, el ácido estomacal y H. pyloriirritan el revestimiento del estómago y duodeno y causan una úlcera.
Sin embargo, la mayoría de personas con H. pylori no desarrollan úlceras. Aún se desconoce porque la bacteria causa úlceras en ciertas personas pero no en otras. Es probable, que el desarrollo de la úlcera dependa de las características de la persona infectada; del tipo de cepa de H. pylori presente; y de otros factores que los investigadores aún desconocen.

¿Cómo se propaga H. pylori?

Los científicos no están seguros de la manera en que se propaga H. pylori, pero creen que puede ser transmitido por medio de alimentos o agua contaminados. Las personas pueden contraer la bacteria a través de alimentos que no se lavaron o prepararon adecuadamente, o al beber agua que proviene de un lugar contaminado o sucio.
Otros estudios están investigando cómo se propaga la infección de una persona infectada a una persona no infectada. Los estudios sugieren que al entrar en contacto con la materia fecal o el vómito de una persona infectada, se puede propagar la infección H. pylori. Y también se ha encontrado H. pylori en la saliva de algunas personas infectadas, de modo que la bacteria también puede propagarse por contacto directo con la saliva de una persona infectada.

¿Cuáles son los síntomas de la úlcera péptica?

Malestar abdominal es el síntoma más común, tanto de las úlceras duodenales como las gástricas. Este malestar se siente en cualquier lugar entre el ombligo y el esternón y usualmente
  • es un dolor sordo o ardiente
  • se presenta cuando el estómago esta vacío—entre las comidas o durante la noche
  • se puede aliviar brevemente al ingerir alimento, en el caso de las úlceras duodenales, o al tomar antiácidos tanto para la úlcera péptica como la duodenal
  • dura de minutos a horas
  • va y viene por varios días o semanas
Puede haber otros síntomas que incluyen
  • pérdida de peso
  • falta de apetito
  • hinchazón
  • eructos
  • náuseas
  • vómitos
Algunas personas presentan tan sólo síntomas leves o no presentan síntomas.

Síntomas de emergencia

Una persona que tenga cualquiera de los siguientes síntomas debe llamar inmediatamente a un médico:
  • dolor de estómago agudo, repentino, persistente e intenso
  • heces sanguinolentas o negras
  • vómito con sangre o vómito que parece poso de café
Estos síntomas de “alarma” pueden ser señales de un problema grave, tal como
  • hemorragia—cuando el ácido o la úlcera péptica rompe un vaso sanguíneo
  • perforación—cuando la úlcera péptica perfora totalmente la pared del estómago o el duodeno
  • obstrucción—cuando la úlcera péptica bloquea el trayecto de los alimentos tratando de salir del estómago

¿Cómo se diagnostica una úlcera causada por H. pylori?

Técnicas no invasivas

Si un paciente presenta síntomas de úlcera péptica, el médico comenzará por preguntar sobre el uso de AINE con o sin receta médica. El médico pedirá a los pacientes que están tomando AINE que dejen de tomarlos, que reduzcan la dosis, o que cambien a otra medicación.
Después, el médico hará pruebas para ver si el paciente está infectado con H. pylori. Dichos exámenes son importantes porque el tratamiento de una úlcera causada por H. pylori es diferente del tratamiento de una úlcera causada por AINE.
Los médicos pueden diagnosticar H. pylori mediante una de tres simples pruebas no invasivas a través de la sangre, el aliento o las heces del paciente. Debido a que las pruebas del aliento y las heces detectan H. pylori con mayor exactitud que la prueba de sangre, algunos médicos prefieren usar una de estas dos pruebas. Las pruebas descritas a continuación se realizan con facilidad, a menudo en un entorno ambulatorio tal como un consultorio médico o laboratorio.
  • La prueba de sangre. Se extrae una muestra de sangre de la vena del paciente, que se examina para detectar anticuerpos contra H. pylori. Los anticuerpos son sustancias que el cuerpo produce para combatir sustancias nocivas e invasoras—llamados antígenos—tal como la bacteria H. pylori.
  • La prueba de aliento con urea. El paciente ingiere una capsula, líquido o pudín que contiene urea “marcada” con un átomo de carbono especial. Luego de pocos minutos, el paciente respira dentro de un recipiente, soltando dióxido de carbono. Si el átomo de carbono especial se encuentra en el aire expulsado, H. pylori está presente, pues la bacteria contiene grandes cantidades de ureasa, una sustancia química que descompone la urea en dióxido de carbono y amoniaco.
  • La prueba de antígeno en heces. El paciente proporciona una muestra de heces, que se analiza para detectar antígenos de H. pylori.

Técnicas invasivas

Si el paciente presenta cualquier síntoma de alarma, el médico ordena una endoscopia o tránsito esofagogastroduodenal, conocido en inglés como “upper gastrointestinal (GI) series”. Muchos médicos también recomiendan estas pruebas para pacientes que hayan sufrido los primeros síntomas de úlcera péptica alrededor de los 50 años de edad. Las pruebas usualmente se realizan como un procedimiento ambulatorio en un hospital, y ambos procedimientos son indoloros y permiten que el médico vea adentro del estómago y duodeno del paciente.
Para la endoscopia, se seda levemente al paciente. El médico pasa un endoscopio— un tubo delgado, con una luz y una cámara diminuta en su extremo—en la boca del paciente que pasa a través de la garganta al estómago y duodeno. Con este instrumento, el médico puede examinar en detalle el revestimiento del esófago, estómago y duodeno.
El médico puede usar el endoscopio para tomar fotos de úlceras o para extirpar un pequeño pedazo de tejido—no más grande que el cerillo de un fósforo—para examinarlo bajo un microscopio. A este procedimiento se lo conoce como biopsia. El tejido de la biopsia se examina para ver si presenta H. pylori.
Si una úlcera está sangrando, el médico puede usar un endoscopio para inyectar medicinas que ayuden a coagular la sangre o guiar una sonda térmica que queme el tejido para detener el sangrado—un proceso llamado cauterización.
Para un tránsito esofagogastroduodenal, el paciente beberá un líquido blanco y terroso parecido al yeso llamado bario. El bario permite que el esófago, estómago, duodeno y cualquier úlcera aparezcan en una radiografía. No es necesaria la sedación para este procedimiento.

¿Cómo se trata la úlcera péptica causada por H. pylori?

Las úlceras pépticas por H. pylori se tratan con medicamentos para eliminar la bacteria, disminuir la secreción de ácido gástrico, y proteger el revestimiento del estómago y duodeno.
Para eliminar a H. pylori se usan antibióticos. Los regímenes de antibióticos pueden diferir en todo el mundo debido a que ciertas cepas de H. pylori se han vuelto resistentes a ciertos antibióticos, lo que significa que un antibiótico que antes destruía a la bacteria, ya no es eficaz. Los médicos siguen atentamente las investigaciones sobre tratamientos antibióticos para la infección de H. pylori para saber que estrategia de tratamiento destruirá que tipo de cepa.
Los medicamentos que reducen el ácido estomacal comprenden los inhibidores de la bomba de protones (IBP por sus siglas) y los antagonistas de los receptores de histamina (antihistamínicos H2). Estas medicinas reductoras de ácido gástrico ayudan a disminuir el dolor ulceroso después de algunas semanas y favorecen la curación de la úlcera. Los antihistamínicos H2 y los IBP actúan de diferentes maneras:
  • Los IBP suprimen la producción de ácido al interrumpir el mecanismo que bombea ácido hacia el estómago.
  • Los antihistamínicos H2 bloquean la histamina, sustancia que estimula la secreción de ácido gástrico.
Aunque los IBP no pueden eliminar la bacteria H. pylori, los estudios señalan que sí ayudan en combatir la infección de H. pylori. Los estudios también indican que luego de cuatro semanas de tratamiento, los pacientes que toman IBP sienten alivio del dolor en menos tiempo y presentan una mayor tasa de curación que aquellos que toman antihistamínicos H2.
El subsalicilato de bismuto (Pepto-Bismol), recubre las úlceras, protegiéndolas del ácido estomacal. Aunque el subsalicilato de bismuto puede eliminar a H. pylori, se usa con—y no en vez de—antibióticos en algunos regímenes de tratamiento.
En los Estados Unidos, la terapia triple basada en claritromicina—o simplemente llamada terapia triple—es el tratamiento estándar para tratar la úlcera causada por H. pylori. El médico receta el antibiótico claritromicina, un IBP, y los antibióticos amoxicilina o metronidazol durante 10 a 14 días. Debido a estudios que muestran tasas más altas de curación durante un tratamiento de 14 días, hoy en día, algunos médicos recetan la terapia triple por este periodo más largo.
La terapia cuádruple basada en bismuto es otra estrategia de tratamiento que se usa en los Estados Unidos. El paciente toma un IBP, subsalicilato de bismuto y los antibióticos tetraciclina y metronidazol durante 10 a 14 días. La terapia cuádruple de bismuto se usa para tratar a pacientes en varias situaciones, tales como en situaciones en la que el paciente
  • no puede tomar amoxicilina—un antibiótico derivado de la penicilina— debido a alergia a la penicilina
  • ha sido tratado anteriormente con un antibiótico macrólido, tal como la claritromicina
  • sigue infectado con H. pylori, porque la terapia triple no eliminó la bacteria
Tanto la terapia triple, como la cuádruple basada en bismuto, pueden causar náuseas y otros efectos secundarios que incluyen
  • malestar estomacal
  • diarrea
  • dolor de cabeza
  • sabor metálico en la boca
  • lengua oscura o heces negras
  • enrojecimiento al beber alcohol
  • sensibilidad al sol
Los pacientes deben hablar con su médico sobre cualquier efecto secundario molesto; el médico podría recetar otras medicinas para eliminar la bacteria y curar la úlcera.
Aunque los antibióticos pueden curar entre 80 por ciento y 90 por ciento de las úlceras causadas por H. pylori, eliminar la bacteria puede ser complicado. Los pacientes deben tomar todas las medicinas tal como fueron recetadas, inclusive después de que el dolor de la úlcera péptica haya desaparecido.
Al menos 4 semanas después del tratamiento, el médico examina al paciente mediante una prueba de aliento o de las heces para asegurarse que la infección de H. pylori fue curada. La prueba de sangre no es útil después del tratamiento, ya que la sangre del paciente puede dar un resultado positivo para H. pylori incluso después de que la bacteria fue eliminada.
Si la infección persiste, las úlceras pueden repetirse o, con menos frecuencia, se puede desarrollar cáncer del estómago. De este modo, algunos pacientes necesitan más de una ronda de medicinas para eliminar la bacteria H. pylori. La terapia cuádruple de bismuto es uno de varios tratamientos que se usan cuando el tratamiento inicial no da resultado—una estrategia denominada terapia de “rescate” o terapia de “salvamento”. Durante la segunda ronda de medicinas, el médico receta antibióticos diferentes a los usados en la primera ronda. Sin embargo, la amoxicilina, se puede usar nuevamente para tratar la infección de H. pylori ya que la resistencia a este antibiótico es poco común.

¿Pueden los antiácidos o la leche ayudar a curar una úlcera péptica?

Un antiácido puede hacer que el dolor de la úlcera desaparezca temporalmente, pero no eliminará a H. pylori. Las personas que están siendo tratadas para una úlcera H. pylori deben consultar al médico antes de tomar antiácidos. Algunos antibióticos que se emplean para eliminar a H. pylori pueden no actuar de manera eficaz si se los combina con un antiácido.
Las personas solían pensar que beber leche ayudaba a sanar las úlceras pépticas. Los médicos saben hoy en día, que aunque la leche puede ayudar a sentir un breve alivio de la úlcera, también aumenta el ácido estomacal que podría empeorar la úlcera. Los pacientes deben hablar con su médico sobre tomar leche mientras la úlcera se está curando.

¿Se puede prevenir la infección H. pylori?

Nadie sabe con certeza cómo se propaga H. pylori, de manera que es complicada la prevención. Los investigadores están tratando de obtener una vacuna para prevenir—e inclusive curar—la infección de H. pylori. Para ayudar a prevenir la infección, los médicos recomiendan a las personas a
  • lavarse las manos con agua y jabón después de usar el baño y antes de comer
  • comer alimentos que hayan sido bien lavados y cocinados adecuadamente
  • beber agua de una fuente sana y limpia

Puntos para recordar

  • Una úlcera péptica es una llaga en el revestimiento del estómago o el duodeno.
  • La mayoría de úlceras pépticas son causadas por H. pylori. Otra causa común es el uso de los AINE, tal como la aspirina y el ibuprofeno.
  • Ni el estrés ni la comida picante causan úlceras. Sin embargo, fumar y tomar bebidas alcohólicas puede empeorar las úlceras y evitar que sanen.
  • El malestar abdominal de la úlceras pépticas
    – es un dolor sordo o ardiente
    – se presenta cuando el estómago está vacío—entre las comidas o en la noche
    – se puede aliviar brevemente al ingerir comida, en el caso de las úlceras duodenales, o al tomar antiácidos, en ambos tipos de úlceras pépticas
    – puede durar de minutos a horas
    – va y viene por varios días o semanas
  • Una combinación de antibióticos con medicinas que reducen el ácido es el tratamiento más eficaz para las úlceras pépticas producidas por H. pylori.
  • Es necesario hacerse exámenes médicos después del tratamiento para asegurarse de que la infección de H. pylori desapareció.
  • Para ayudar a prevenir la infección de H. pylori, las personas deben
    – lavarse las manos después de usar el baño y antes de comer
    – comer alimentos que hayan sido preparados adecuadamente
    – beber agua de una fuente sana y limpia

Referencias

Ensayos Clínicos

El Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK por sus siglas en inglés) y otras organizaciones del Instituto Nacional de Salud (NIH) conducen y ayudan en la investigación de muchas enfermedades y condiciones médicas.

Que son ensayos clínicos, y serian una buena opción para usted?

Los ensayos clínicos son parte de la investigación clínica y a la raíz de todos avances médicos. Los ensayos clínicos buscan maneras nuevas de prevenir, detectar o tratar enfermedades. Los investigadores también usan los ensayos clínicos para estudiar otros aspectos de la atención clínica, como la manera de mejorar la calidad de vida de las personas con enfermedades crónicas. Averigüe si los ensayos clínicos son adecuados para usted. 

Que ensayos clínicos están disponibles?

Para más información sobre los ensayos clínicos que están disponibles y están reclutando visite: www.ClinicalTrials.gov .

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Contarlo o no: lo que hacen los niños con EII.

Un estudio innovador realizado en Canadá y recientemente publicado en la revista Social Science & Medicine habla sobre  la perspectiva de los niños y adolescentes canadienses con enfermedad inflamatoria intestinal sobre como determinan el cómo y cuándo hablarles a los demás sobre su enfermedad.
El vivir con una enfermedad crónica plantea muchos desafíos, especialmente durante la etapa de la adolescencia. Pocos estudios han explorado las experiencias de los jóvenes hablando de su enfermedad y de cómo deciden si deben hablarles a otras personas sobre su condición.
Por ello, los investigadores entrevistaron a veinticinco pacientes con EII de entre 10 y 17 años.
Estos entrevistados destacaron que ellos, generalmente, prefieren ocultar su enfermedad. Sin embargo, cuando han revelado su condición, se ha basado en diversos factores contextuales para tomar la decisión como, por ejemplo, su conocimiento sobre la enfermedad o la severidad de la misma. Los pacientes también subrayaron que el manejar las reacciones negativas que genera la noticia de su enfermedad es uno de los principales retos.
Además, el estudio presenta un modelo de toma de decisiones que describe como los niños deciden  como revelar u ocultar su EII.
El estudio ilustra que para los niños y los adolescentes con enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa, el gestionar el conocimiento que los demás tienen sobre su enfermedad tiene importantes implicaciones en el manejo de su identidad como pacientes.
Los autores sostienen la importancia que el conocimiento sobre como los niños con EII toman la decisión de revelar su enfermedad o no para comprender de la experiencia que supone tener una EII en la esfera social.
Otra de las conclusiones del estudio es la necesidad de implementar programas específicos para normalizar la EII y crear entornos favorables para los niños con enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa.
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jóvenesniñosadolescentespsicologia 
https://www.accuesp.com/contarlo-o-no-lo-que-hacen-los-ninos-con-eii

lunes, 5 de diciembre de 2016

Investigaciones revelan por qué cada sistema inmunológico es diferente.

Científicos del Centro Médico Universitario de Radboud, junto con el Centro Médico Universitario de Groningen en Países Bajos, y el Instituto Broad del Instituto Médico de Massachusetts y Harvard, en Estados Unidos, están investigando el origen de las diferencias en la respuesta inmune.
La respuesta ante los patógenos y la reactividad del sistema inmunitario, varía mucho de unas personas a otras, y determinan la propensión a padecer ciertas enfermedades autoinmunes como, por ejemplo, la artritis reumatoide, la esclerosis múltiple o la enfermedad inflamatoria intestinal.
Algunos factores que pueden contribuir a esta variabilidad son los ambientales, como las estaciones, pero también están implicados otros como la edad, la genética y el microbioma intestinal. La evidencia científica apunta a que todos estos elementos influyen en la producción de citoquinas, que son las moléculas de señalización del sistema inmune.
Los cambios de estación parecen tener una gran influencia en la respuesta inmune. Los investigadores descubrieron que ciertas citoquinas tienen un pico en verano y que otros anticuerpos tienen un pico en invierno. Sin embargo, apuntaron que la vitamina D parece desempeñar un papel limitado en este proceso.
Los estudios revelan también que las mujeres son más propensas a sufrir enfermedades autoinmunes que los hombres. Parece que el porcentaje de grasa corporal, que difiere en ambos sexos, influye en la producción de citoquinas.
Entre un 25 y un 75% de la fuerza de nuestra respuesta inmune está determinada genéticamente. La predisposición genética de un sistema inmunológico fuerte es en parte hereditaria, pero puede variar dependiendo del patógeno al que esté expuesto. Las bacterias que habitan en el organismo y que componen nuestro microbioma también influyen en la producción de citoquinas provocando entre un 5 y un 10% de las diferencias en la respuesta inmunitaria.
Fuente: La Información
https://www.accuesp.com/la-investigacion-medica-revela-por-que-cada-sistema-inmunologico-es-diferente

domingo, 4 de diciembre de 2016

Cómo el Estrés Causa Estragos en su Intestino- y Que Hacer al Respecto.

Por el Dr. Mercola
Todos sus sentimientos crean cambios emocionales, y el estrés no es la excepción.
Cuando se encuentra bajo estrés, su ritmo cardiaco puede subir, su presión arterial podría aumentar y su sangre puede irse de su estómago y dirigirse hacia sus brazos, piernas y cabeza para pensar rápido, luchar o huir.
Esta pretende ser la respuesta temporal para ayudar a la supervivencia pero cuando el estrés se vuelve crónico, como es el caso de millones de personas que leen esto, puede dañar su salud, causando estragos en su salud intestinal y digestiva.

Cómo Impacta el Estrés en su Intestino

La respuesta al estrés provoca una serie de eventos perjudiciales en su intestino, incluyendo:
  • Disminución en la absorción de nutrientes
  • Disminución en la oxigenación de su intestino
  • Cuatro veces menos flujo sanguíneo en su sistema digestivo, lo que provoca una disminución del metabolismo
  • Disminución de la producción enzimática en el intestino- como unas 20 mil veces

Pero eso no es todo. En un sentido muy real usted tiene dos cerebros, uno dentro de su cráneo y otro en su intestino. Curiosamente, estos dos órganos en realidad están creados del mismo tejido. 

Durante el desarrollo fetal, una parte se va hacia  el sistema nervioso central mientras que la otra se desarrolla en su sistema nervioso entérico. Estos dos sistemas están conectados por medio del nervio vago, el nervio craneal que va desde el tronco cerebral hasta su abdomen. Este “eje cerebro-intestino” es lo que conecta a sus dos cerebros y lo que explica el por qué siente mariposas en el estómago cuando se pone nervioso, por mencionar un ejemplo.
Del mismo modo, el estrés es el resultado de las alteraciones de su conexión entre su cerebro y su intestino, lo cual puede contribuir o provocar de manera directa una serie de trastornos gastrointestinales, incluyendo:

Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII)Síndrome del Intestino Irritable (SII)Respuestas adversas a los alimentos relacionados con un antígeno (Alergias a los alimentos)
Úlcera pépticaReflujo gastroesofágicoOtras enfermedades gastrointestinales funcionales

Como está escrito en el estudio publicado en el Journal of Physiology and Pharmacology:
“El estrés, que se define como una amenaza grave a la homeostasis, muestra tener efectos tanto a corto plazo como a largo plazo sobre las funciones del aparato digestivo…Los principales efectos que tiene el estrés sobre la fisiología del intestino incluye:
  1. Alteraciones en la motilidad gastrointestinal
  2. Aumento en la percepción visceral
  3. Cambios en la secreción gastrointestinal
  4. Efectos negativos en la capacidad regenerativa de la mucosa gastrointestinal y el flujo sanguíneo de la mucosa
  5. Efectos negativos sobre la microflora intestinal
Los mastocitos (MC) son importantes efectores del eje cerebro-intestino, que traducen las señales de estrés en la liberación de una amplia variedad de neurotransmisores y citoquinas proinflamatorias, que podrían afectar profundamente la psicología gastrointestinal.”

Harvard Revisa Cómo el Estrés Puede Causar Trastornos Estomacales

Hipócrates dijo una vez que “todas las enfermedades comienzan en el intestino”, y también es bien conocido que el estrés es un desencadenante que hace que se produzcan múltiples enfermedades crónicas. Estos dos dogmas de salud en realidad van muy de la mano con la salud de su intestino y el estrés junto con un intestino dañado puede contribuir con múltiples enfermedades inflamatorias, como:
Esclerosis múltipleDiabetes tipo 1Artritis reumatoideOsteoartritis
LupusEnfermedades CrohnColitis ulcerosaEnfermedades crónicas de la piel
Problemas renalesEnfermedades urinariasEnfermedades alérgicas y utópicasEnfermedades degenerativas
Síndrome de fatiga crónicaFibromialgiaEncefalomielitis Miálgica (ME)Enfermedad intestinal inflamatoria

En pocas palabras, el estrés crónico (y otras emociones negativas como el enojo, la ansiedad y la tristeza) pueden desencadenar síntomas y enfermedades en su intestino. Como lo explican investigadores de Harvard:
“La psicología se combina con los factores físicos para causar dolor y otros síntomas intestinales. Los factores psicosociales influyen en la fisiología real de su intestino, así como en los síntomas. En otras palabras, el estrés (o depresión u otros factores psicológicos) pueden afectar el movimiento y contracciones de las vías de su tracto gastrointestinal (GI), provocando inflamación o haciéndolo más susceptible a infecciones.
Además, las investigaciones sugieren que algunas personas con trastornos gastrointestinales funcionales perciben el dolor más agudo que otras personas porque sus cerebros no regulan correctamente las señales de dolor desde su tracto gastrointestinal. El estrés puede hacer que el dolor se sienta aún más.”
Curiosamente, la conexión funciona en ambos sentidos, es decir que mientras el estrés puede provocar problemas intestinales, los problemas intestinales también pueden provocar problemas emocionales. Los investigadores de Harvard continúan:
“Esta conexión va en ambos sentidos. Un intestino con problemas puede mandar señales al cerebro, así como un cerebro con problemas puede mandar señales al intestino. Por lo tanto, el estómago de una persona o el malestar intestinal puede ser la causa o el producto de ansiedad, estrés o depresión. Eso se debe a que el cerebro y el sistema gastrointestinal están íntimamente conectados- tan íntimamente que en realidad deberían de ser vistos como un solo sistema.”

El Desequilibrio en su Intestino Puede Producirle Depresión, Ansiedad y Más

Si se siente estresado, es esencial darse cuenta que esto no sólo podría afectar su salud intestinal, sino que podría estar siendo causado por su misma salud intestinal, o más específicamente, por la falta de esta.
Curiosamente, la evidencia científica demuestra que nutrir su flora intestinal con bacterias amigables provenientes de alimentos fermentados o probióticos es algo extremadamente importante para el funcionamiento adecuado del cerebro y eso incluye el bienestar psicológico y el control del estado de ánimo. Por ejemplo, se ha demostrado que los probióticos conocidos como Bifdobacterium longum NCC3001 normalizan el comportamiento de ansiedad en ratones infectados con colitis.i  
Una investigación publicada en el año del 2011 también demuestra que los probióticos tienen un efecto directo en la química de su cerebro bajo condiciones normales, de tal manera que puede afectar sus sentimientos de ansiedad o depresión. En resumen, el probiótico Lactobacillus rhamnosus tuvo un efecto marcado sobre los niveles GABA (un neurotransmisor inhibitorio que esta involucrado en la regulación de muchos procesos psicológicos y fisiológicos) en ciertas regiones cerebrales y disminuye el estrés inducido por la hormona corticosterona, dando como resultado una reducción de ansiedad y depresión relacionadas con el comportamiento. ii
Los autores concluyeron:
“En conjunto, estos resultados resaltan la importancia del papel de la bacteria en la comunicación bidireccional del eje cerebro-intestino y sugiere que ciertos organismos podrían ser complementos útiles en los trastornos relacionados con el estrés, como la ansiedad y la depresión.”
Curiosamente, los neurotransmisores como la serotonina también se encuentran en el intestino. De hecho, la mayor concentración de serotonina, que está relacionada con el control de estado de ánimo, depresión y el control de la agresividad, se encuentra en sus intestinos, no en el cerebro.

Si Usted Tiene estos Síntomas, el Estrés Podría estar Causando eus Síntomas Intestinales

El Harvard HealthBeat ha reunido una lista de síntomas físicos, conductuales y emocionales del estrés. Prácticamente todos estamos expuestos al estrés todos los días, pero estos signos indican que el estrés podría estar afectando su vida diaria y podrían estar aumentando su riesgo de problemas de salud:
Síntomas Físicos
Rigidez o tensión muscular, especialmente en el cuello y hombrosDolores de cabezaProblemas para dormir
Inestabilidad o tembloresReciente pérdida de interés en el sexoAumento o pérdida de peso
Ansiedad  

Síntomas Conductuales
DejadezRechinar los dientesDificultad para completar tareas
Cambios en el consumo de alcohol o comidaEmpezar a fumar o fumar más de lo normalAumento del deseo de estar o alejarse de alguien
Reflexión (hablar mucho o meditar sobre situaciones estresantes)  

Síntomas Emocionales
LlantoSensación de tensión o presión abrumadoraProblemas para relajarse/Nerviosismo
Mal temperamentoDepresiónPoca concentración
Dificultad para recordar cosasPérdida del sentido del humorIndecisión

¿Qué Puede Hacer para Reducir el Estrés y Mejorar su Salud Intestinal?

De hecho, muchas cosas.
Cuando de estrés se trata, por lo general el ejercicio es muy útil para el alivio y despeje de su mente. Otras herramientas comunes para reducir el estrés con una alta tasa de éxito incluyen la oración, la meditación, la risa y el yoga, por ejemplo. Aprender técnicas de relajación como respirar profundamente y la visualización positiva, que es el “lenguaje” del subconsciente. Cuando usted crea una imagen visual de cómo le gustaría sentirse, su subconsciente entenderá y comenzará a ayudarlo a hacer los cambios bioquímicos y neurológicos que se necesitan.
Mi herramienta favorita para manejar el estrés es la EFT (Técnica de Liberación Emocional), que es parecida a la acupuntura pero sin el uso de agujas. Es una herramienta fácil de utilizar y gratuita para disminuir la carga emocional rápidamente y sin dolor y es tan sencilla que incluso los niños pueden aprenderla.
Cuando utiliza estas herramientas para mantener sus niveles de estrés bajo control, también puede reforzar su salud intestinal al:
  • Evitar el azúcar/fructosa: Comer azúcar y fructosa en exceso distorsionará la relación entre las bacterias buenas y malas de su intestino, ya que sirve como fertilizante/combustible de los patógenos, hongos y levaduras que inhiben negativamente la bacteria benéfica en su intestino.
  • Comer alimentos fermentados: Los alimentos fermentados hechos de manera tradicional y sin pasteurizar son una fuente rica en probióticos. Las opciones saludables incluyen el lassi (una bebida de yogurt india que por lo general se disfruta después de la cena), la leche orgánica fermentada proveniente de animales alimentados con pastura como el kéfir, fermentaciones de repollo, nabos, berenjenaspepinos, cebollas, calabazas, zanahorias y el natto (soya fermentada). Usted puede encontrar una lista de alimentos y vegetales fermentados que pueden ayudarlo a curar su intestino aquí.
  • Tomar un suplemento de probióticos: Si no come alimentos fermentados, tomar un suplemento de probióticos de alta calidad definitivamente es lo recomendado. Como lo afirman los expertos, “…los probióticos podrían afectar profundamente la interacción entre su cerebro y su intestino (“eje microbioma-intestino-cerebro”) y atenuar el desarrollo de trastornos inducidos por el estrés, tanto en la parte superior como inferior del tracto gastrointestinal.”iii
  • Dormir en completa oscuridad: Esto es necesario para la apropiada producción de la hormona melatonina. Y las investigaciones sugieren que “la melatonina”, un importante mediador del eje cerebro-intestino, ha demostrado tener importantes efectos protectores contra el estrés inducido por lesiones en el tracto gastrointestinal.”iv
Referencias: