02/07/2018
Un equipo médico multidisciplinar de especialistas de digestivo, medicina interna y microbiología del Hospital de Sagunto (Valencia) ha conseguido salvar la vida de un paciente de 70 años con la novedosa técnica del trasplante de heces. Es la segunda vez que se aplica esta técnica en la Comunitat Valenciana.
El enfermo presentaba una infección grave provocada por la bacteria Clostridium difficile y refractaria a todos los antibióticos disponibles. Se trata de una infección «cada vez más más común y más agresiva» debido al uso «masivo y descontrolado» de antibióticos por parte de la población, según informó la Generalitat valenciana en un comunicado. El gerente del Departamento, José Luis Chover, se mostró «muy satisfecho» de esta intervención, en la que se utilizó una muestra de heces de la hija del paciente. «Es la segunda vez que se aplica esta técnica en la Comunitat Valenciana», explicó el responsable.
FRACASO DE LOS ANTIBIÓTICOS // Xavier Cortés, el doctor que dirigió al equipo que llevó a cabo la intervención, detalló que el paciente presentaba un cuadro médico grave tras el fracaso de todas las terapias antibióticas disponibles por su infección intestinal. «Ante la situación del paciente, decidimos contactar con el doctor López San Román, médico del Hospital Ramón y Cajal y un referente a nivel internacional en esta técnica», señaló el especialista en Digestivo y Endoscopias.
La intervención fue rápida y, a las 48 horas, el paciente ya había recibido el alta. El trasplante de heces consiste en transferir las del donante, previamente tratadas y homogeneizadas, al enfermo, con el fin de restaurar las bacterias anómalas de su flora intestinal. Se transfieren por sonda nasogástrica o a través de una colonoscopia. En este caso, se optó por la segunda opción.
Según el doctor Cortés, la eficacia de la técnica radica en que la infusión de millones de bacterias de una flora microbiana normal «pueden generar el desplazamiento y la destrucción de esta bacteria agresiva, con tasas de eficacia superiores al 90% y sin significativos efectos adversos». «Dentro de poco --añadió--, será una herramienta terapéutica que utilicen todos los centros hospitalarios, dado las resistencias a antibióticos que se producen». La utilización de este tipo de fármacos «de manera desmesurada» acaba con la destrucción de la microbiota intestinal, ha afirmado Cortés, para quien «en ese contexto una bacteria muy agresiva como el Clostridium difficile puede crecer a sus anchas y ocasionar un desenlace fatal».
La técnica ya se viene aplicando en algunos centros de Madrid y Cataluña, y en marzo se aplicó por primera vez en la Comunitat Valenciana, en el Hospital de La Ribera, en Alzira. La receptora fue una mujer que presentaba un cuadro de diarreas recurrentes producidas por la bacteria y que también había fracasado el tratamiento con antibióticos.
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