Normalmente, se conocen los problemas intestinales por dos disfunciones comunes: estreñimiento y diarrea. Pero existen muchas otras razones por las que surgen dichos problemas. Desde la pérdida de sensibilidad al bloqueo, los tipos de trastorno intestinal varían, así como sus síntomas.
Glosario
El estreñimiento es la imposibilidad de vaciar el intestino
Tipos de incontinencia
Incontinencia de urgencia: cuando siente el llenado del recto, tiene la urgencia de ir al lavabo y debe apresurarse para llegar a tiempo.
El paciente con incontinencia para gases tiene la sensación de llenado del recto, pero el mecanismo sensitivo de su cuerpo no funciona correctamente y no puede indicarle si se trata de gases o heces.
La incontinencia pasiva se produce cuando no existe indicación de urgencia de ir al lavabo o el mensaje no se registra en el cerebro. En otras palabras, el paciente no sabe que el recto está lleno y preparado para vaciarse.
Puesto que el paciente nunca tiene sensibilidad en el recto, no puede controlar conscientemente sus movimientos intestinales y las heces salen sin que se percate de ello.
La incontinencia anal y rectal se produce debido a una incapacidad para controlar el canal rectal y los músculos del esfínter anal. Los nervios de estas áreas ayudan al cerebro a controlar el movimiento y la expulsión de heces y gases.
Cuando los nervios, la estructura del recto o los músculos de estas áreas específicas están dañados, pueden surgir problemas de control y pérdidas.
Incontinencia por rebosamiento: normalmente es resultado del bloqueo del colon causado por estreñimiento. Ese bloqueo, provocado por heces retenidas, bloquea aún más heces. Sólo las heces acuosas pueden pasar a través de este bloqueo, provocando pérdidas debido a la dificultad para controlarlas.
Doble incontinencia: cuando los problemas de control afectan alintestino y la vejiga.
Causas de los problemas intestinalesy de incontinencia
Los pacientes pueden sufrir algún grado de incontinencia debido a problemas estructurales del colon, los músculos o los nervios. Esto podría mostrarse al nacer, como órganos o estructuras que no están lo suficientemente formados en un recién nacido.
Otros pacientes pueden sufrir daños a lo largo de su vida, derivados de un parto, un accidente la o cirugía.
Algunas enfermedades, como la diabetes , la espina bífida, la apoplejía, la epilepsia y la enfermeda de Parkinson, pueden afectar al control de la continencia.
Sin embargo, la mayoría de los pacientes advierten sus problemas intestinales por dos alteraciones comunes: el estreñimiento y la diarrea.
Estreñimiento: un síntoma y una causa
El estreñimiento provoca incontinencia, pero también es indicativo de que algo no va bien. Por ejemplo, puede padecerlo debido a problemas desalud , como el síndrome del intestino irritable, o bien porque esté estresado.
El estreñimiento es la imposibilidad de vaciar el intestino. A veces, las heces quedan retenidas en el colon, se resecan, endurecen y forman una masa, que provoca un bloqueo en el colon.
Nada, excepto heces acuosas, puede pasar a través de ese bloqueo. Resulta difícil controlar estas heces y se producen pérdidas.
Además, cuando el colon está bloqueado, el paciente suele empujar y esforzarse para intentar vaciar el colon. El esfuerzo puede dañar los músculos y el canal rectal. También pueden provocar pequeñas lesiones o irritaciones en la superficie del colon. Estas consecuencias pueden causar problemas de control intestinal.
Todos llegamos a sufrir algún tipo de estreñimiento. La inactividad y la edad pueden favorecerlo, y normalmente remite. Si persiste y no se trata puede provocar daños.
Síntomas a los que debe prestar atención:
- Un
cambio en los hábitos de evacuación, junto con un descenso en la frecuencia - Necesidad de realizar un esfuerzo para evacuar
- Deposiciones duras o en forma de bolitas
- Sensación de no haber vaciado completamente el intestino
- Hinchazón, retortijones y náuseas
Diarrea: un síntoma y una causa
La diarrea también es un síntoma y una causa de la incontinencia. Puede ser crónica (continua o recurrente) o aguda (repentina).
Existen numerosas causas que provocan diarrea aguda, como una infección estomacal bacteriana o vírica o reacciones alimentarias. Normalmente remite en una o dos semanas.
La diarrea crónica es continua y puede durar semanas. Puede remitir y volver a aparecer. Puede ser resultado de una enfermedad o trastornos digestivos, como colon irritable, o de enfermedades inflamatorias, como la enfermedad de Crohn.
Los síntomas de la diarrea son:
- Evacuaciones frecuentes y no deseadas de heces acuosas
- Dolor abdominal, retortijones e hinchazón
- Náuseas y pérdida de apetito
- A veces, se acompaña de fiebre o sangre en las heces
Es importante visitar al médico, ya que tanto la diarrea aguda como la crónica pueden provocar la pérdida de líquidos corporales. Los bebés, los niños y los ancianos son especialmente vulnerables a la deshidratación
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