Expertos en Enfermedad de Crohn (EC) manifiestan que la evolución de la enfermedad de Crohn presenta más dificultades en los pacientes pediátricos que en los adultos, por lo que requiere un abordaje específico.
Así se ha recogido en el simposio ‘¿Podemos mejorar el manejo de la EC pediátrica en la práctica clínica?’ organizado por AbbVie, en el que se han reunido más de treinta especialistas en gastroenterología pediátrica.
La enfermedad de Crohn es una enfermedad inflamatoria, autoinmune y crónica que puede estar localizada en cualquier parte del tubo digestivo. En los niños, presenta unas características propias, como señala el Dr. Víctor Navas, gastroenterólogo infantil del Hospital Materno Infantil de Málaga: “la enfermedad de Crohn en niños es por lo general más extensa, afectando mayoritariamente a íleon y a colon y de forma variable a tramos del intestino delgado responsables de la absorción de nutrientes. Suele acontecer entre los 12 y 16 años de edad, momento en el que la velocidad de crecimiento es mayor y también lo es la formación de hueso. Estas particularidades conllevan un mayor riesgo de desnutrición, de retraso en el crecimiento y de osteoporosis”.
Diagnóstico precoz y monitorización
Teniendo en cuenta las características de la enfermedad, los expertos coinciden en la importancia del diagnóstico precoz y su monitorización para evitar las complicaciones. En sus primeras fases, algunos síntomas característicos de la EC como la pérdida de peso, el dolor abdominal y la diarrea, pueden confundirse con otras enfermedades gastrointestinales. Además, es necesario identificar cuanto antes a aquellos pacientes pediátricos que tendrán un curso más complicado de esta patología con el objetivo de seleccionar adecuadamente la modalidad terapéutica idónea.
Como señala el Dr. Navas: “en estos pacientes, se recomienda iniciar tratamiento biológico de forma precoz para modificar el curso de la enfermedad, favoreciendo un crecimiento y desarrollo óptimos y evitando la aparición de complicaciones y secuelas”. Aun así, la monitorización debe ir más allá del control de los síntomas, según los expertos. Algunos de los frentes abiertos que se deben tener en cuenta en esta edad son: el curso de la inflamación, la progresión tras el debut de la enfermedad, el desarrollo óseo y sexual, el estado vacunal, la presencia de infecciones, etc.
Abordaje multidisciplinar
En este sentido, es fundamental el abordaje multidisciplinar de la enfermedad para mejorar el pronóstico y la calidad de vida en estos pacientes. Para ello, los expertos consideran que se debe trabajar de forma más estrecha con los médicos de Atención Primaria, así como con otros especialistas: dietistas, reumatólogos, radiólogos, psicólogos, trabajadores sociales, etc.
La colaboración entre los diversos especialistas es clave en el seguimiento del paciente y la elección de una estrategia terapéutica. Como señala el Dr. Javier Martín de Carpi, gastroenterólogo infantil del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona: “en aquellos pacientes con mayor riesgo de mala evolución de la enfermedad, la estrategia debe ser conseguir una respuesta eficaz y duradera, usando para ello los medicamentos que cumplan mejor esos objetivos, como pueden ser los fármacos anti-TNF. De estar contemplados como recurso tras el fracaso de los tratamientos convencionales y clásicos (esteroides, terapia nutricional, inmunomoduladores), se ha pasado a ubicarlos dentro del esquema terapéutico en fases más precoces, sobre todo en pacientes con evolución complicada de la enfermedad (o con factores de riesgos de mala evolución), de cara a controlar de manera más efectiva los mecanismos inflamatorios”.
Una enfermedad en aumento
Se estima que la Enfermedad Inflamatoria Intestinal –que engloba a dos trastornos inflamatorios: la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa-se ha triplicado. Actualmente, afecta a más de 130.000 personas en España, dónde cada año se diagnostican 2.000 nuevos casos.
Para el Dr. Martín de Carpi, “la EC se trata de una enfermedad multifactorial, que se pone en marcha en individuos con una predisposición genética determinada, sobre los que ciertos factores ambientales causan que su sistema inmune responda de manera anómala antes estímulos propios, como podrían ser los que tienen su origen en la flora intestinal propia del individuo.” Conclusión que también comparte el Dr. Navas: “La EC se podría definir como una falta de entendimiento entre el individuo genéticamente predispuesto y su flora intestinal. Algunos de los condicionantes que influyen en la flora intestinal y que podrían estar detrás de este aumento son la occidentalización de la dieta, la exposición al humo del tabaco y la contaminación”.
Acceso a la fuente de consulta:
La enfermedad de Crohn, más complicada en niños que en adultos. Farmanatur. [Fecha de consulta: 17/05/2016]
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