miércoles, 31 de julio de 2019

Antibióticos, microbiota y resistencia.

Segunda parte de la serie de artículos sobre antibióticos y enfermedad inflamatoria intestinal (EII) que habla de las disfunciones de la microbiota y la resistencia a los antibióticos. (Puedes leer la primera parte o introducción aquí)


Disfunciones de la microbiota intestinal y enfermedad inflamatoria intestinal
En la enfermedad de Crohn (EC) y la colitis ulcerosa (CU) existe una activación anómala del sistema inmunitario frente a microorganismos que viven en el intestino (microbiota) y que normalmente no son perjudiciales, sino beneficiosos, para el organismo humano. En estos pacientes, de hecho, se ha detectado un aumento de la presencia de anticuerpos contra bacterias no dañinas del intestino, así como una activación anómala de las células del sistema inmune (linfocitos T), que normalmente detectan y eliminan a microorganismos extraños y potencialmente patógenos, y que ahora atacan también a las bacterias intestinales beneficiosas para el organismo (1).
Datos recientes, además, sugieren que la población de bacterias intestinales de las personas con una enfermedad inflamatoria intestinal (EII) difiere de la de los individuos sin la enfermedad (2), confirmando el importante papel que la microbiota intestinal podría jugar en el desarrollo de estas patologías.
¿Los antibióticos son un tratamiento para la enfermedad inflamatoria intestinal?
Como sabemos, los fármacos específicos para el tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal son los aminosalicilatos, los corticoides, los inmunosupresores y los biológicos. Existen además algunas situaciones en las que también el uso de antibióticos se considera apropiado (3). Principalmente su uso se relaciona con eventos como brote grave con fiebre, graves complicaciones por infecciones, síntomas atribuibles al sobrecrecimiento bacteriano o enfermedad perianal (4). En concreto, en la enfermedad de Crohn, los antibióticos se vienen usando en pacientes con abscesos o fístulas, ya que estas complicaciones se ven afectadas por bacterias, así como después de una intervención quirúrgica. Finalmente, en personas con colitis ulcerosa con reservorio, después de la colectomía, se puede desarrollar una pouchitis (inflamación en la zona) que a menudo se trata de forma efectiva con antibióticos (5).
Los antibióticos más utilizados son el ciprofloxacino y el metronidazol. En casos de infección por la bacteria Clostridium difficile, junto con el metronidazol, se añade también la vancomicina a la terapia antibiótica.
¿Es un problema el uso de los antibióticos?
Los antibióticos son medicamentos utilizados no solo por las personas con una enfermedad inflamatoria intestinal, sino también por la población general. Su acción no es específica para las bacterias dañinas, sino que pueden resultar letales también para algunos microorganismos que viven en nuestro intestino alterando así el delicado equilibrio de la flora intestinal.
 A parte del metronidazol, la ciprofloxacina y la vancomicina, existen otros antibióticos (ampicilina, amoxicilina, clindamicina, quinolonas, cefalosporina), cuyo uso incorrecto y generalizado ha determinado la insurgencia de un problema muy grave: la resistencia bacteriana. Esto ocurre cuando las bacterias evolucionan y se vuelven capaces de resistir a los efectos de un antibiótico, haciendo que para que el antibiótico sea efectivo sean necesarias dosis cada vez más altas.
El concepto de la resistencia a los antibióticos no es nuevo y se concreta en el proceso en el que bacterias que son inicialmente sensibles a la acción de un antibiótico, con el paso del tiempo dejan de serlo, y se vuelven resistentes a él.
Fue el propio Fleming que evidenció, a finales de la década de 1940, que dosis insuficientes o la interrupción de tratamientos con el antibiótico favorecía el desarrollo de bacterias resistentes a su mecanismo de acción. En una entrevista para el New York Times en 1945, Fleming dio una primera definición de uso incorrecto de los antibióticos, probablemente sin ser consciente de ello, declarando que “el daño con la automedicación venía del uso de dosis tan pequeñas que, en lugar de eliminar la infección, educaban a los microbios a resistir a la penicilina. A su vez estos gérmenes pueden ser transmitidos a otros individuos y por estos a otros hasta encontrar un huésped que desarrolle una septicemia o una neumonía que la penicilina no podrá tratar» (6).
En caso de una infección del paciente por bacterias resistentes al antibiótico de referencia, hay que buscar otro diferente y volver a empezar el tratamiento, lo cual retrasará la curación del paciente y determinará un mayor desequilibrio de su microflora intestinal.
Según los datos del Registro de Actividad de Atención Especializada (CMBD), alrededor de 3.000 personas mueren en España cada año como consecuencia de infecciones causadas por bacterias resistentes. En toda Europa 33.000 personas mueren anualmente como consecuencia de este problema y, si no se toman medidas, se estima que esta cifra ascienda exponencialmente hasta las 390.000 muertes en el año 2050 (7,8).
El problema de la resistencia bacteriana a día de hoy es tan alarmante que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo considera como “una de las mayores amenazas para la salud mundial, la seguridad alimentaria y el desarrollo” (9).
¿Cómo se puede evitar?
Con un uso apropiado de los antibióticos que implica la selección del mejor fármaco disponible según su mecanismo de acción y bacteria sobre la que tiene que actuar, su empleo únicamente cuando sea necesario, en la dosis adecuada y, finalmente, por el tiempo correcto.
En contraposición, se entiende el uso inapropiado de antibióticos como la situación en la que demasiados pacientes reciben innecesariamente antibióticos por la vía equivocada, en la dosis incorrecta o por un tiempo inadecuado o, alternativamente, en la eventualidad que los pacientes no siguen las pautas definidas por el profesional médico (10).
Autora: Claudia Savini, Dra. en Ciencias Biomédicas
Bibliografía:
  1. MacPherson A, Khoo UY, Forgacs I, Philpott-Howard J, Bjarnason I. Mucosal antibodies in inflammatory bowel disease are directed against intestinal bacteria. Gut 1996; 38:365-375.
  2. Guarner F. The intestinal flora in inflammatory bowel disease: normal or abnormal? Curr Opin Gastroenterol 2005; 21:414-418
  3. 3rd European Evidence-based Consensus on the Diagnosis and Management of Crohn’s Disease 2016: Part 1: Diagnosis and Medical Management
  4. Khan KJ, Ullman TA, Ford AC, et al. Antibiotic therapy in inflammatory bowel disease: a systematic review and meta-analysis. Am J Gastroenterol 2011;106:661-73.
  5. Fact Sheet _News from the IBD Help Center_Crohn’s and colitis foundation (2019
  6. Belloso W. Reseña histórica. Historia de los antibióticos. Rev. Argent. Transfus;36(2/3):167-177, 2010
  7. Attributable deaths and disability-adjusted life-years caused by infections with antibioticresistant bacteria in the EU and the European Economic Area in 2015: a population-level modelling analysis.
  8. La campaña “antibióticos: tómatelos en serio” amplía su diffusion en radio. Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios AEMPS. 17/2018. Disponible en: https://www.aemps.gob.es/informa/notasInformativas/laAEMPS/2018/docs/NI-AEMPS-17-2018-Antibioticos.pdf
  9. Resistencia a los antibióticos. Organización Mundial de la Salud. Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/resistencia-a-los-antibi%C3%B3ticos
  10. Gould IM. Antibiotic policies and control of resistance. Curr Opin Infect Dis. 2002;15(4):395-400
  11. https://www.accuesp.com/antibioticos-microbiota-y-resistencia?fbclid=IwAR0Hscy-FFMTMxDq4xClK856IPmn-lfmp9xj-PUTBF2Q9fuab1TN7gYUG1o

El CHMP favorece la aprobación de Stelara para tratar la colitis ulcerosa moderada a severa en la UE.

El CHMP favorece la aprobación de Stelara para tratar la colitis ulcerosa moderada a severa en la UE
El Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP), parte de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), ha recomendado que  Stelara(ustekinumab) sea aprobado en Europa para tratar la colitis ulcerosa (CU) de moderada a severamente activa en los casos en que no existen otras terapias No funciona Janssen Pharmaceuticals , desarrollador de Stelara y parte de Johnson & Johnson, anunció la opinión positiva de CHMP en un  comunicado de prensa . Se espera una decisión final de la Comisión Europea a finales de este año. Stelara funciona bloqueando dos proteínas de señalización inflamatorias: interleucina (IL) -12 e IL-23, objetivos importantes en el tratamiento de la CU. Actualmente está aprobadopara tratar la enfermedad de Crohn de moderada a grave, así como la psoriasis en placas, tanto en Europa como en los Estados Unidos. Una solicitud similar de aprobación de los EE. UU. Para pacientes con colitis ulcerosa se presentó a la FDA en diciembre. La recomendación del CHMP se basa en gran medida en los datos del ensayo clínico Fase 3 UNIFI ( NCT02407236 ), que probó Stelara en personas con CU moderada a severamente activa que ....

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lunes, 8 de julio de 2019

Recomendaciones para pacientes con EII a la hora de planificar un viaje.


La llegada del verano y la vacaciones suponen un reto para las personas con enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa. La mayoría de los pacientes se plantean si podrán viajar con su patología o si pueden hacerlo con su medicación habitual.
Para reducir esta preocupación la Confederación ACCU España, en colaboración con AbbVie, ofrece una serie de pautas para planificar de manera más eficiente los viajes con el objetivo de minimizar el impacto de estos sobre la enfermedad.
Recomendaciones generales:
Antes del viaje
  • Informar al especialista sobre el viaje que se va a realizar y llevar un informe médico actualizado, donde aparezca la enfermedad que se padece, el tratamiento actual, el teléfono y el email del hospital.
  • Llevar la cartilla de vacunación al día (si fuera necesaria por el destino elegido) o la Tarjeta Sanitaria Europea
  • Hacer una previsión y llevar más medicación, por si surge algún imprevisto, en el equipaje de mano.
Durante la estancia
  • Tomar agua embotellada (para beber y lavarse los dientes), tomar alimentos bien cocinados, evitar la comida de puestos callejeros, el hielo y los helados, pelar la fruta y extremar las medidas higiénicas-dietéticas.
  • Llevar en la maleta suero oral para evitar la deshidratación en caso de diarrea del viajero o gastroenteritis.
  • Utilizar un factor de protección solar muy alto, especialmente si se toman inmunosupresores, corticoides o fármacos biológicos.
Al regresar
  • Visitar al médico para pasar una revisión o hacerse unas analíticas.
Última actualización 

Un estudio demuestra la eficacia de un nuevo método para diagnosticar la enfermedad inflamatoria intestinal.

MADRID, 18 (EUROPA PRESS) La inflamación en la enfermedad intestinal inflamatoria (EII) se puede diagnosticar de forma rápida y precisa usando un nuevo tipo de escáner de medicina nuclear, conocido como tomografía por emisión de inmuno-positrones (Inmuno-PET, por sus siglas en inglés), según una nueva investigación publicada en la revista ‘The Journal of Nuclear Medicine’. Mediante Inmuno-PET que obtienen imágenes de anticuerpos monoclonales dirigidos contra marcadores celulares innatos específicos, los investigadores pudieron evaluar eficazmente la EII en modelos de ratones. Además, este nuevo método tiene un alto potencial para el diagnóstico teranóstico y el tratamiento de precisión de la EII y otras enfermedades inflamatorias. “El diagnóstico de la EII depende en gran medida de la endoscopia, que es invasiva y no proporciona información en tiempo real sobre el papel de los mediadores específicos y los objetivos de los fármacos. Es necesario desarrollar herramientas menos invasivas. Esto es particularmente relevante cuando el área de inflamación está fuera del alcance del endoscopio, como en regiones de difícil acceso del intestino delgado, y en poblaciones de pacientes pediátricos y hemofílicos”, asegura el autor principal del trabajo, Patrick A. Hughes, de la Universidad de Adelaida (Australia). La activación del sistema inmunológico innato está íntimamente ligada a la inflamación en la EII. Las células inmunitarias innatas están marcadas por el receptor de la superficie celular CD11b, y secretan IL-1B para generar respuestas inmunitarias. En el estudio, los autores compararon la capacidad de Inmuno-PET con anticuerpos conjugados con 89Zr contra IL-1B y CD11b frente a la capacidad de la PET 18F-FDG y la resonancia magnética (RM) para detectar la inflamación en ratones colíticos. Para evaluar los métodos, los ratones con colitis ulcerosa fueron evaluados diariamente en busca de signos. Los sanos fueron emparejados por edad y peso con los colíticos, y se hicieron comparaciones con respecto a la pérdida de peso corporal, el acortamiento del colon y la permeabilidad de la barrera epitelial. Los investigadores entonces midieron los niveles de IL-1B y la concentración de CD11b, determinando que los ratones colíticos tenían aumentos en estos mediadores inmunes innatos. En su trabajo, Inmuno-PET fue más eficaz en su medición.
https://www.saludigestivo.es/un-estudio-demuestra-la-eficacia-de-un-nuevo-metodo-para-diagnosticar-la-enfermedad-intestinal-inflamatoria/

El estrés podría modificar nuestra flora intestinal e incrementar el riesgo de sufrir enfermedades autoinmunes, según un reciente estudio.

3 de julio

El vínculo entre microbiota o bacterias de nuestro intestino y nuestro cerebro está cada vez más confirmado así como también, el impacto de la microbiota en la salud. Un reciente estudio señala que el estrés podría modificar nuestra flora intestinal negativamente y así, aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades autoinmunes.
La alteración de la microbiota intestinal no solo afecta a nuestro estómago: podría favorecer la metástasis en los cáncer de mama

Estrés, cambios en la flora y enfermedades autoinmunes

La investigación recientemente publicada en la revista de la American Society for Microbiology evaluó el mecanismo por el cual las situaciones estresantes incrementan el riesgo de sufrir enfermedades autoinmunes
Así, en ratones expuestos a estrés social (encuentros con ratones agresivos) durante 10 días y controles, se evaluó la composición de la microbiota intestinal. Posterior a la intervención, los ratones estresados tenían cambios en la flora intestinal, sobre todo, en dos tipos de bacterias relacionadas con trastornos inmunes.
Según un análisis genético de los roedores, las bacterias del intestino podrían volverse patógenas y así, dañinas para el propio huésped.
Un porcentaje de las bacterias intestinales  en los ratones estresados se volvieron patógenas e infectaron sus tejidos, lo que llevó al sistema inmunitario a atacar el cuerpo.
Esto fue confirmado mediante pruebas en los ganglios linfáticos de los roedores estresados que señalan un aumento de bacterias patógenas y de células T efectoras reactivas que son características de las enfermedades autoinmunescomo el lupus, la esclerosis múltiple, la artritis reumtoidea, la esclerodermia, entre otras.
Si bien este estudio nos permite reconocer una vez el estrecho vínculo entre nuestras emociones y cerebro con nuestro intestino así como el gran poder de la flora intestinal sobre nuestra salud, no debemos olvidar que fue realizado en roedores y que podría no ser aplicable a humanos. Por lo tanto, se esperan investigaciones que confirmen o nos aproximen al mismo vínculo entre estrés, cambios en flora intestinal y enfermedades autoinmunes.