Dado que la enfermedad inflamatoria intestinal tiene un pico de incidencia (época de diagnostico) entre los 20 y los 40 años, no es infrecuente encontrarnos con la situación de que una paciente con enfermedad inflamatoria esté embarazada. En este punto, suelen surgir una serie de preguntas: ¿con una enfermedad inflamatoria intestinal puedo quedarme embarazada? ¿el embarazo influye en el curso de la enfermedad? ¿la enfermedad influye en el embarazo o en el desarrollo del niño?. A continuación vamos a intentar ir disipando estas dudas. | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Cuando una mujer con EII planea quedarse embarazada o si lo está, con frecuencia se pregunta: "¿Cuál es el riesgo de transmitir la enfermedad a mi hijo?. Lo primero a tener en cuenta es que la EII no es una enfermedad hereditaria. Sin embargo, existe una susceptibilidad genética a desarrollarla, es decir, existen ciertas alteraciones en los genes que predisponen a tenerla y que los padres con EII pueden transmitir a sus hijos. En general, la posibilidad de que un hijo de madre o padre con EII desarrolle la enfermedad a lo largo de toda la vida es del 5%. | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
En general, las pacientes que tienen una colitis ulcerosa o una enfermedad de Crohn no tienen una fertilidad diferente a la población general. Una mujer con enfermedad inflamatoria intestinal puede quedarse embarazada, si bien en algunos casos se desaconseja el embarazo en relación con la toma de algunos medicamentos por el riesgo de malformaciones que supone para el feto (ejemplo el metotrexate). En el caso de los hombres, la salazopirina puede producir disminución de la fertilidad por oligospermia (disminución del nº de espermatozoides) aunque es reversible en el momento en el que se deja de tomar la medicación. | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Se han realizado diversos estudios para valorar si el embarazo puede modificar la evolución de la enfermedad inflamatoria intestinal. En general, el embarazo parece no aumentar el riesgo de brotes de la enfermedad si ésta está inactiva. Ahora bien, si la enfermedad está activa antes de la concepción, puede existir un mayor riesgo de empeoramiento de la misma. De hecho, se estima que hasta un tercio de las pacientes con enfermedad activa, pueden empeorar con el embarazo. En el caso de la aparición de un brote de la enfermedad durante el embarazo, éste suele ocurrir durante el primer trimestre, así como en el período del postparto. En general se aconseja mantener el tratamiento de mantenimento de la enfermedad y en ocasiones, en situaciones de brote, intensificarlo. Por todo ello, es muy importante que se comunique al médico, lo antes posible, la situación de embarazo para tomar las decisiones oportunas. Evidentemente, una cierta planificación del embarazo, buscando el momento de remisión de la enfermedad y un buen estado de salud a nivel general, es un consejo de salud para todas las personas con una enfermedad inflamatória intestinal. | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
También se han realizado diversos estudios para valorar el efecto que tiene la enfermedad inflamatoria sobre el embarazo. En general, el curso del embarazo y el desrrollo del niño no suelen verse afectados por la enfermedad si está en remisión o ligeramente activa, siendo comparable a la población general. Si la enfermedad está activa en el momento de la concepción (sobre todo en brote severo), existe más riesgo de abortos espontáneos o nacimientos prematuros. Por ello, es recomendable que la enfermedad esté estable e inactiva en el momento de planear un embarazo. En la enfermedad de Crohn existe una tendencia a presentar nacimientos de niños con bajo peso (dependiendo también de la actividad de la enfermedad). Es importante resaltar que ni en la colitis ulcerosa ni en la enfermedad de Crohn existe un riesgo mayor que en la población general de presentar malformaciones congénitas. | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
El hecho de tener una ileostomía, una anastomosis ileoanal o un reservorio no contraindican un embarazo ni un parto normal vía vaginal. Las molestias relacionadas con la cirugía como el prolapso de la ileostomía (sobresale más por el aumento del perímetro del abdomen) desapareceran tras el parto. En el caso de la enfermedad de Crohn con afectación perianal (fístulas) es preferible la realización de una cesárea para evitar problemas en la cicatrización de la episiotomía. | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Medicamentos para el tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal durante el embarazo y lactancia: | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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viernes, 11 de abril de 2014
ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL Y EMBARAZO.
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