jueves, 23 de enero de 2014

¿Cómo se determina la causa del dolor abdominal?

El historial clínico del paciente es la información más útil con que cuenta el médico para determinar la causa del dolor abdominal.  Las características del dolor (si es agudo o sordo, tipo cólico, para retorcerse, ardiente, desgarrador, penetrante), así como la ubicación y relación con los alimentos o movimientos intestinales son pistas importantes.  Otros factores que son igualmente útiles incluyen el patrón del dolor, duración, irradiación (propagación) hacia otras zonas del cuerpo y su relación con otros síntomas como ictericia (piel amarilla), náusea, vómito, sangrado, diarrea y estreñimiento.
Los hallazgos durante el examen físico también son de utilidad.  Entre los hallazgos principales están: zonas adoloridas, la presencia o ausencia de ruidos intestinales o distensión abdominal, masas, agrandamiento de órganos y evidencia de sangre en las heces.
De acuerdo al historial clínico y al examen físico, el médico podrá (o no) tener una idea clara sobre la causa del dolor.  En ciertas ocasiones, se establece un diagnóstico y se inicia el tratamiento.  En otras circunstancias, se aplican pruebas de diagnóstico para confirmar o excluir un diagnóstico específico; para este efecto, pueden solicitarse varios exámenes, entre los cuales los más frecuentes son: análisis de sangre, muestras de orina y heces, radiografías del abdomen y endoscopía.
Los análisis de sangre incluyen recuentos sanguíneos completos (análisis de la cantidad de glóbulos blancos que combaten las infecciones, de glóbulos rojos que transportan oxígeno y que se encuentran reducidos cuando hay anemia, así como de plaquetas que ayudan en la coagulación sanguínea), pruebas químicas (exámenes del hígado y riñones, niveles de minerales en la sangre y de las enzimas que se liberan ante una lesión del hígado o páncreas), y exámenes de serología que miden los niveles de anticuerpos a varias infecciones.  Los exámenes de orina incluyen análisis de la misma (medida de las características y sustancias químicas presentes en la orina junto con la inspección microscópica de una gota de orina), y cultivos de orina para infecciones bacterianas.  Se pueden analizar las heces para determinar la presencia de sangre o pus (marcadores de inflamación, infección o tumores), grasa (evidencia de alteración digestiva o mala absorción), y de gérmenes.
Se usan muchas clases diferentes de radiografías y exámenes por imágenes para sacar fotografías del interior del cuerpo.  Entre éstas se incluyen los estudios con bario (radiografía con toma de bario, series gastrointestinales superiores, examen de tránsito por el intestino delgado), en los cuales el paciente traga sulfato de bario (una sustancia que aparece en las radiografías) o éste se inyecta mediante un tubo al intestino delgado (enteroclisis) o al colon (enema de bario).  El examen por tomografía computarizada (exploración por TC o CT scan) consiste en una técnica sofisticada que reconstruye imágenes radiográficas seccionales cruzadas del cuerpo con la ayuda de un computador.  La resonancia magnética (MRI) es una técnica similar que utiliza ondas de radio e imanes para obtener imágenes de los órganos internos.  El ultrasonido emplea ondas de sonido de alta frecuencia para inspeccionar dentro del cuerpo humano y visualizar la anatomía interna.  Las exploraciones de medicina nuclear se valen de isótopos para identificar partes del cuerpo y examinar su función.
La endoscopía implica utilizar instrumentos especiales para visualizar los órganos huecos del tracto digestivo.  La endoscopía gastrointestinal superior usa un tubo flexible con una cámara de televisión y un sistema de iluminación en la punta para examinar el esófago, estómago y duodeno (parte del intestino que está justo después del estómago).  El tubo permite introducir instrumentos especiales para extirpar pólipos u obtener muestras para biopsia a ser examinadas bajo el microscopio.  Los tubos más largos pueden alcanzar sin problema el intestino delgado, y también es posible introducir tubos similares a través del recto para visualizar el colon (colonoscopía).  Se han diseñado endoscopios especiales para visualizar los conductos biliares y el conducto pancreático, a fin de obtener sonogramas del interior del intestino, y los procedimientos se conocen como CPRE (Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica retrógrada,) y USE (ultrasonido endoscópico).  Una reciente invención consiste en tragar una cápsula que contiene una cámara diminuta, una estación de radiodifusión y una antena que envía imágenes a un cinturón que se lleva alrededor del abdomen.  Se pueden obtener fotografías de todo el intestino delgado debido a que el dispositivo se moviliza a través del intestino.
A pesar de que la tecnología detrás de estos exámenes suena impresionante, en la mayoría de pacientes se puede establecer una causa para el dolor abdominal mediante el historial clínico, examen físico y pocos análisis simples.  No todo paciente necesita una serie completa de pruebas de diagnóstico.
http://patients.gi.org/recursos-en-espanol/dolor-abdominal/

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