- VIERNES, 21 NOVIEMBRE 2014 12:23
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Muchas enfermedades autoinmunes todavía no tienen un origen determinado, a pesar de las múltiples investigaciones científicas realizadas, aunque sí se ha logrado establecer una relación entre éstas y diversos factores como la genética, aspectos emocionales y el estilo de vida, tal es el caso de la ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL (EII), una patología crónica con un curso clínico intermitente, en la cual el paciente puede presentar exacerbaciones (crisis), intercaladas con períodos asintomáticos o de remisión.
La gastroenteróloga y médico internista Ana Serrano, del Hospital Universitario de Maracaibo, explicó que la EII comprende dos entidades: la COLITIS ULCERATIVA Y LA ENFERMEDAD DE CROHN. Asimismo, detalló que los síntomas más comunes de la patología inflamatoria son las diarreas con moco y sangre, dolor abdominal y pérdida de peso.
Cuando el paciente no recibe un tratamiento adecuado, puede sufrir complicaciones, tales como estrechez de la mucosa intestinal o del calibre del órgano afectado, ulceraciones profundas, perforaciones, formación de abscesos y fístulas o complicaciones infeccionas asociadas, incluso, puede requerir hospitalizaciones e intervenciones quirúrgicas debido al daño por el avance de la patología.
“Es importante el diagnóstico oportuno, porque se afecta de manera significativa la calidad de vida de estos pacientes y la detección es el primer paso para brindar una terapia adecuada. Este año se publicarán las guías de EII del Grupo Venezolano, para el estudio de esta enfermedad, para que cada vez un mayor número de Centros de Salud aborden de manera correcta esta patología. Pero, a pesar de estos estándares, es importante resaltar que siempre debemos individualizar al paciente. No podemos olvidar que esta es una enfermedad que tiene un gran impacto psicológico, tanto desde el punto de vista familiar, como individual y de pareja. Estamos tratando de hacer todo esto para tratar de forma integral a ese paciente”, indicó la médico.
Aún cuando no ha sido determinada una cura definitiva para esta patología, sí han surgido terapias efectivas para que los afectados puedan controlar los síntomas y mejorar su calidad de vida. “Los objetivos del tratamiento son: desaparecer los síntomas del paciente, disminuir las lesiones a nivel de la mucosa intestinal, (que logre una cicatrización profunda) evitar las complicaciones, disminuir el número de hospitalizaciones y la cirugías. Sobre todo con terapia biológica hemos logrado una cicatrización completa de la mucosa. La meta es que la persona mejore su calidad de vida. Algunos, incluso, presentan una mucosa completamente normal después de la medicación”, señaló la especialista.
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